Padres de alumnos denuncian un total abandono de las escuelas especiales

Las escuelas especiales, tanto de Tandil como de cualquier ciudad, son un espacio clave para el desarrollo y evolución de los niños con discapacidad, allí aprenden a sociabilizar y a formarse para tener un futuro próspero, es un sitio de contención que día a día los acompaña y hasta donde tienen algunas comidas del día. 

Son instituciones donde los padres depositan su confianza, y pueden ir a trabajar sabiendo que sus hijos están protegidos y aprendiendo. Conformadas por profesionales que dedican su tiempo a mejorar la calidad de vida de cada uno sus alumnos, colaborando en su proceso de inclusión en la sociedad, luchando contra los prejuicios e injusticias que muchas veces recaen sobre ellos. 

Pero estas escuelas necesitan del apoyo estatal, con inversiones, y soluciones a los problemas que puedan surgir de manera eficaz y rápida. Los transportes deben funcionar todos los días, equipados con lo necesario para la asistencia de los niños, pasando por los hogares de cada uno de ellos. Los cuartos, salones y patios de los edificios deben están calefaccionados y en buenas condiciones, y se debe brindar las comidas que correspondan según el tiempo que pasen en ellas. 

Hoy, en Tandil, estas cuestiones básicas, que forman parte de la educación y el conocimiento, los cuales son un bien público y un derecho, personal y social, que debe ser garantizados por las autoridades, no están siendo cubiertas.

Maximiliano Metz y Elizabeth Egizi, padres de niños con autismo, se acercaron a la Redacción para expresar su indignación y tristeza por la triste realidad que viven hace años las escuelas especiales de la ciudad. 

“La arreglan el martes y el jueves se vuelve a romper”

Todo comenzó a principios de 2018, cuando la combi de la Escuela 501, a la que asistía el hijo de Metz, tuvo desperfecto mecánico que dejó a los alumnos sin poder asistir durante casi ocho meses. Desperfectos que partir de ese momento siguieron repitiéndose no solo en este espacio educativo sino también en la 504. 

Resulta que, al parecer, el Consejo Escolar no puede intervenir en el arreglo de las unidades, ya que corresponde a la Dirección de Transporte de la provincia, por lo que, a no ser que sea un mínimo inconveniente, el vehículo se transporta a La Plata, allí es reparado y luego devuelto a Tandil, proceso que suele ser muy lento. Para colmo, en ese primer episodio era necesario cambiar íntegramente el motor, por lo que la demora fue tal que se debió licitar un nuevo transporte hasta que se pudo reestablecer el oficial, gracias a la presión social.

“En 2018 tuvimos un problema con la combi, y de ahí arrancaron los demás, cuando se rompió la rampa, que no está de más aclarar que es la única de la ciudad que la tiene, se la arreglaron, y a los días se rompió el motor, dejando ocho meses a los chicos sin poder ir a la escuela, yo hice un reclamo en las redes sociales, empiezan a aparecer notas, me llaman periodistas de medios nacionales, y recién ahí lo resolvieron en una semana, o sea que el tema acá es la falta de voluntad” explicó.

En este momento el trasporte funciona, pero son ya incontables las veces en las que los directivos han tenido que llamar a las familias, para que vayan a buscar a los alumnos debido a que el mismo se había roto en el primer recorrido, por lo que la paz es siempre momentánea. 

“La última vez pasó que tenían que conseguir un repuesto, lo iban a sacar supuestamente de otra combi que estaba en desuso, lo que sucede es que los arreglos que se hacen no sirven, son temporales, y no estamos hablando de seis meses, si no de días, la arreglan el martes y para el jueves ya no funciona otra vez”, contaron Metz y Egizi. 

“No necesitamos que las arreglen constantemente, hay que cambiarlas por unas nuevas, el año pasado el gobernador entregó 21 combis, no tenemos el teléfono para pedirle una para las escuelas especiales, creo que Fabián Riva debe tenerlo, el Intendente también, ellos se juntan para hablar de cosas nuevas e innovaciones y nosotros estamos con este problema desde hace rato,  que se trata de un derecho esencial de cualquier persona”, agregaron.

Ambos aseguraron que para un discapacitado “la escuela es terapia, es la primera sociabilización que tienen, les da calidad de vida, hay chicos que comen ahí, y si vos los privas de eso, los perjudicas”. Por otro lado, cuentan que cada vez que logran arreglar la combi, se les dibuja una sonrisa en la cara, pero últimamente ya tienen asumido que será por poco tiempo. 

A partir del año pasado, la escuela 504 también se sumó a esta problemática, cuando su vehículo debía salir de circulación cada unos pocos días por desperfectos mecánicos, sin poder lograr una semana completa de clases por casi 6 meses. En ese entonces, el Municipio le cedió una combi… “una semana, y se la saco por que la necesitaban para algo más importante, no queremos ni preguntar para que la necesitaban, ¿Qué era más importante que un chico discapacitado vaya a la escuela?”, se preguntaron los padres. 

