La cooperativa Coopeva Textil confeccionará dos mil barbijos para el sistema de salud
En tiempos de pandemia, aflora la solidaridad y la conciencia del trabajo colectivo como salida para la crisis sanitaria que enfrenta el mundo. Una gran cantidad de instituciones y asociaciones tandilenses se movilizaron en los últimos días para ofrecer sus recursos económicos, de suministros, tiempo o trabajo para cubrir los diversos frentes abiertos en este momento.
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Desde la cooperativa Coopeva Textil, que funciona en la ExRonicevi, asumieron la tarea de elaborar dos mil barbijos para entregar al sistema de salud. Son siete mujeres y un hombre que se desempeñan en la textil que, desde sus casas, harán los barbijos con tela no tejida donada por la población.
Una manera de ayudar
Florencia Villemur, presidenta de la cooperativa, en diálogo con El Eco de Tandil, contó que, a raíz del aislamiento y la imposibilidad de seguir desarrollando su trabajo habitual, quisieron contribuir desde sus hogares y acercar un servicio a la comunidad.
Así fue como, a través de las redes, realizaron un pedido de donación de telas e hilo y la repercusión fue inmediata. “Queremos agradecer la solidaridad y buena predisposición de toda la gente”, manifestó Villemur. Además, señaló que hay también otras instituciones en el mismo camino, con las que trabajarán de forma mancomunada para ayudar a los trabajadores de la salud.
Tras la difusión del pedido, recibieron 100 metros de tela blanca que el martes fue repartida entre los ocho miembros de Coopeva y el miércoles arrancaron a trabajar con sus maquinas familiares, que limita la tarea con respecto a las máquinas de costura industrial que tienen en su espacio de funcionamiento, pero que de todos modos usarán para cumplir con la tarea.
El problema logístico
La confección se realiza con la denominada “tela no tejida”, que utilizan en Coopeva para fabricar bolsas y otros insumos, que sufre un proceso de esterilización con agua y lavandina que la vuelve apta para ser empleada con estos fines.
“Ahora estamos cosiendo, la logística es complicada, algunos se acercaron a nuestros domicilios, otras donaciones las fuimos a buscar. Esperamos la semana que viene poder entregar al hospital la primera tirada, pero se complica mucho el hecho de poder ir a retirar más tela”, describió Florencia.
Lo hacemos ad honorem para poder ayudar en algo. Al detectar este problema de la logística, subimos un instructivo y la iniciativa es que las personas que puedan hacerlos, los entreguen en sus barrios y grupos familiares, para que quien lo necesite pueda tener uno”, concluyó.