Aumentaron los aforos y cada vez son más las personas que apuestan por la actividad física en los gimnasios

Tras varios meses de inactividad, los gimnasios y el resto de las actividades que se desarrollan en espacios cerrados pudieron volver a funcionar pero con horario restringido y con aforo limitado. 

No obstante, con el avance del plan de vacunación contra el Covid-19 y con la mejora en la situación sanitaria, se flexibilizaron algunas medidas y se expandió el cupo de personas que pueden acudir a estos espacios.

En el caso de los gimnasios, que a través de un decreto publicado el 29 de julio fueron autorizados para abrir en Tandil desde las 6 hasta la 23, ahora podrán recibir a más personas, aunque aún no tienen autorización para utilizar sus instalaciones con capacidad ilimitada.

A principios de mes se comunicó que los gimnasios en espacios cerrados con amplia ventilación natural podían abrir en Fase 3 –en la que actualmente se encuentra la ciudad- con un aforo del 30 por ciento más un 20 por ciento más adicional de personas vacunadas; y en Fase 4 ese porcentaje se expandía a 50 por ciento y un 20 adicional de vacunados.

Tras la conferencia del presidente Alberto Fernández del pasado viernes, en la que resaltó que en el país ya se registran nueve semanas consecutivas con baja en los casos positivos diarios de coronavirus, el Ejecutivo anunció que la práctica de deportes, eventos sociales, culturales, recreativos y religiosos; y las actividades realizadas en cines, teatros, clubes, locales gastronómicos, centros culturales, gimnasios, casinos y bingos, están ahora habilitadas con un aforo del 70 por ciento para todos los distritos que no se encuentren en situación de alarme epidemiológica y sanitaria, equivalente a la Fase 2.

Al respecto, el profesor de educación física Esteban Poli destacó que “ahora por suerte, con estos nuevos anuncios, podemos abrir, trabajar más tranquilos y tener más gente dentro del gimnasio”.

En comunicación con el programa Elegante Sport, que se emite por Tandil FM 104.1, reveló que cada vez que las autoridades bonaerenses comunicaban un cambio de fase “se notaba mucho” el impacto en el sector y señaló que era entendible la reacción de los ciudadanos que no apostaban por pagar la cuota mensual ya que no sabían si efectivamente se iba a volver a cerrar todo.