Con horario reducido, entregando turnos y trabajos postergados las ópticas reabrieron sus puertas en la ciudad
A través del decreto Municipal, Tandil se sumó a las pocas ciudades que exceptuaron a las ópticas de la cuarentena obligatoria. En el país hay 4.500 y aquí volvieron a funcionar desde el lunes para pacientes con receta. Admitieron que deben hacerlo con responsabilidad y que el tiempo cerrado afectó negativamente.
A raíz de un decreto Municipal dictado el pasado jueves en el marco de la emergencia sanitaria por Covid-19, entre el lunes y ayer comenzó a regir la habilitación para que las ópticas puedan atender al público.
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Así, este rubro se suma a las pocas actividades exceptuadas y los locales abrieron sus puertas con una atención restringida exclusivamente para aquellos que se acerquen con indicación médica debidamente acreditada, a la vez que están cumpliendo con la entrega de trabajos que habían quedado pendientes al momento de determinarse la cuarentena social , preventiva y obligatoria.
Tal como se estableció en el documento firmado por el intendente Miguel Lunghi, los establecimientos están cumpliendo con el horario estimado, de 10 a 16, y brindando a sus empleados los elementos de seguridad e higiene destinados a la prevención de contagio de coronavirus.
Asimismo, trabajan con un esquema de funcionamiento que permite el mantenimiento de una distancia prudente entre personas y entre trabajadores, regulando el ingreso así que aquellos que antes entraban solo para hacer consultas o mirar marcos o lentes de sol ya no lo hacen
Un regreso tranquilo
Luego de haber cerrado más de un mes, las distintas casas coincidieron en que el regreso a la actividad se está transitando con tranquilidad y muy enfocados en cumplir con la demanda que había quedado en espera desde el 18 de marzo.
Desde “Óptica Cristal”, Jorge Migel contó que la gente se muestra con temor a salir por lo que la comunicación telefónica está siendo la vía más utilizada hasta el momento para resolver consultas o preguntas que no necesiten de asistencia personal. “Estamos arrancando con las mejores ganas, pero con mucho cuidado, con las medidas sanitarias necesarias indicadas tanto en el protocolo municipal como desde el Colegio de Ópticos”, detalló.
De acuerdo a los permisos dentro de la misma actividad, explicó que por el momento solamente se pueden vender lo que refiere a anteojos recetados con prescripción médica, o sea que el cliente debe acercarse con la orden del profesional. Lo mismo ocurre con los lentes de sol, solamente podrán adquirirse si son los que contienen aumento y mediante receta.
“La gente realmente consulta por teléfono antes de venir, incluso para corroborar que los trabajos a retiro pendiente estén listos”, indicó, revelando que para que no vayan todos juntos ellos entregan turnos.
Una necesidad para las personas
Por su parte Laura Laforucade, hija del titular de “Óptica La Perla” reveló que ellos recién abrieron ayer y también destacó que es únicamente para obtener lentes, de marco o de contacto, recetados. Además coincidió en que están adelantando con trabajo que les había quedado demorado desde marzo.
“Llamamos a las personas que ya tienen su pedido listo y así se acercan a retirarlo”, explicó, detallando que mientras otros clientes también se comunican para hacer sus consultas.
“No podemos decir que estamos trabajando al ritmo de siempre, porque no hay mucha gente en la calle, pero esto es una necesidad para las personas”, aseguró.
En tanto que desde “Santa Lucía”, Carlos Mitre se refirió a que se trata de una transición y su modo de trabajo es por turnos, mientras que los que lleguen por consultas deberán esperar afuera. “Hay que ser ordenados”, aseguró.
“Al parate económico lo sufrimos todos, pero con esta reapertura tenemos que ser conscientes y tomar los recaudos necesarios para volver a trabajar, porque esto va a tardar un montón de tiempo hasta que se normalice”, advirtió.
Como afectó el tiempo cerrado
Según Jorge Migel las consecuencias económicas son notables y malas. “Nosotros acá tenemos que poder vender un producto para subsistir, pagando insumos y sueldos”, sostuvo, haciendo hincapié en que no solo se cortó la cadena de consumo, sino también la de pago.
En este sentido, contó que ellos trabajan con laboratorios de armazones, de cristales y de lentes de contacto que por ahora están parados en su actividad, y están encarando negociaciones para ver como siguen de ahora en más. “En buena hora que arrancamos, es una buena posibilidad empezar de a poco”, asintió.
Cabe destacar que el horario dispuesto en el decreto permite funcionar de 10 a 16, aunque alguno simplemente optaron por hacerlo hasta las 15. Esta es otra de las normas a las que los ciudadanos deben ir haciéndose la costumbre, ya que como indicó “Tandil es una ciudad donde se duerme la siesta y se almuerza tranquilo en la casa”. Entonces, mientras se van turnando de a dos personas para trabajar, también se van habituando a este nuevo ritmo laboral.
La limpieza de lentes
En el país hay un total de 4500 ópticas y con la necesidad de volver a reactivar el rubro, Reinaldo Kerschen de la Cámara Argentina de Ópticas elevo el reclamo y presentó un protocolo.
Solicitó abrir menos horas y con todos los recaudos del protocolo de seguridad. “El problema más grande es la limpieza de los anteojos. Todo el mundo se prueba y se alteran si se limpian con alcohol. Lo más inocuo es agua jabonosa. Podríamos vender lentes de reemplazo”, sostuvo.
Por otro lado, ante una versión que había circulado con que el virus podría ingresar por los ojos, los científicos advirtieron que no hay evidencia que sugiera un mayor riesgo de contraer Covid-19 a través del uso de lentes de contacto en comparación con el uso de gafas, como tampoco existe evidencia científica de que llevar anteojos estándar brinde protección contra éste.