El debate sobre la despenalización del aborto pasó la barrera social y llegará al Congreso
La semana pasada el presidente Mauricio Macri decidió dar vía libre a sus legisladores para el tratamiento del boceto para la legalización del aborto. Este próximo 6 de marzo las diputadas que van a llevar el último proyecto al Congreso, darán inicio a un debate, que desde el Gobierno nacional admitieron que viene en parte por la presión que están generando los reclamos de género.
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Carina Banfi, diputada nacional por Cambiemos, contó en conversaciones con El Eco Multimedios que la posición del Presidente no les resultó novedosa, ya que cuentan siempre con libertad para tratar todos los temas. “Este asunto principalmente está puesto por la agenda pública, comenzó en una demanda social como un debate pendiente en relación a todos los avances y principalmente la concientización que hay sobre la violencia de género”, explicó. “De lo que estamos hablando es justamente de despenalizar a una mujer, que en la situación que se encuentra de emergencia sobre un embarazo no deseado o no consentido, tenga este recurso de manera legal”.
El aborto hoy existe, pero se desarrolla de manera clandestina y es allí donde muchas mujeres ponen en riesgo su vida. Sin embargo, cabe destacar que en Tandil existe desde principios de 2016 el Servicio de Consejería e Interrupción Legal del Embarazo que funciona en el Hospital Santamarina, y está integrado por un equipo de profesionales que asisten a mujeres que necesitan acceder al aborto.
“Creo que el cambio de paradigma en Argentina está justamente en cual es la composición del Estado, como un Presidente, más allá de sus opiniones personales, considera que es el Congreso el que tiene que debatir en profundidad, porque si hay una modificación de la norma tiene que suceder allí y fundamentalmente no impedir el debate”, dijo Banfi, quien además aclaró que según se puede percibir, no hay una posición uniforme sobre esto.
Un halo de prejuicio siempre está rondando este delicado tema, la diputada consideró que “algunos lo que aportan al Estado de derecho son sus cuestiones de fe, otros creen que tienen que hacerlo valer en el fortalecimiento a través de una norma que rija para todos por igual, y otras personas, que son la mayoría dentro del Congreso, que no tienen una posición porque nunca se la han planteado”.
En lo que sí está la mayoría de acuerdo, es que esta libertad de conciencia debe ser alimentada con información y estando predispuestos a escuchar a los especialistas.
“La vida no se debate,
es un derecho”
La ley hoy dice que el aborto es un delito contra la vida, y quienes se mantienen firmes en esta postura no aprueban el acto del aborto y menos su legalización, defienden la vida por sobre todas las cosas y desde la concepción. El proyecto apuntaría a que el aborto fuera libre y previo a la semana 14 de gestación, sin embargo, desde los grupos antagónicos rechazan que esto pueda ser así, ya que a partir del día 8 ya es posible escuchar latir el corazón del bebé.
“Creemos que la forma en que el Estado defienda y proteja a las dos vidas no es el aborto. No es la libertad de la madre, porque antes que el derecho a la libertad está el derecho a la vida”, enfatizó Julieta Bosch de la agrupación Más Vida.
Aunque no hizo falta que aclare su postura ante la vida, dejó en claro que no quieren poner presas a las mujeres que abortan, “esa es una discusión diferente”.
En su planteo asegura que las víctimas son dos, el hijo que es a quien le cuesta la vida y la madre porque el aborto provoca una herida muy difícil de sanar. “Si una madre mata a su propio hijo, de alguna manera se crea una violencia en la sociedad, y eso también queremos evitar”. “Se pueden eludir una gran cantidad de abortos si se le diera una contención a la madre y si ella supiera realmente lo que significa el aborto, creo que hay muchas que revertirían su posición de querer hacerlo si tuvieran la información correspondiente”, argumentó.
“Por un lado, creo que la vida no es una cuestión de debate, es un derecho taxativo y hay que protegerla”. Por otro, a título personal, admitió que se blanquearía algo que ya se está dando pero de forma ilegal. Entonces, desliza que dar lugar al debate “es casi más sano que hacerlo solapadamente”.
“Ojalá que no se apruebe”, determinó. Sin embargo, también consideró que está bien que se de la discusión, siempre y cuando a esas chicas que están pensando en hacerlo se les presente otras alternativas desde el Estado, como ser más educación antes del embarazo, y una vez concebido en una circunstancia no deseada darles otras herramientas.
