Higiene y protección ante las radiaciones electromagnéticas

Por: Enriqueta Bottini

Cuando hablamos sobre bienestar, este concepto implica mucho más que sentirse bien físicamente, llevar una alimentación adecuada y estar en movimiento. También hay otros factores que tienen un gran impacto en nuestra salud y muchas veces lo desconocemos.

Un ejemplo claro de esto son las radiaciones electromagnéticas y su impacto en nuestra salud. En la era digital, estamos constantemente bombardeados por ondas electromagnéticas, una exposición excesiva a estas puede generar un impacto negativo en nuestro bienestar.

Las radiaciones electromagnéticas (REM) son ondas de energía que se propagan a través del espacio y están presentes en nuestro entorno cotidiano, provenientes de dispositivos como celulares, microondas, Wi-Fi y torres de telefonía. Aunque muchas de estas radiaciones se consideran seguras a niveles de exposición habituales, es importante entender sus efectos en la salud y cómo podemos protegernos.

Las radiaciones electromagnéticas pueden influir en varios procesos celulares causando un aumento de temperatura y alterando la función celular. Generan estrés oxidativo y pueden modificar la expresión genética. 

Algunas prácticas que se pueden adoptar para reducir la exposición a las radiaciones electromagnéticas son:

• Usar auriculares o altavoces al hablar por teléfono para mantener el dispositivo alejado de la cabeza.
• Limitar el tiempo de exposición a dispositivos electrónicos.
• Crear zonas libres de tecnología: establecer áreas en las casas que estén libres de estos dispositivos.
• Al ir a dormir, desenchufar el router.
• No poner a cargar el celular en la habitación.
• Nunca utilizar el celular mientras se está cargando como tampoco en lugares de muy baja señal como el ascensor.
• Tratar de evitar usar la notebook sobre la falda.
• Al poner en uso electrodomésticos, mantener una distancia mínima.
• Existen materiales que pueden ayudar a bloquear radiaciones, como pinturas y telas específicas que reducen la penetración electromagnética, esto es interesante especialmente para quienes viven en un área con alta exposición.
• Organizar la casa de manera que los dispositivos emisores de radiaciones estén ubicados lo más lejos posible de las áreas de descanso y trabajo.

Aunque la investigación sobre los efectos de las radiaciones electromagnéticas en la salud sigue en curso, es prudente adoptar prácticas de higiene que minimicen nuestra exposición. 

A través de hábitos simples y cambios en nuestro entorno, podemos proteger nuestra salud y bienestar en la era digital. Mantenerse informado sobre este tema es fundamental para tomar decisiones conscientes y responsables en nuestro día a día.