Economía sostuvo que las tasas perdieron el 45 por ciento en doce meses y evalúa un ajuste
El secretario Daniel Binando sostuvo que las tasas prediales se devaluaron con respecto a octubre del año pasado. Consideró que deberán estudiar cada tributo en particular a la hora de definir el “ajuste” que permita garantizar los recursos en el Presupuesto 2019. Anticipó que si no se mantiene el FAS en la factura de luz, lo trasladarán a la Tasa de Salud. Las cuentas del Sistema Integrado están complicadas y ya le asignaron 110 millones de pesos de libre disponibilidad.
El Departamento Ejecutivo elevó al Concejo Deliberante un pedido de prórroga, hasta el 10 de diciembre, para la presentación del Presupuesto 2019. La razón fundamental es que aún no cuentan con datos ciertos del Gobierno provincial con respecto a los recursos coparticipables, que representan cerca del 50 por ciento del total. Mientras tanto, evalúan caso por caso el “ajuste” de las tasas municipales, teniendo en cuenta los mayores costos para la prestación de servicios a los contribuyentes.
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“Todavía no hay ninguna pauta del presupuesto de la Provincia de Buenos Aires como para hacer alguna proyección y también depende de cómo se termine cerrando el Presupuesto Nacional. Por lo tanto, medio presupuesto no lo podemos determinar”, explicó el secretario de Economía Daniel Binando y consideró que será “determinante” el acuerdo con las provincias ya que tendrá un efecto cascada hacia las comunas.
En cuanto al otro 50 por ciento de los recursos, que responde a los ingresos por el cobro de las tasas, recordó que el Municipio adhirió a la Ley 14.984 de Reordenamiento Fiscal, que establece que los gastos no pueden subir más que el IPC (Índice que Precios al Consumidor).
“Esa ley tiene un problema, no se reglamentó nunca y pidieron a los municipios que adhiriéramos, pero tampoco se convocó al Consejo Provincial para discutir la reglamentación con los municipios, por lo tanto es una ley de dudosa aplicabilidad, más cuando se hizo en un momento en que estas variables macroeconómicas no estaban”, dijo y anticipó que “eso también cambia las proyecciones del Presupuesto de Gastos y Recursos que cada uno puede hacer en el Municipio”.
“Hay que tratar cada tasa”
En relación a las tasas, el secretario reflexionó que no se tratará de un aumento sino de “ajustar los valores por la depreciación monetaria” y reparó en que el Ejecutivo fijó las cuotas en octubre del año pasado. “La pérdida del valor de las tasas, sobre todo de las que son valores fijos, por el valor que fijamos entonces, perdieron el 45 por ciento”.
Desde su óptica, expresó que “hay que tratar cada tasa, es mi concepto y un poco lo venimos analizando en Economía con el equipo de trabajo, de acuerdo a lo que financiamos con cada una. Lo que estoy diciendo es que el IPC está en ese porcentaje (45 por ciento), ahora cuando miro la economía real del Municipio, la mayoría compramos a precio mayorista que en el último año subió el 66 por ciento”.
Como ejemplo, informó que este mes el IPC subió el 6,5 por ciento y el Índice de Precios Mayoristas, el 16 por ciento. Pero además, enumeró otras variables como el precio del petróleo -la comuna utiliza Bitalco para las calles-; combustibles para los patrulleros y maquinaria; las tarifas, con el aumento proporcional de la electricidad para el alumbrado público; el valor del dólar que se incrementó un ciento por ciento y que se trasladó a insumos de la construcción e insumos medicinales, y los ajustes salariales ya que aún falta cerrar la paritaria.
“Tenemos cuatro variables de modificación de precios muy distintas, que hacen a la real economía del Municipio. Pero, sumado a esto, hay otro inconveniente: cuánta es la gente que realmente va a poder pagar las tasas. Y ahí está el efecto palanca, porque a nosotros los precios se nos fueron en esto pero la gente no puede llegar a pagar esto. Es lo que más o menos le ocurre a cualquier empresa: tiene costos más altos pero no logra vender tanto. Nosotros el equilibrio lo vamos a tener que determinar muy bien con respecto a las casas”, vaticinó.
Más eficiencia
En relación a los sectores en los que el Municipio podría reducir costos, Binando evaluó que cada secretaría “tendría que priorizar un orden de tareas”, pero además “buscar calidad” y “tener mayor productividad en los recursos de mano de obra, ser más eficientes”.
“Es un momento de tratar de sacar el mejor provecho y de tener mayor calidad total”, dijo y descartó cualquier achicamiento de la planta de personal porque “acá hay estabilidad. Lo que sí, hay que ser más estricto en el tema de vacante que se produce no se ocupa. Entonces, en la medida en que se van produciendo las vacantes, quienes están empiezan a producir por el que no está y podríamos tener más productividad”.
