TANDIL PERDIDA
Hace 25 años y en Tandil, la primera cosechadora autopropulsada del mundo volvía a cosechar
"La maquina llegó y cosechó trigo en Tandil. Emocionaba ver a las hijas de don Alfredo Rotania observar la vieja máquina inventada por su padre", señaló Hernán Pueyo, ingeniero agrónomo
Un acontecimiento particular cumple un cuarto de siglo: el día que la primera cosechadora autopropulsada del mundo volvió a cosechar. Y fue en Tandil, en un campo de la zona.
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La hazaña la relató a través de las redes sociales uno de los protagonistas de aquel suceso, el ingeniero agrónomo Hernán Pueyo.
"La Rotania, reparada por un grupo de voluntarios coordinados por Reynaldo Postachini que lo hicieron posible. Y con el aporte de Helmut Claas. Fue en Tandil", detalló sobre el suceso.
En detalle, señaló que "trasladarla desde Sunchales significaban riesgos, y el concejo municipal de la ciudad nos convocó a Reynaldo Postachini y a mí, para saber quién se hacía responsable. Claas Argentina se ponía en marcha un par de días después, de modo que asumimos la responsabilidad, con nuestras firmas, ante lo que pudiera pasar. Y casi sucede, pues en el camino hubo un percance con el camión que la trasladaba".
"La maquina llegó y cosechó trigo en Tandil. Emocionaba ver a las hijas de don Alfredo Rotania observar la vieja máquina inventada por su padre", remató.
La máquina es un invento de Alfredo Rotania, un inmigrante italiano que la construyó en 1929 en Sunchales. En ese momento, los trigos rendían 1.200 kg/ha y la Rotania cosechaba 15 hectáreas por día, con un ritmo que marcaba el equipo que cosía las bolsas.
Todo surgió en la última visita que realizó el señor Claas a la Argentina. “Fue en 1998. Cuando Claas vio la máquina, se paró y se sacó una foto al lado. Después, charlando y tomando un café, decidimos restaurarla, ya que estaba tirada deteriorándose. Él decidió poner dinero de su bolsillo para los materiales, mientras que los empleados pusimos la mano de obra. Por eso, la máquina lleva una placa con los nombres de todas las personas que trabajaron para restaurarla. Nos costó mucho, buscamos las piezas en distintos lugares, encontramos los planos para hacerla funcionar y ahí la pusimos en marcha”, recordó Postachini, vicepresidente de Claas Argentina.
Actualmente, la Rotania está guardada en una “casita vidriada” en Sunchales, y todo el mundo la puede visitar.