La Vidriera
El final de las bravuconadas
TAMBIÉN, EL ACUSADO DE HOMICIDIO QUE ZAFÓ DE LA CÁRCEL CUANDO LOGRÓ CONVENCER AL JUEZ DE QUE LAS MANCHAS DE SANGRE QUE TENIA EN SU ROPA NO ERAN DEL HOMBRE MUERTO SINO DE UN CHANCHO QUE HABIA FAENADO.
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