Para la oposición local, Lunghi “traspasó un límite” y le pidieron que revierta su postura “por el bien común”
El Frente de Todos Tandil y el presidente del bloque de concejales de este espacio, Rogelio Iparraguirre, calificaron como "temeraria e improvisada" la determinación del Ejecutivo de adoptar un criterio propio para gestionar la pandemia. Negaron que la medida haya sido consensuada y expusieron que muchos sectores quedaron afuera. Sostuvieron que la decisión del Gobierno comunal se monta sobre un “falso” dilema entre la salud y la economía.
La decisión del Ejecutivo local de adoptar su propio criterio para gestionar la pandemia, generó encendidas reacciones en el arco opositor y en una parte de la ciudadanía, que se mostró contrariada con este posicionamiento.
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El presidente del bloque de concejales del Frente de Todos, Rogelio Iparraguirre, conversó con El Eco de Tandil y se explayó acerca de esta coyuntura excepcional que dividió las aguas en las sierras, a la que calificó de “temeraria e improvisada”.
En base a un comunicado que publicó su espacio político, el referente enfatizó que “es un llamado al Intendente y su equipo de gobierno para revertir una medida cuando se está en el marco de una crisis sanitaria sin precedentes en función del bien común”.
La controversia sobre los “consensos”
Luego de que el intendente Lunghi afirmara ayer que “estamos ante un gran acuerdo de todos los sectores de Tandil”, y sostuviera que esta decisión “es un acuerdo con los sectores más representativos de la ciudad”, rebatió que este nivel de acuerdo sea tal.
En este punto, analizó que hay un profundo desconocimiento de cuáles son los espacios institucionales donde se representan esos consensos pretendidos y un avasallamiento de esas instituciones. En tanto, Iparraguirre sopesó que no caben dudas de que hay sectores que “la pasan mal” y explicó que no se pone en duda la legitimidad y buenas intenciones de quienes acompañaron la decisión de Lunghi ni de los intereses que defienden, pero sin dejar de observar que “son particulares y el Intendente debe velar por el bien común”.
“Hablar de acuerdo con los sectores más representativos sin sentarse siquiera a dialogar y debatir con la oposición a la que hace apenas diez meses atrás votó nuestra sociedad es en sí mismo una afrenta a la democracia. Repite ‘consenso’ cada diez palabras y se olvida de nosotros”, indicó.
En esta línea, contó que ayer a la mañana fueron convocados en las oficinas del Concejo Deliberante para convalidar el acuerdo. Ante esta citación, Iparraguirre precisó que los llamaron para sentarlos “como muñecos de torta” y comunicarles una decisión ya tomada, por eso no asistieron.
Sí se hicieron presentes los titulares del Sistema Integrado de Salud Pública, Gastón Morando y Matías Tringler; la edil del Bloque Integrar, Nilda Fernández; los concejales oficialistas Juan Pablo Frolik -presidente del cuerpo-, Marideé Condino, Luciano Grasso y Mario Civalleri; y el jefe de Gabinete, Oscar Teruggi.
Actores olvidados
Las autoridades de la Universidad Nacional del Centro tampoco fueron de la partida y sobre esto, el legislador planteó que “ni siquiera tuvieron la idea de conversar con la Unicen, una institución de prestigio que forma parte de los sectores más representativos”.
En efecto, detalló que, pese a no haber sido convocada para consensuar esta decisión, la unidad académica es una aliada estratégica del Municipio en el combate del coronavirus por las diversas acciones que se llevan adelante desde esa institución: procesamiento de las muestras en el laboratorio de virología; sistemas de autotesteo; instalaciones para alojar a las personas contagiadas que deban cumplir aislamiento; centro de telemedicina para hacer el seguimiento rápido de los pacientes infectados y de sus contactos estrechos.
“El personal sanitario en su conjunto no fue consultado, ellos están en la trinchera poniendo el cuerpo y ven con preocupación el crecimiento de casos en sus propias filas, ven cómo se está elevando la tasa de contagios del personal”, destacó. Y arremetió: “Es una decisión tomada entre gallos y medianoches”.
Cuestión de representatividad
Con una estrategia comunicacional que, a su juicio, fue “cambiante, confusa y errática”, consideró que el pivoteo registrado entre la postura adoptada al inicio de la pandemia y la que siguió tras meses de esta situación, generó un “caldo de cultivo” para que la comunidad se relaje por no saber a ciencia qué se puede hacer y qué, o a qué autoridad escuchar.
“Echarle la culpa a la sociedad es fácil, hay una dimensión individual donde todos somos responsables, pero hay un Estado que tiene responsabilidades indelegables. No se puede cambiar de acuerdo al humor social, tiene que haber hombres con decisión y coraje para cuidar la vida y la salud del conjunto, aún a riesgo de que esas definiciones signifiquen un desgaste de la figura en términos políticos”, evaluó.
Siguiendo la dialéctica, también opinó que el jefe comunal no puede arrogarse de forma exclusiva la representación de todo el pueblo tandilense, que es muy heterogéneo y presenta un tejido social diverso, rico en sus estados de ánimo y opiniones. Al respecto, indicó que “no puede cristalizarlos a todos con una decisión que toma de la noche a la mañana porque hay muchos sectores que no comparten esa decisión”.
Y desglosó que en esa vereda están la oposición, el 46 por ciento de la población que no lo eligió como Intendente, los sindicatos, la universidad y las organizaciones sociales. “Es una lectura maniquea esa de poner al pueblo de escudo. Tiene que hacerse cargo de las decisiones que toma, el único responsable es él”, afirmó.
Falsa dicotomía
El posicionamiento del Frente de Todos esgrimió que la decisión del Gobierno comunal se monta sobre un “falso” dilema entre la salud y la economía, cuando está visto que el problema para la economía no es la cuarentena sino la pandemia lo cual pone en superficie un diagnóstico erróneo por parte del Intendente.
“Por otra parte el Gobierno municipal no ha hecho prácticamente ningún esfuerzo por acompañar y asistir a los sectores económicos más afectados por la pandemia. La única línea de asistencia financiera anunciada volcaba apenas 4.5 millones de pesos (sobre un presupuesto de 1.400 millones) y a la fecha no han sido capaces siquiera de ejecutar el 50 por ciento de esos magros recursos”, defendieron.
Por último, manifestaron que “se traspasó un límite en los modos, en las formas y en el fondo y sentimos la responsabilidad de plantear públicamente nuestra posición sin ambigüedades. Lo hacemos despojados de toda mezquindad y especulación política. No nos votaron para especular sino para sostener nuestros valores y convicciones”.