A 48 AÑOS DEL GOLPE DE ESTADO
Marcharán en el primer Día de la Memoria de la era Milei
Los organismos de derechos humanos marcharán a la Plaza de Mayo, a 48 años del golpe de Estado cívico-militar de 1976, en medio de la intención del Gobierno nacional de abrir un debate frente a lo sucedido en esa época.
“30 mil razones para defender la patria. Nunca más miseria planificada”, será la consigna que llevarán este año Abuelas de Plaza de Mayo y la agrupación H.I.J.O.S de la regional capital, quienes convocaron a una concentración a las 12 en Avenida de Mayo y Piedras.
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En tanto, la Asociación Madres de Plaza de Mayo se movilizará bajo el lema “La patria no se vende. La vida no se entrega. El pueblo se subleva” y concentrará a las 11 de la mañana en la avenida Hipólito Yrigoyen 1584. Mientras que una hora más tarde llevarán a cabo un acto político.
Por su parte, Encuentro Memoria, Verdad y Justicia (EMVJ), que agrupa organizaciones de derechos humanos y de izquierda, volverá a realizar un acto independiente luego de que fracasó la iniciativa de compartir el encuentro con las agrupaciones afines al peronismo.
La cita de EMVJ se dará a las 14 en Avenida de Mayo y 9 de Julio para marchar hacia la Plaza de Mayo bajo la consigna “Son 30 mil, fue y es genocidio. Abajo el plan de Milei, los gobernadores y el FMI”.
El acto por el Día de la Memoria será el primero que tendrá al presidente Javier Milei al frente del Ejecutivo y se dará en medio de un clima de tensión entre el Gobierno nacional y las organizaciones de DD.HH. respecto de lo sucedido durante la última dictadura militar.
De acuerdo a la información que se dio a conocer en la previa, desde Casa Rosada tienen planificado difundir durante la jornada un mensaje grabado con el objetivo de abrir un debate respecto a “la historia oficial” e introducir la voz de las víctimas de las agrupaciones armadas de los ‘70. NA
20 años
Exactamente 20 años se cumplen del día en que el expresidente Néstor Kirchner hizo descolgar los cuadros de los dictadores Jorge Rafael Videla y Reynaldo Bignone de la galería de directores del Colegio Militar.
Fue un acto de reparación histórica por los crímenes de lesa humanidad de la última dictadura, con un enorme simbolismo.
A su vez fue fundante de una nueva identidad política, el kirchnerismo, que estaría marcada a fuego por las banderas de Derechos Humanos desde sus albores.
"Proceda", le indicó el santacruceño al entonces jefe del Ejército, Roberto Bendini, quien se paró sobre un banquito y bajó los retratos de los dos máximos íconos de la represión ilegal y del terrorismo de Estado.
La imagen de un presidente civil indicándole a la máxima autoridad militar del momento (y que éste obedeciera) que bajara los cuadros de Videla y Bignone en la casa donde se formaban las nuevas generaciones de cadetes militares recorrió el mundo y le dio prestigio a una administración que había asumido tan sólo unos meses antes con apenas el 22 por ciento de los votos.
Fue un mensaje político claro, que fue transmitido en vivo y en directo para todo el país, con la intención de dejar claro que éste iba a ser un Gobierno diferente en lo referido a los Derechos Humanos, que iba a marcar un antes y un después en esa materia.
La ceremonia encabezada por Kirchner aquel 24 de marzo de 2004 para conmemorar los 28 años del último golpe militar, fue el punto más alto a nivel simbólico de una política de Derechos Humanos que incluyó el pase a retiro de decenas de generales, almirantes y brigadieres investigados por crímenes de lesa humanidad, la derogación de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, y la anulación de los indultos declarados inconstitucionales por la Justicia.
Estas medidas abrieron paso a una multiplicidad de juicios contra militares y civiles que participaron de la represión ilegal en los años de la dictadura, en un proceso de Memoria, Verdad y Justicia reconocido en el mundo entero.
La decisión de descolgar los cuadros se había tomado un par de días antes.
Según dicen las malas lenguas, la versión se filtró al Colegio Militar, y un grupo de cadetes decidió secuestrar los retratos originales de Videla y Bignone, que estaban pintados en óleo.
De acuerdo a esta hipótesis, los cuadros que Bendini bajó en la ceremonia eran meras fotografías de los dos dictadores. Nunca se pudo corroborar cuál fue la verdadera historia. NA