El funcionario confirmó que hoy las vacantes están congeladas, excepto algunos casos excepcionales. “Algunos ingresos hay, esto es cierto, se van incorporando algunos reemplazos, tendríamos que ser más estrictos en eso”, reconoció.
En paralelo, adelantó que “tengo el presentimiento que la Provincia va a hacer un fuerte ajuste a los municipios, especialmente en el interior, porque va a tener que bajar sus gastos. Acá hay una realidad, el problema macroeconómico está en el gasto público, y de algún lado los recortes van a empezar a venir”.
Salud, un tema aparte
Daniel Binando analizó con especial atención lo que ocurre en las áreas vinculadas a la atención sanitaria, que siempre han sido prioritarias para el intendente Miguel Lunghi.
“Lo que recaudamos genuinamente en Salud, que es el FAS, más la Tasa de Salud, más lo que viene de algunos planes, más lo que nos manda la Provincia de coparticipación en el CUD (Coeficiente Único de Distribución) por el tema de salud, no alcanza a cubrir el gasto que tiene el ente descentralizado con Atención Primaria, los cinco hospitales y Bromatología. Vamos a poner cerca de 110 millones de pesos de libre disponibilidad”, advirtió.
En ese tren, se preguntó qué pasaría si la comuna pierde la recaudación del FAS a través de la factura de luz, como anunció el Gobierno de María Eugenia Vidal. “Lo vamos a tener que imponer, primero, fuertemente en la Tasa de Salud, va a tener que aumentar más que proporcionalmente para poder cubrir esos recursos”.
Fundamentó que esas tasas se cargaron a la factura de luz por su buena cobrabilidad –es que si no se paga el servicio, la Usina lo corta-, aunque afirmó que el porcentaje no encarece tanto el consumo como sí ocurre con el IVA. En esa línea, defendió que esos cargos “sirven porque están afectados a necesidades propias de los municipios y es muy importante contar con esa plata”.
Sumado a eso, mencionó la importancia del porcentaje que se recauda con el pago a la Usina para el alumbrado público que “no es una cuestión de ornato sino que de seguridad también”.
Binando apostó a que “todavía nos quedan algunas herramientas para tener una pequeña esperanza de que el FAS se siga cobrando de la misma manera” y evaluó que si esto no se confirma en los próximos 45 días, “se tendrá que cargar sobre la Tasa de Salud”.
En relación al alumbrado, adelantó que una parte podrá seguir en la factura de luz, pero “nos preocupa que había un impuesto provincial que se modificó y se puso con tasa cero que la Provincia mandaba a los municipios y se usaba para el alumbrado público, que es el famoso 6 por ciento que cobraba la Provincia en la factura de luz”.
En este caso, explicó que el Gobierno bonaerense autorizó a las comunas a cobrar una TEAE a las distribuidoras, en este caso la Usina y Cretal, para recuperar ese 6 por ciento y hacer frente al alumbrado. Entonces, evaluó que en algún momento las empresas volverán a trasladar este mayor costo a los consumidores.
Cada punto de aumento salarial implica 2,5 millones de pesos
En relación al pedido de aumento del 20 por ciento que reclama el Sindicato de Trabajadores Municipales, el secretario de Economía resaltó que “cada punto de incremento significa 2,5 millones de pesos” tomando la Administración Central y el Sistema de Salud y teniendo en cuenta las cargas sociales.
En segundo lugar, remarcó que si otorgan un porcentaje alto, se traslada a la formulación del presupuesto del año entrante, “con lo cual la masa monetaria que necesito en el presupuesto se incrementa. Si hoy la masa monetaria prevista en el Presupuesto 2018 era el 56 por ciento, es decir que de todo el presupuesto el 56 por ciento se iba en salarios, es correcto que esa proporción la siga manteniendo el Presupuesto 2019”.
Por eso, señaló que el pedido de los municipales llevaría a que “el nivel de estructura del pago de salarios en el presupuesto se incremente considerablemente, por lo tanto quedaría menos dinero para cubrir un montón de obras que tienen características de servicios de esta empresa que es el Municipio de Tandil”.
Binando se dijo confiado “en el buen diálogo que siempre ha tenido el sindicato con el secretario de Gobierno (Oscar Teruggi)” en pos de “buscar lo mejor” para los trabajadores pero que se pueda manejar en el próximo presupuesto.
“El personal político es insignificante en la masa salarial que paga el Municipio, no mueve el amperímetro”, respondió ante la consulta y marcó que los colaboradores del Intendente perdieron un 36 por ciento durante los últimos tres años, con respecto a los aumentos salariales otorgados a los municipales. También destacó que esto no ocurre con los concejales ni el jefe comunal, que son cargos políticos que van atados al ajuste que consiga el gremio según establece la Ley Orgánica de las Municipalidades.
Secretaria de Redacción de El Eco de Tandil. Licenciada en Comunicación Social orientación Periodismo (UNLP)