Bari S.A. celebra 50 años de trayectoria
A cincuenta años de su inauguración, la concesionaria Bari S.A. se ha convertido en referente de la industria automotriz no solamente en Tandil, sino también en zonas aledañas. Una negocio familiar donde la segunda generación está al frente, y ya la tercera da sus primeros pasos. La historia de aquel italiano que llegó, se animó y hoy lo festeja.
Fue allá por 1970 cuando el concesionario oficial de Mercedes-Benz, Bari S.A., abría sus puertas por primera vez en Tandil, frente a Ruta 226, en lo que sería a partir de entonces la sede central de la firma.
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Con pasar del tiempo se fue consolidando en la zona y hoy, celebrando sus 50 años, también es referente de la industria automotriz en Olavarría y Bahía Blanca. Su fundador, Gino Schiaratura, inauguraba el edificio donde comenzaría a brindar servicio comercial y técnico para vehículos comerciales y automóviles Mercedes-Benz. El adolescente que había arribado a la Argentina en 1951, a bordo de un barco de vapor proveniente de Italia, con mucho esfuerzo y esmero se había ganado el reconocimiento y el respeto de los transportistas de la zona.
Fue justamente esa trascendencia la que permitió que la marca alemana, buscando continuar con el armado de su red de concesionarios en el país, le ofrezca en 1969 la posibilidad de convertirse en un nuevo agente comercial.
Hoy la firma es liderada por su hijo, José Luis, que con orgullo recordó los esfuerzos de su padre y la responsabilidad de tomar las riendas del negocio familiar. Además, con satisfacción contó que ya dos de sus hijos están dando sus primeros pasos laborales en la empresa.
La segunda generación
Cuando José Luis estaba transitando sus estudios secundarios empezó a vincularse con la empresa familiar realizando tareas administrativas, de a poco se fue abocando a las ventas hasta ocuparse del manejo generalizado.
“Cuando era joven me generaba un compromiso muy grande. Fui desempeñándome con muchas ganas y satisfacción, y ahora dos de mis hijos también están en la empresa”, contó, agradeciendo que su padre, el fundador de todo, esté con ellos para poder celebrar estos 50 años.
Con tantos años de trayectoria, mencionó los logros alcanzados desde Bari, que fue creciendo en todos sus rubros. Memoró que desde el inicio abarcaron la venta de vehículos, repuestos y taller de atención de servicios y reparaciones, y que en 1977 la terminal reconoció la trayectoria del concesionario y le asignó la exclusividad comercial de la ciudad de Olavarría y zona de influencia. Siete años después, en 2004, a raíz de una nueva ampliación comercial llegó a Bahía Blanca.
Actualmente están ampliando su salón de ventas en Olavarría, con un espacio de cuatro mil metros cuadrados. “En este momento, a pesar de la pandemia, hace tres semana pudimos retomar las obras para contar con un edificio más cómodo. Era la ubicación que buscábamos”, aseguró.
El desafío de adecuarse a los cambios
Sobre la situación actual, el presidente de Bari S.A. aseguró que la pandemia por el Covid-19 ha generado una crisis económica más profunda y lo han sentido, sobre todo porque las automotrices son estructuras grandes para sostener.
Sin embargo, resaltó que los desafíos en el contexto macroeconómico son los mismos día a día: “avanzar y mantenerse”. “Queremos, como hemos crecido en estructura y recursos humanos, ser referentes y continuar hacia adelante”, consignó.
Así, con la intención de brindar un servicio de excelencia a sus clientes para la compra de sus camiones, utilitarios y automóviles Mercedes-Benz, esperan seguir acompañándolos como desde hace 50 años durante todo el proceso de uso de sus vehículos mediante la atención de postventa. “Para ello requerimos de un personal altamente capacitado, que va recibiendo continuamente cursos de actualización de técnicas y productos. Todo esto se complementa con la disposición de instrumental de última tecnología y herramientas especiales”, agregó.
Finalmente, aseguró que el objetivo es seguir consolidándose como una empresa modelo y referente de la actividad, que les permita a la vez brindar un mejor servicio día a día, adecuándose a los cambios y desafíos que los tiempos van generando.
La historia del inmigrante italiano inquieto y emprendedor
El 6 de agosto de 1951 a bordo del Vapor Santa Cruz, arribó a la Argentina desde Sant’Angelo in Vado, de la provincia de Pésaro, Italia, un adolescente llamado Gino Schiaratura. De espíritu inquieto, emprendedor, se aventuró a venir sólo en compañía de sí mismo, a “hacerse la América”. Pensaba en progresar y así poder ayudar a su madre y hermanos, de humilde condición, que quedaron en Italia.
Estableció su residencia en la ciudad de Tandil y luego de trabajar en diversas tareas como mantenimiento de edificios, fabricación y reparación de bicicletas, se focalizó en su gran pasión: la mecánica automotriz.
Con mucho esfuerzo y esmero, ayudado por su suegro Luis Luzi, también inmigrante italiano, montó un taller mecánico y de reparación de bombas inyectoras. Con el correr del tiempo, y merced a su trabajo incansable y eficiente, se fue forjando el conocimiento y respeto de los transportistas de la zona. Y justamente esa trascendencia permitió que Mercedes-Benz Argentina S.A., buscando continuar con el armado de su red de concesionarios en el país, le ofrezca en el año 1969 la posibilidad de convertirse en un nuevo agente comercial para la marca alemana.
Adquirió, entonces, un terreno en una zona que en el Tandil de entonces se encontraba bastante alejada del centro de la ciudad y comenzó la edificación de lo que sería a partir de su inauguración en 1970, la sede central de la firma Bari S.A.
Con un buen desempeño para los desafíos, logró afrontar cada propuesta que la marca alemana proponía y se extendió por distintas zonas, abarcando con su liderazgo varios partidos. Los años siguieron alternaron buenos tiempos y otros no tanto, motivados por la inestabilidad económica que sufrieron las empresas del país.