Los recolectores convocaron a una movilización y cruzaron al Sindicato Municipal
La medida de fuerza iniciada por los trabajadores del servicio de recolección de residuos sigue adelante y suma nuevos capítulos, mientras el paisaje urbano se cubre de basura y la administración comunal coloca contendores y abre el relleno sanitario para atajar la urgencia.
Recibí las noticias en tu email
En concreto, los recolectores, en pie de guerra, reclaman una suma fija en concepto de bonificación por productividad y otras cuestiones que hacen a la labor diaria, inclusive la incorporación al área de diez empleados que sean familiares. Con este escenario en ciernes y sin acuerdo entre el Ejecutivo y los operarios, las autoridades solicitaron el jueves la conciliación obligatoria al Ministerio de Trabajo provincial -que todavía no se expidió al respecto-, para poder negociar una salida con el servicio regularizado. En tanto, los trabajadores se movilizarán este martes al mediodía al Municipio para continuar exponiendo su reclamo.
El rol del Sindicato
Por otra parte, el pasado sábado, el Sindicato de Trabajadores Municipales de Tandil emitió un comunicado titulado “La única verdad es la realidad II”, en el que detallaron su posicionamiento frente al problema. Así, en el texto afirmaron que no están de acuerdo con el sistema de productividad pautado entre los recolectores y el Gobierno local en junio, ante la exigencia de los trabajadores.
En este sentido, argumentaron que se oponen a esta medida “para preservar la salud de los trabajadores, ya que estos por de tratar de tener un dinero más se exponen a levantar mayor peso que el debido y pueden tener accidentes laborales que después les juegan en contra. Sobre todo considerando que es una tarea insalubre, penosa y riesgosa”.
Asimismo, se ocuparon de remarcar que los delegados del turno mañana “nos han querido dejar como los culpables de lo que está sucediendo, cuando varias veces a ellos se les explicó las consecuencias que traería este sistema para que se lo trasladaran a sus compañeros. No sólo nos desoyeron, sino que rompieron la organicidad hacia la institución que los protege y les da la inmunidad gremial tomándose atribuciones que no tienen”.
El conflicto con recolección no se solucionó y la ciudad sigue repleta de basura
Cuestión de dinero
Como corolario, desglosaron que un recolector sin antigüedad cobra en bruto una suma de 68.000 pesos que, con los descuentos pertinentes, se transforman en 54.000 pesos de bolsillo. Este cálculo está hecho sin sumar antigüedad, asignaciones familiares ni nocturnidad, lo que elevaría el resultado final.
Al respecto, desde el gremio expusieron que es “una suma para nada despreciable, que no estamos en desacuerdo que cobren, pero la única verdad es la realidad”.
“La realidad nos dicen que la inmensa mayoría de trabajadores esta bajo esa línea de ingresos y con necesidades laborales insatisfechas en las que estamos trabajando y esperando respuesta del Ejecutivo, muchos de ellos priorizaron la demanda salarial general del 20 por ciento a los básicos que cobraremos este mes, por sobre las demandas individuales del área. Si hay plata para un sector, hay plata para todos los sectores. O viceversa, si no hay plata para uno, no hay plata para nadie”, cerraron con contundencia.
Nuevo conflicto entre recolectores y Gobierno por dar marcha atrás con el reciente acuerdo
“Sueldos bajos, sindicato rico”
La respuesta de los recolectores llegó este lunes y en el escrito, retoman que “esto arrancó el 1 de mayo, cuando se nos informó que no nos iban a poder pagar más los recorridos caídos. Durante un mes, los delegados estuvieron yendo al sindicato para buscar una solución al problema y plantear las quejas de los compañeros. Ante tanto malestar de los empleados, se le pidió al gremio que hablara con los compañeros. El propio Roberto Martínez Lastra nos dijo a los 57 empleados que ‘hasta acá llegaba'”.
En ese momento fue cuando los trabajadores decidieron asesorarse con un letrado ante la falta de ayuda de la representación sindical y siguieron solos su camino. “La recolección no es política, sólo estamos pidiendo lo que nos prometieron: una recomposición al faltante de camiones y personal. Por eso figura ‘pago complementario’ en nuestro recibo de sueldo”, justificaron. Por otra parte, sostuvieron que ellos tampoco están de acuerdo con la productividad y aseguraron que “eso no era lo acordado”.
Seguidamente, observaron que es una “bajeza” poner números “ficticios” y acusaron a la entidad gremial de culparlos por recibir sueldos sobrevaluados, en detrimento de otros sectores del Municipio. “La conclusión es simple: sueldos bajos, sindicato rico”, lanzaron. También aludieron al pedido de incorporación de personal que sean familiares de los empleados y, no sin cierta ironía, cuestionaron que “no vemos cuál es el malestar, puesto que Lunghi, Civalleri, Soto y Martínez Lastra también los tienen”.
Y, finalmente, criticaron que “el valor que pedimos que se nos respete es insignificante a lo que gastó el Municipio en contratar una empresa privada. ¿No podrían haber arreglado con los recolectores? Si no hay plata para uno, no hay plata para nadie, ¿pero para la privada sí?”.