Check in de ¡vacaciones!
Por Lorena Carmody
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Llega el momento de las vacaciones y en este año especial, aunque no sepamos hasta el último día si podremos viajar y finalmente llegar a destino, hoy más que nunca me parece clave poder planificar y tener dos o tres alternativas frente a las distintas realidades que puedan acontecer:
Escenario 1: Felizmente llegamos a destino y nos disponemos a descansar y disfrutar de las tan merecidas vacaciones en el lugar que elegimos.
Este sin dudas es el mejor de los mundos, pero como siempre digo para disfrutar también es preciso pensar antes qué cosas me generan bienestar y qué quiero hacer en este tiempo para mí en esa playa desierta o en la inmensidad de la montaña… Casi tan importante como viajar es poder visualizar qué quiero hacer en ese tiempo y lugar.
¿Me voy a poner el despertador o me voy a levantar a la hora que sea sin culpa? ¿Llevo un par de libros que tengo ganas de leer? ¿Quiero salir a caminar todos los días por la playa, en qué horario pienso que me va a quedar mejor hacerlo? ¿Desconecto del celular por unos días (como hace unos años, cuando la señal no llegaba a todos lados)? ¿Voy a responder mails de trabajo? ¿Llevo algún juego de mesa?
La lista de preguntas sigue y se abre en paralelo otra que tiene que ver con el armado de las valijas, porque para este hermoso escenario de vacaciones es muy necesario planificar y confeccionar una lista de cosas a llevar, según el destino y si nos vamos solos o en familia.
Ropa: remeras, shorts, vestidos, mallas, ropa interior, abrigos, calzado
Accesorios: aros, collares, pañuelos, carteras
Artículos de higiene y perfumería: secador de pelo, botiquín de primeros auxilios, mini costurero, libros, juegos de mesa, etc.
Por supuesto el detalle anterior varía en función de si hay chicos o no y estos son algunos de los ítems que no pueden faltar en nuestro equipaje.
En cuanto a la ropa, siempre recomiendo llevar dos o tres partes de arriba, por una de abajo y armar conjuntos por día para evitar llevar cosas de más. Les aseguro que es mucho más eficiente, no sólo a la hora de cargar la valija sino también al momento de vestirnos, porque lo hacemos más rápido y ya tenemos todo en un mismo lugar.
Con la lista de cosas para hacer en mano y el equipaje diseñado a conciencia en función de lo que vamos a necesitar y no más, lo único que nos queda es pasarla bien, sí o sí.
Escenario 2: Un día antes de nuestro viaje cierran el acceso a Bariloche y nos quedamos de vacaciones pero en casa, a no desesperar porque podemos pasarla muy bien igual.
Por supuesto que nuestra casa no se va a convertir en el Cerro Catedral, pero sí podemos organizarnos de manera tal de pasarla bien y disfrutar más allá de las circunstancias.
Tener a alguien que nos ayude en casa en vacaciones será clave para poder ocuparnos de nosotros y utilizar el tiempo en hacer más o menos las mismas cosas que haríamos en el lugar de destino pero en casa: dormir, leer, ejercitar, mirar una serie, jugar un juego de mesa en familia, cocinar con los chicos, ser turistas en nuestra bella Tandil, que tiene tantos lugares hermosos por descubrir siempre…
Realmente las vacaciones en casa pueden ser divertidas, relajadas y súper productivas.
(Y la parte positiva, te ahorrás la energía que implica preparar la valija, jajaja)
Escenario 3: Decidimos postergar las vacaciones para cuando se pueda viajar…
Esta es una opción viable siempre y cuando no estemos por demás agotados, mi sugerencia es revisar en qué nivel de cansancio nos encontramos y si al menos podemos tomarnos un par de días para estar en casa y descansar de un 2020 que fue por demás incierto y agotador.
En paralelo, comenzaría a armar la lista de lugares que quiero conocer y las cosas que voy a hacer en cada uno de ellos… Les aseguro que ya planearlo nos predispone distinto a la hora de quedarnos en casa.
Para todas las opciones anteriores y casi para todos los sucesos de la vida: “Depende de los lentes que nos pongamos, aquello que observemos”.
Realmente el tiempo que vivimos y muy probablemente los meses que siguen serán de pocas certezas, con lo cual todo lo que esté dentro de nuestra órbita de control y podamos planificar para luego ejecutar, sea disfrute, trabajo, actividad física, organización, lectura… lo que elijamos, nos será de mucha ayuda.
Armar una “lista de deseos” con lo que quiero para mí en este año y trazar objetivos a corto y mediano plazo para llegar a concretarla, es un excelente comienzo y el tiempo de descanso es un tiempo más que propicio para comenzar a armarla.
Las vacaciones, en todos sus formatos, sin duda son un momento para reconectar más que desconectar:
-Reconectar con nosotros mismos
-Reconectar con la libertad
-Reconectar con el placer
-Reconectar con nuestro cuerpo
-Reconectar con nuestros gustos
-Reconectar con ese libro que nos quedó por la mitad
-Reconectar con la serie que queremos terminar de ver
-Reconectar con los niños que fuimos mediante el juego con nuestros sobrinos o hijos
-Reconectar con nuestros propósitos y poner play.
Sea donde sea que pases tus vacaciones, este check in es para vos, ¡qué lo disfrutes!