“Siempre tuvimos una construcción política con voluntad de poder”

“Todo lo que hacemos se hace pensando en cómo construimos para el día de mañana poder gobernar la ciudad”, definió el concejal de Unión por la Patria, Darío Méndez.

Invitado en el ciclo radial Último Bondi (104.1 Tandil FM y EcoTV) el extitular de la Regional de Anses compartió una lectura sobre la actualidad política, el recorrido personal y las proyecciones del espacio que integra.

En su diagnóstico incluyó, entre otros temas, una autocrítica sobre lo que fue la gestión de Alberto Fernández, a la vez que validó el peso de la figura de la expresidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner.

Durante la primera parte de la extensa entrevista radial, el dirigente de La Cámpora contó el modo en que lleva adelante su vocación política, con responsabilidad en el accionar y en “dar todo” en el sentido que “nos levantamos y nos acostamos pensando en política, pensamos, construimos” bajo esa lógica.

A ese planteo, mencionó a “un montón de compañeros” que militan y sobre quienes tienen la responsabilidad de “guiarlos y cuidarlos”, junto con el sostenimiento de las cinco unidades básicas.

“Transformar Tandil”

En esa línea, aseguró que “siempre hemos tenido en Tandil una construcción política con voluntad de poder”, por lo que rechazó la opción de convertir al espacio político del peronismo como una fuerza testimonial frente a un accionar que persiga un objetivo. “Militamos en Tandil y lo que queremos es transformar Tandil; y eso lo hacemos con un grupo de compañeros con los que venimos hace mucho tiempo”, sentenció.

Enseguida, se refirió al vínculo con el diputado nacional Rogelio Iparraguirre, con quien se conocieron en la escuela secundaria y comenzaron a construir una alternativa en 2008, “siempre con la idea y la perspectiva de un día poder gobernar Tandil”.

-¿Tienen temor que alguna vez se transforme en una fuerza testimonial?

-No, creo que no. El peronismo no está condenado a ser una fuerza testimonial en Argentina y en Tandil tampoco. Cuando uno analiza las últimas dos elecciones, sacamos 30 puntos y (Miguel) Lunghi 43, y en la anterior 40 puntos y Lunghi 55. Hacía 30 años que el peronismo no lograba esos resultados. Creo que son opciones que se tienen que construir y que hay momentos, por eso hay que estar firmes y con una construcción sólida. Ese latiguillo de La Cámpora ya no funciona más.

-La Cámpora fue señalada como el enemigo…

-Sí, totalmente. Y acá estamos.

El error de la gestión 

La segunda parte de la entrevista radial transcurrió con un análisis sobre el escenario nacional, enfocado principalmente en las cuestiones económicas, las políticas del Gobierno de Alberto Fernández (2019-2023) con tono autocrítico sobre los resultados de esa gestión.

Desde su perspectiva, planteó que “si uno quiere un país industrializado, que genera trabajo, que amplía su PBI, se necesitan dólares” y para eso “hay veces en las que el cepo es necesario, pero en otras no”.

Tras su diagnóstico, entonces reconoció que los dos primeros años del Gobierno de Alberto Fernández “cometimos un grave error, que fue el haber dejado que esta cuestión de los buenos modos hiciera que se liquidara lo que se tenía que liquidar, que todo se haga de buena manera”.

Asimismo, sostuvo que “durante nuestro gobierno asistimos a algo triste que fue la primera vez que lo veíamos”, en relación a la situación de los trabajadores, que tenían un salario que no les alcanzaba para llegar a fin de mes. 

A ello sumó los condicionamientos que impuso el FMI, como la exigencia de devaluar un 40 por ciento la moneda después de las PASO, aunque finalmente fue de un 20 por ciento, y manifestó su respeto hacia Sergio Massa en su rol como ministro de Economía “porque creo que se sentó sobre una bomba de tiempo y que era del día a día”.

-¿Cree que es Cristina la líder natural del espacio?

-Creo que el liderazgo es indiscutible. No sé la cuestión electoral, habrá que ver qué quiere hacer ella, yo la veo más afuera de eso, no de la política. Es indiscutible porque es quien sigue representando a la gente. Cuando habla, gran parte de la gente escucha. Hay dirigentes políticos que tienen esa capacidad y son muy pocos.