Ellos explican que el enojo no es con ninguno de los trabajadores que forman parte de las instituciones, sino con el estado a nivel provincial y con el Consejo Escolar, que no hacen lo necesario para que esto se solucione. 

“Los directivos y profesores están atados de manos, porque ellos hacen muchísimo, en todas las escuelas, el trabajo que hacen y el amor y la dedicación que le ponen es increíble, hemos hablado hasta los domingos sobre cosas de los chicos, pero si las combis no salen, ellos no tienen alumnos y se perjudican también”, narró Egizi. 

Por su parte, Metz afirmó que “las escuelas especiales tienen maestros especiales, directivos especiales, chicos especiales, y padres especiales, no hay otra cosa, los choferes de la combi, son choferes especiales, si vos no naciste para eso no lo podes ejercer, y es un circulo hermoso que se ve afectado por factores externos”.

“Es como una pelota caliente”

En las numerosas veces que han pedido explicaciones, radicado denuncias, y enviado documentos, la lógica es la misma, todos se desligan de la responsabilidad, y nadie se hace cargo del asunto. 

“Es como una pelota caliente, nadie se quiere hacer cargo, y se la van pasando entre todos, pero nadie nos ofrece una solución. El Municipio por lo que yo he averiguado no tiene nada que ver legalmente, pero yo creo que moralmente si, Tandil es una de las ciudades más ricas de la provincia, y no le faltaría dinero para poder ayudarnos”, sostuvieron.

Las autoridades municipales se abstienen de acompañarlos porque no pueden intervenir, el Consejo Escolar sostiene que eleva cada reclamo a provincia, pero que no puede hacer mucho más, en La Plata los mecánicos realizan su trabajo a medias, entregando un vehículo que los pocos días se rompe, y entre todo este ida y vuelta, los niños no pueden gozar de una educación plena.

Otros reclamos

Pero el transporte no es el único problema al que se enfrentan estos espacios educativos, la falta de inversión ha llevado a un deterioro edilicio paulatino pero constante que, ante la falta de acción estatal, motivó la ayuda solidaria de la ciudadanía. 

“En la 503 en su momento se rompió el techo y se llovía por todos lados, la 504 tiene más de cuarenta años, los padres formamos una cooperadora el año pasado a partir del inconveniente que tuvimos con la combi, y nos llegan mensajes que en el comedor no hay leche, no hay pan, sabemos que los recursos están por que en todas las escuelas entregan comida, entonces hay alguien que se la está quedando o no la están repartiendo equitativamente”, indicaron.

Además, cuando se hizo la difusión en 2018, la 501 no tenía piso, “hice el reclamo junto con lo de la combi, y a los dos meses lo pusieron, es inhumano que nosotros como padres tengamos que hacer lo que le corresponde a un funcionario público que cobra un sueldo”.

También es deplorable el estado de los juegos en el patio de la escuela 504, “hubo cartel por un tiempo en la puerta” narró Metz, “que anunciaba una inversión con muchísimos ceros para el patio, cuando la terminaron descubrimos que el tobogán está todo doblado, con filos para afuera, es un peligro”. A raíz de esto se hicieron los pedidos para que se retire ese juego, ya que lógicamente no pueden dejar salir a los alumnos al patio mientras siga ahí, pero hoy en día continua en su lugar.

Por un tiempo, en esa misma institución, los calefactores se rompían constantemente, mientras el Consejo, en vez de cambiarlos, los seguía reparando una y otra vez. Esto llego a oídos de Raúl Escudero, que no solo donó cuatro ejemplares nuevos, si no que también financió el cerramiento del garaje, para que la combi estuviera segura durante la noche, ya que reiteradas veces había sufrido robos. 

“Queremos hacer hincapié en que la sociedad se involucre, porque ya vemos que la política no lo quiere hacer, si llegamos a esta decisión de denunciarlo públicamente es porque agotamos las instancias, por eso recurrimos a que sean los mismos ciudadanos los que nos ayuden, compartiendo esta nota, con un aporte monetario a la cooperadora, o difundiendo esta situación en las redes y con sus allegados”, expresaron.

Mantienen la opinión de que Tandil está pensado solo para los turistas, y ellos desean que sea un lugar para todos, sin importar ninguna condición. A su vez, tienen la esperanza de que la visibilización de la problemática despierte la voluntad y el espíritu solidario, de la o las personas que pueden influir de manera determinante en este asunto, y que de hecho cobran un sueldo por hacerlo.

“La bronca es total, es terrible el desamor que hay, porque son niños, no estamos hablando de una universidad, que igualmente también tiene todo su derecho. La cuestión acá es que el discapacitado no vota, o al menos vemos eso, porque si tenemos dos diputados nacionales, un Intendente que supuestamente hace bien las cosas, ha crecido la ciudad y está todo hermoso, no se entiende por qué a las escuelas especiales las abandonaron, el señor es pediatra, sabe del tema, yo no quiero acusarlo, pero tenemos que terminar dependiendo del apoyo de la sociedad, antes que el de esta gente”, finalizaron.