HABITAT Y CONCIENCIA
El etiquetado frontal de los alimentos se convirtió en Ley y ganó derechos para los consumidores y su salud
Después de dos años de idas y vueltas y tras 11 horas de debate, el martes la Cámara Baja aprobó por 2000 votos a favor, con 22 en contra y 16 abstenciones, la ley de Promoción de la Alimentación Saludable y Etiquetado de Alimentos.
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La misma, resumida y conocida comúnmente como de “Etiquetado Frontal”, había sido sancionada en el Senado en octubre del año pasado con 64 votos a favor y tres en contra y advertirá sobre productos "Alto en azúcares", "Alto en sodio" y "Alto en grasas saturadas"a través de sellos negros al frente de los envases, latas y botellas.
La idea es solamente transitarhacia un consumo más saludable, pero hacerlo a conciencia, con información real para el consumidor, reducir los índices de obesidad en los mas chicos y proporcionar nutrición de calidad.
Los nutricionistas Ignacio Porras y Hernán Maroni, grandes protagonistas en la lucha para alcanzar el resultado adquirido, estuvieron en el Congreso hasta la madrugada cuando finalmente se llegó a un veredicto. La emoción y felicidad que manifestaron se reflejó en las palabras que compartieron con “Hábitat y Conciencia” de El Eco de Tandil al brindar su reflexión acerca de lo que significa este logro.
Los derechos legitimados
El licenciado en Nutrición, Ignacio Porras, director ejecutivo de la Sociedad Argentina de Nutrición y Alimentos Reales (Sanar) destacó el gran resultado que obtuvieron en Diputados y el apoyo al proyecto que fue aprobado por mayoría, lo que permitirá que se pueda seguir trabajando sobre el mismo documento que había logrado media sanción en el Senado.
Tal como señaló en su análisis, es una ley que garantizará cuestiones tan importantes como el derecho a la información, a la alimentación adecuada y a la salud.
“Son tres derechos que se vienen vulnerando hace mucho tiempo por la industria alimentaria que diseña cosas que se comen, no alimentos, y por lo tanto vienen repletas de nutrientes críticos, que nos están enfermando y matando cada vez más jóvenes”, enfatizó.
Sin embargo, el experto también advirtió que queda un gran desafío por delante, haciendo referencia a la reglamentación, por lo tanto planteó que hay que cuidar mucho la ley en esta etapa porque develó que hay serios conflictos de interés en el gabinete.
“Tanto en jefatura como vicejefatura hay dos azucareros cubriendo el puesto. Sabemos que es un momento en el cual se le puede cambiar la letra chica y eso podría llevar a perder alcances de la ley, hasta incluso el espíritu de la misma”, indicó.
Por eso, remarcó la importancia de que las organizaciones de la sociedad civil se mantengan atentas y salvaguardándola hasta que sea reglamentada, para poder garantizar que siga siendo efectiva y eficiente para los consumidores.
Saber qué se consume
Por su parte, el licenciado en nutrición Hernan Maronise manifestó muy feliz por el resultado logrado tras la votación en el recinto.
“Nos cuesta dimensionar la cantidad de derechos que estamos adquiriendo con la aprobación de esta ley”, dijo y señaló que en primer lugar se trata, ni más ni menos, del simple hecho de comparar un producto y poder saber y ver de manera simple y clara qué es lo que se estará consumiendo.
“Es espectacular el alcance que tendrá, logramos el mejor perfilado nutricional que hay”, celebró.
las etiquetas deberán contener la leyenda "Exceso en azúcares", "exceso en sodio", "exceso en grasas saturadas", "exceso en grasas totales" y "exceso en calorías". También deberán alertar si contiene cafeína o edulcorantes, dos componentes no recomendados para consumo infantil.
Al respecto, el profesional aclaró que, por ejemplo, alimentos mínimamente procesados como la yerba no necesitan ser etiquetados, como el azúcar en sí tampoco ya que su contenido es una obviedad y solamente se apunta a los productos ultraprocesados.
Asimismo, sobre las empresas que muchos advirtieron podrían verse perjudicadas, aseguró que esto no será así y el estudio científico lo ha demostrado, incluso tendrán a su favor la posibilidad de reformular sus comestibles para qe dejen de enfermar a la población.
Vale mencionar que la industria alimenticia tendrá 180 días para adecuarse a la nueva ley que obliga a disponer de octógonos negros, de no menos del cinco por ciento de la superficie del envase, en los que se indiquen el contenido de estos elementos que tienen los alimentos.
Obesidad, infancias y malnutrición escolar
Argentina va de puntera en la región por tener la mayor cantidad de niños menores de cinco años con sobrepeso, siendo precisamente durante la niñez cuando comienzan a construirse los hábitos que se sostendrán hacia la adultez.
Entonces, al permitir esta nueva normativa el acceso a mejor y real información sobre el contenido de los productos alimenticios y las bebidas, consecuentemente contribuye a prevenir la obesidad infantil y fortalece el derecho a una alimentación saludable.
Muchas críticas han surgido sobre el tema y, entre otros, hubo quienes reclamaron que se esté ocupando de las etiquetas cuando casi la mitad de la gente está en la línea de pobreza y no come.
En este sentido, Maroni aseveró que justamente esta legislación viene a garantizar que esas personas, sobre todo las infancias que van a asistir a las escuelas o quienes son asistidos con alimentos por el Estado, reciban comestibles reales y no ultraprocesados.
Asimismo, el nutricionista señaló que no se trata solamente de etiquetarlos, sino también de empezar a regular los entornos escolares. “Cuando las infancias asisten a los establecimientos, reciben alimentos que son dados por el Estado y hoy en día les pueden dar cualquier tipo de comestibles y muchos de ellos están llenos de azúcares junto con otros nutrientes críticos que terminan enfermando a la población”, explicó.
La realidad que planteó es que cuatro de cada 10 niños tienen problemas de alimentación, exceso de peso, sobrepeso y mal nutrición, lo que en la edad adulta “obviamente” asciende mucho más.
De hecho, los datos presentado en el debate expusieron que el 66 por ciento de los 45 millones de habitantes de Argentina padece sobrepeso, el 32 por ciento obesidad y el 42 sufre de presión arterial alta.
Entonces, como dijo, la norma vendrá a permitir que todos esos productos que tengan determinado sello no puedan ingresar a las escuelas, o al menos que dentro de las opciones que haya se tenga que elegir entre los que menos daños causen.
Los octógonos negros
Entre otros mensajes más cortos, mencionados anteriormente, también las etiquetas podrán revelar cuando un alimento contenga edulcorantes no recomendables en niños, así como también alertará sobre la presencia de cafeína y recomendará evitarlo en infancias.
Es importante mencionar que en el caso de las publicidades estará prohibido resaltar declaraciones nutricionales complementarias que destaquen cualidades positvas y/o nutritivas, a fin de no generar confusión.
En tanto que el Consejo Federal de Educación deberá promover la inclusión de actividades didácticas y de políticas que establezcan los contenidos mínimos de educación alimentaria nutricional en los establecimientos educativos.
Allí, en cualquiera de los niveles, no podrán ser ofrecidos ni comercializados los alimentos o bebidas que tengan al menos un sello de advertencia.