La imperdible carta en tiempos de coronavirus
“Y un día, el tiempo que te queríamos dar, lo terminó dando una pandemia destructiva a la cual todos le tememos.
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Calles llenas de autos, gente cansada y con ganas de volver a su casa. Tensión, ruido y polución. Ese es el día a día de muchas de las personas que habitan nuestro planeta.
De repente, un día el tiempo se detuvo. Y como argentinos, nos dimos cuenta que aunque el reloj siga avanzando, cada día tiene exactamente 24 horas. Horas más que suficientes para vivir y para disfrutar junto a nuestros seres queridos en el hogar que hemos decidido compartir.
Y sí. No será nada fácil. Cuando antes apenas compartíamos los desayunos, los almuerzos o las cenas, hoy pasamos todo el día viéndonos las caras. ¿Y los amigos? ¿Y nuestros otros seres queridos? Allá ellos, seguramente preguntándose lo mismo y sintiendo el mayor de los deseos por volver a reencontrarse con nosotros. Por darnos ese abrazo que hace semanas no nos puede dar. Por compartir esos hermosos momentos que juntos hemos vivido.
La vida se trata de eso. De compartir y de vivir grandes experiencias. De tener excepcionales anécdotas para contar a nuestros hijos o a nuestros nietos. Y por sobre todas las cosas, de darle un significado a la palabra amor.
Así estamos. Unidos bajo el mismo techo, compartiendo las horas que nunca antes hubiésemos compartido. Capitalizando cada momento único y seguramente irrepetible. Disfrutémoslo y guardémoslo bien dentro nuestro. Es muy probable que en un tiempo, el día vuelva a tener 10 horas.
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