Sin acuerdo y en medio de un paro, choferes de colectivos se manifestaron en el Municipio
Los trabajadores de las líneas urbanas mantienen una medida de fuerza desde el miércoles para exigir que se les abonen los haberes adeudados. Ayer irrumpieron en la Municipalidad con bombos y cantos para hacer oír su voz. Previo a esto, la Cámara de Transporte ofreció pagar la mitad de la deuda y abonar el resto cuando llegue el fondo compensador de Provincia, pero el gremio desestimó la oferta. La comuna estaba dispuesta a adelantar dinero del subsidio para subsanar el problema si se garantizaba el servicio. El paro cayó muy mal entre empresarios, que aseguraron que hasta que no lleguen los recursos provinciales no podrán efectivizar los pagos.
El paro de colectivos urbanos decretado el miércoles al mediodía en reclamo de los sueldos adeudados sigue sin resolución y alrededor de un centenar de choferes de las seis líneas se acercaron ayer al Municipio para visibilizar su situación. Por estos días, el centro del poder político tandilense se ha vuelto un hervidero de conflicto y protestas de un panorama social caldeado frente a las consecuencias económicas y laborales de la pandemia.
Recibí las noticias en tu email
Así, durante la mañana del jueves, los trabajadores tenían prevista una marcha desde la sede gremial de la UTA (Unión Tranviarios Automotor) a la Municipalidad, donde ingresaron al primer piso con bombos, cantos y banderas para hacer oír su descontento. La manifestación perturbó el inicio de la sesión del Concejo Deliberante, que comenzó una hora y media después.
La planta alta de la sede del gobierno comunal fue, durante una hora, un repiquetear sinfín de redoblantes, tambores y palmas, acompañados de cánticos alusivos al conflicto y contra el titular de la Cámara de Transporte, Daniel Albanese.
Sueldos a cuentagotas
El conflicto se desató porque, ante la falta de pago y de certezas, la representación sindical y los choferes decidieron accionar parando el servicio y exponiendo públicamente las circunstancias que los aquejan. Según explicaron, en dos meses han percibido sólo la mitad del sueldo. En total, hay en Tandil 180 empleados que se desempeñan en el sistema urbano y acusaron que muchos de ellos tienen dificultades con el sustento diario ante la reducción inesperada de los haberes.
Las razones que aduce el empresariado hablan de demoras en la llegada de recursos del fondo compensador que la Nación debe girar a la Provincia y de la estrepitosa retracción de la demanda, que bajó la facturación del sistema a su mínima expresión. No obstante, la Cámara de Transporte realizó un ofrecimiento para recomponer la cuestión económica, pero la propuesta no tuvo eco en la contraparte.
En concreto, ofrecieron cubrir el 50 por ciento de la deuda, es decir, llegar a pagar el 75 por ciento del salario con un adelanto del fondo compensador de un millón de pesos provisto por el erario comunal y la recaudación de los últimos días, pero esta propuesta fue rechazada por los trabajadores, que determinaron el paro alegando que necesitan cobrar el total de la deuda.
De acuerdo a la información disponible, a más tardar hoy deberían llegar los recursos económicos estatales y se podrían completar los pagos. Por el momento, los trabajadores y delegados aguardan novedades por parte del Estado local o de la patronal, que contribuyan a destrabar el conflicto. Asimismo, los empresarios afirmaron que hasta que no esté disponible el dinero del fondo no pueden hacerse cargo de los pagos. Mientras tanto, el cese de actividades se mantiene hasta que se abonen los montos pertinentes.
La decisión de los trabajadores
En conversación con este Diario, los delegados sindicales mantuvieron su postura de no transigir hasta que no se cobre el monto completo del descubierto. “Estamos a la espera de que entren los fondos o que arreglen los empresarios con el Municipio. Entendemos que todo se complica, pero creemos que el Gobierno puede colaborar con los empresarios sabiendo que los fondos llegan a la municipalidad”, detallaron.
Desde su óptica, el Ejecutivo local puede disponer de la totalidad del dinero que falta y reponerlo al tesoro municipal cuando el Estado bonaerense gire los subsidios que corresponde. Según sostuvieron, ofrecieron sólo una parte y no el caudal monetario íntegro que se necesita para condonar la deuda, por eso consideran que las autoridades podrían haber hecho el “esfuerzo” de mandar la partida dineraria y sin embargo no lo hicieron.
Por su lado, refirieron que no cortaron el diálogo con los empleadores, y que han negociado y acordado desde principio de año, cuando comenzó a vislumbrarse el déficit de ganancias. “Sabemos que hay complicaciones, hace meses que cobramos espaciado y no nos hemos quejado, pero llegamos a fin de mes y no terminamos de cobrar. Es atendible esta situación para nosotros. Ni bien nos aseguren los pagos volvemos a trabajar “, defendieron.
El disgusto de la Cámara
Daniel Albanese, en contacto con El Eco Multimedios, pidió disculpas a los usuarios por el paro “inesperado” y aseguró que la mayoría de los choferes no estaban de acuerdo con la medida y preferían aceptar la oferta de la patronal hasta cobrar todo el sueldo. Este punto fue rebatido por la UTA, que evidenció que el apoyo de los trabajadores fue casi total y no se trató de una decisión tomada por unos pocos en detrimento del resto.
“Treinta decidieron por 180, pero a otros les servía la propuesta y estaban dispuestos trabajar. El miércoles pedí que la medida fuera de 12 a 14, pero fue imposible y estamos estancados en una negociación que el gremio cortó”, indicó el empresario.
En tanto, aseguró que desde la entidad siempre hubo voluntad de pago. En este sentido, ante la demora del goteo de recursos, pensaron en buscar nuevas alternativas pero el gremio dijo que era “a todo o nada”.
“La plata no la tenemos y mucho menos si no se trabaja, de nuestra oferta sólo quedaba un 25 por ciento para cumplir en estos días. Dicen que no tienen un peso en el bolsillo, pero no es porque no haya habido propuesta”, evaluó.
Albanese dejó entrever su enojo y sorpresa por la determinación del paro y la forma en la que se llevó a cabo, tan intempestiva. El martes ya habían suspendido la última franja horaria de 20 a 22 -el esquema en pandemia funciona con frecuencias reducidas- y el miércoles retomaron los servicios con normalidad. Pero poco antes del mediodía dictaminaron la medida de fuerza y la situación se desbandó.
Al respecto, el titular camarista opinó que “no se anunció a la gente, no estaba prevenida, no hubo manera de avisarle a quienes estaban en el centro o en los trabajos que no iban a tener colectivo para volver. Muchos no pueden tomar un remis porque la plata no alcanza y hay distancias muy grandes, hace mucho frío. Cayó muy mal y no hubo manera de torcer esta historia”.
Además, desmintió que haya habido problemas previos que agitaran las aguas o colocaron a los trabajadores en un escenario de apremio por reiterados incumplimientos. “No es algo que venía pasando de manera reiterada, es ajeno a nosotros, la Provincia se atrasó dos meses en los fondos y subsidios, y literalmente nos dejó sin recursos”, sopesó.
En las actuales circunstancias y con la medida de fuerza vigente, ratificó que no se intentarán encontrar otras salidas y que el Municipio se prestó a adelantar el dinero si se garantizaba el transporte de pasajeros. “Si tuvieran un gesto de levantar la medida podríamos llegar a negociar. La voluntad nuestra y del Gobierno está, pero en esta situación sería casi extorsivo. Si no hay un gesto del gremio es difícil que alguien aporte algo de dinero”, finalizó.