Lunghi a Margarita II: “Ojalá que su visita también nos permita abrir otras puertas”
Durante el acto en el Salón Blanco, el intendente Miguel Lunghi brindó unas palabras en el marco de la visita de la Reina Margarita II y el Príncipe Federico a Tandil.
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Aquí el discurso completo:
Para nuestra ciudad y para los vínculos añejos y eternos que hacen de Argentina y Dinamarca una tradición de mutua fraternidad, respeto y admiración, es realmente un honor recibir a la reina Margarita II junto con su hijo el príncipe Federico en nuestra ciudad.
Hoy se cumple para este intendente una de esas hermosas simetrías entre el vínculo filial de un padre y un hijo: así como en 1964 mi padre, el entonces intendente don José “Pepe” Lunghi recibió a la princesa Benedikta de Dinamarca, en ocasión de inaugurase la estatua de Juan Fugl, por esos misteriosos designios de la historia, 55 años después hoy le toca a su hijo como intendente de Tandil darle la bienvenida a su majestad Margarita. Pero eso no es todo.
También mi padre en 1966 recibió a su Majestad Margarita II, en un viaje donde la entonces princesa heredera al trono visitó Tandil junto a las localidades de Necochea y Tres Arroyos, pues como sabemos en estas tres ciudades está radicado el mayor número de inmigrantes de esta colectividad.
Así, mágicamente, es posible sentir que revivimos o reescribimos con mucha emoción esas páginas que sin duda tienen la categoría histórica del acontecimiento en el camino hacia el Tandil del bicentenario. Acontece aquí, en este día, un encuentro que trasciende las fronteras geográficas, la diversidad del mundo global y las particularidades de cada país y de cada región.
Siento que en este encuentro volvemos a sentirnos unidos por ese hilo de oro que en 1845 comenzó a urdir –moliendo sus sueños de harina en su mítica tahona- el pionero danés Juan Fugl.
Fue el arquetipo del emprendedor comprometido con su tiempo y con su sociedad, fue el modelo de aquella colonización que de joven había soñado fundar bajo la épica de la cultura del trabajo.
Ese hilo de oro se continuó a través de las generaciones de hijos que vienen de padres, abuelos y bisabuelos de daneses, quienes construyeron una de las colectividades más emblemáticas en Argentina, y que han honrado la memoria a partir del sacrificio, el tesón, el desarraigo, el culto a las tradiciones, al trabajo y la profunda fe con que escribieron su historia.
Yo siento, su Majestad, que hoy el alma de Fugl, cuyo apellido en danés significa “pájaro”, está sobrevolando sobre nosotros. Viene con usted y con todo lo que usted representa.
Ojalá que su visita también nos permita abrir otras puertas y ventanas en el intercambio cultural y comercial, en el compartir nuevos saberes y antiguas creencias.
Le entrego en este acto la llave de la ciudad. Es la ciudad de los pioneros inmigrantes y criollos que la hicieron, y de los contemporáneos que buscamos honrar su ejemplo. Es la ciudad que ha hecho de dos naciones como Dinamarca y Argentina una pequeña patria en común. La saludo a usted y al príncipe Federico en nombre de todos los tandilenses esperando que nos vuelva a visitar cuando su corazón lo desee, y para ello le tributo un hermoso proverbio danés: “El camino a casa de un amigo nunca es largo”.