Países en los que no podés besarte (en público)
Besarse, tomarse de la mano, lucir tacos altos, vestir prendas escotadas o cantar en público son acciones o conductas que nos parecen normales. Sin embargo, no es así en todos los países.
Recibí las noticias en tu email
Amparados en motivaciones culturales o religiosas, algunos países, más allá de reprobarlas socialmente, llegan a castigar determinadas actitudes, incluso por ley.
Al elegir un destino deberíamos ser conscientes de cuál es su realidad y cuáles son sus sensibilidades. A continuación te alertamos sobre algunos países -la mayoría de ellos frecuentados por turistas- donde no se permite besarse en público, pero tené en cuenta que esta situación existe en muchos más.
Asia
Si viajás a un país musulmán o en el que el Islam sea el credo principal entre sus habitantes, debés ser más precavido. El máximo exponente es Dubai. El emirato -uno de los siete que integran los Emiratos Árabes Unidos- es especialmente estricto en cuestiones de moralidad.
El código de conducta gubernamental establece que las muestras de afecto de las parejas en lugares públicos no se ajustan a las costumbres locales. En este sentido explicita que “se tolera a las parejas casadas tomarse de la mano, pero besarse y acariciarse es considerado una ofensa a la decencia pública”. El incumplimiento de la norma puede acarrear multas.
También se sugiere no utilizar faldas cortas o ropa escotada, pero lo cierto es que frente a su éxito en posicionarse como destino turístico en los últimos años, no es raro ver turistas en shorts y musculosas paseando por los centros comerciales.
Indonesia, a pesar de que el 90% de su población profesa la religión musulmana, no ha adoptado la sharia o ley islámica. Sin embargo, es especialmente puritana es aspectos como este.
En algunos parques públicos podés encontrar vigilantes que velan por la integridad moral, lo que aleja cualquier tentación posible.
Su vecina Malasia dista poco en convenciones sociales y tampoco ve con buenos ojos una práctica que, hasta hace algunos años, podía llevar a la detención.
En Tailanda, un país mayoritariamente budista, si observás a alguien besarse, seguramente se trata de una pareja de turistas, ya que, a pesar de haberse convertido en un destino turístico de primera fila -sus playas y rincones románticos son famosos en todo el mundo-, la realidad es que su sociedad continúa siendo eminentemente conservadora. Las muestras de afecto -como las caricias o los besos- en público no están penalizadas entre los foráneos, pero son consideradas una falta de respeto.
Siguiendo con el continente asiático, en Japón ya no es raro ver a nipones tomados de la mano o abrazándose en presencia de extraños, pero no esperes verlos besarse en plena calle. Esta muestra de cariño -en el pasado solo autorizada a las parejas casadas- está reservada a su intimidad, y con ello pretenden evitar incomodar al prójimo. Sin embargo, si lo hace un extranjero, aunque no cuente con su aprobación, evitarán cualquier pronunciamiento.
En China o Corea del Sur, besarse en público cada vez es más frecuente. Como en la mayoría de países de la zona, si los que protagonizan la escena son personas del mismo sexo, no contarán con su aprobación y pueden llegar a ser detenidos.
India, por su parte, ha relajado un poco sus exigencias al respecto, sobre todo en las grandes ciudades (las zonas rurales continúan mostrándose recatadas), en las que nadie se sorprenderá al ver parejas besándose en la calle. Atrás han quedado célebres incidentes como el protagonizado por Richard Gere hace algo más de una década, cuando un beso con una actriz de Bollywood acarreó una orden de detención contra el actor.
África
Ya en el continente africano existen realidades diversas. Nigeria, por ejemplo, es un país muy estricto, que tipifica el mínimo contacto físico como delito.
En Etiopía, en cambio, el beso fraternal es habitual, pero el apasionado entre parejas está mal visto. Y algo parecido ocurre en Marruecos, donde, aunque no está penalizado, está mal considerado.
La Vanguardia / Magda Bigas