TALLER DE CIENCIAS para que los chicos aprendan a pensar y se diviertan

La curiosidad es uno de los rasgos característicos que tienen la mayoría de los chicos. Y, considero, siempre es bueno potenciar y acompañar sus inquietudes de diferentes maneras. En las redes sociales, sobre todo a partir de la pandemia, empezaron a aparecer cada vez más cantidad de videos y tutoriales con algunos experimentos para hacer en casa con los chicos. Desde entonces, personalmente, busco para mis hijos alguna actividad extra escolar que tenga que ver con la ciencia o al menos, con la investigación. Y, el otro día, sin querer queriendo, encontré lo que buscaba. 

Alejandra Cuellar es profesora de biología que ama lo que hace y armó un espacio de encuentro de personas curiosas a las que se les propone un desafío; para contagiar ese entusiasmo, las invita a resolver “preguntas investigables” y a partir de allí, se dasarrolla la dinámica del taller. Se trata de trabajar con otros, diseñar un objeto, un experimento o dispositivo para indagar y resolver lo propuesto. Esto implica ordenar ideas, comunicarlas y llevarlas a cabo . En cada encuentro se pone foco en una ciencia, ya sea física, biología o química. 

Alajandra propone, de este modo, estimular y canalizar ese interés  de los chicos por aprender y les permite, en su espacio, desarrollar habilidades y competencias científicas. Enfoca su trabajo en el “pensamiento crítico”, a partir de la formulación de preguntas, la capacidad de trabajar en equipo y la creatividad. Es una gran oportunidad para que las chicas y chicos le den el valor al error, porque siempre algo puede fallar, se necesita mejorar algún diseño, volver a intentar, reinventarnos a partir del mismo, a mi parecer es una práctica poderosa para la vida, entender que todo lleva trabajo y esfuerzo. 

La ciencia es una forma de interpretar el mundo que nos rodea. Por ejemplo, podríamos entender por qué tiritamos cuando tenemos frío, por qué nos ponemos rojos cuando tenemos calor, por qué se habla de crisis energética, la importancia de microorganismos en nuestra salud y muchas otras cuestiones. Los chicos, a través de la mirada científica, aprenden a mirar con otros ojos.

Los chicos siempre quieren saber más y tienen ideas geniales; Alejandra disfruta de sus caras de asombro y los acompaña orgullosa por esos caminos de indagación. Es importante, aclara, tener claro elo bjetivo al que se quiere llegar, qué se les quiere enseñar, para poder pensar en una estrategia de enseñanza. El aprendizaje es mutuo y único porque cada persona es distinta y cada grupo también. 

Desde Tatetí, por último, le pedimos a Alejandra, que nos describa el taller de ciencias para invitar a los chicos y esto fue lo que dijo: "es una gran aventura, un desafío enorme, un sueño que se viene gestando hace algún tiempo, mi intención es no solo abrir las puertas a esta aventura sino ofrecer un “horizonte de posibilidades” (como diría Holliday) a esa cabecitas".