“El hijo ya está, esa madre es madre aunque no quiera. La pueden acompañar y apoyar en los sentidos que necesite”, dijo haciendo referencia al importante y fundamental rol de los médicos en este sentido, que “pueden ayudar, informando, por ejemplo, que lo que hay dentro del cuerpo no es un grupo de células y nada más, sino que es una vida, otro ser diferente a la madre que solo depende de ella, con ADN diferente”.
“Lo que tenemos que decidir es si somos un país que defiende la vida o no”, remató.
“Si se legaliza, sería
un paso importantísimo”
Ya hace varios intentos que el proyecto es rechazado para ser tratado, y así seguía quedando pendiente para la política del país, pero no así para la sociedad que haciendo resonar cada vez más fuerte su reclamo logró instalar el tema en la agenda.
“Creo que es importante que se de esta instancia de debate, largamente postergado por los gobiernos. Si bien hubo distintas propuestas que eran favorecidas por legisladoras de los partidos políticos pero que no llegaban a tomar estado legislativo, siempre ha sido infructuoso ese camino”, analizó Andrea Rossetti, directora de Políticas de Género y Diversidad Sexual del Municipio. “Esas instancias permitían seguir abriendo el debate en la ciudadanía”.
Ve con buenos ojos esta posibilidad de poder elevar un asunto que es importante y que afecta a la salud femenina, tomarlo como un tema de salud central de las mujeres argentinas y sobre todo a las más vulneradas en sus derechos. “Celebro eso en principio, es sano, algo que está en agenda sobre todo mediática”.
Claramente, es un tema que abre un abanico de posibilidades en cada una de las fuerzas políticas, “lo bueno es que finalmente llegue al Parlamento y que quienes representan la voluntad soberana lo traten, cada uno con sus posturas”. “Habilita la palabra y el intercambio dentro de cada fuerza y seguramente se traducirá en las exposiciones”.
“Si se legaliza, sería un paso importantísimo”, afirmó, sosteniendo que contrariamente a lo que se supone, aquellos países más desarrollados que tienen políticas públicas en este sentido, han demostrado en estadísticas que ni aumentan los casos ni llegan a instancias no deseadas aquellas personas que no quieren. “Es un tema de Derechos Humanos, lo que está ocurriendo hoy es que las diferentes fuerzas políticas están dando un debate interno preparatorio y me parece que es sano para la democracia”.
“Sea cual fuere la resolución, espero que sea positiva”, alegó que no se puede eludir más el debate. Analizándolo desde el punto de vista democrático y de Derechos Humanos, sostuvo que este debate es “necesario y urgente”. “Las mismas estadísticas demuestran que la no política u ocultamiento conducen a muerte o secuelas en la salud de las mujeres”.
“Celebro con alegría
que se trate en el Congreso”
“Nosotros lo venimos pidiendo desde hace años, y claramente celebro con alegría que sea quien fuere abra el debate y que esto se haga en el Congreso de la Nación”, manifestó orgullosa Liliana Giannattasio, miembro del Foro por la Promoción y Protección Integral de los Derechos de las Mujeres.
Son varias voces las que adjudican este interés en el tema a una maniobra o interés político. “No somos tontas”, remarcó al respecto, además agregó que para ella se debe a un aprovechamiento después de lo que fue el pañuelazo del lunes pasado. “De cualquier manera, como queremos que este tema se trate, por los argumentos que tenemos que principalmente tienen que ver con la salud pública, celebramos que se lleve adelante”.
Giannattasio lo reconoce como un paso adelante enorme, “donde también se reconoce la fuerza que tiene este reclamo de las mujeres”, diferenciando a la sociedad de la política, ya que no piensa con especulaciones con quien quedará mal o quien está de acuerdo o en contra. “Aquí no hay lugar para la hipocresía porque se va la vida de las mujeres”, advirtió.
Carlos Fernández se pronunció en contra del
aborto pero en favor de la despenalización
La despenalización del aborto en Argentina ocupa gran parte de la agenda y el debate ganó espacio en los medios de comunicación y en las redes sociales. En ese marco, el Gobierno nacional habilitó días atrás a que la iniciativa sea tratada en el Congreso.
Mientras se multiplican las voces de uno y otro lado, el presidente de la Nación Mauricio Macri convocó este lunes, en Olivos, a los diputados y senadores de Cambiemos, a quienes alentó a dar un debate “profundo y respetuoso” respecto de la posibilidad de legalizar el aborto.
De esa convocatoria participó el diputado nacional Carlos Fernández. El tandilense, que asumió su banca el pasado 10 de diciembre, repasó ante El Eco de Tandil detalles de la reunión y se mostró en sintonía con la necesidad de promover una discusión “seria y responsable” que demanda la temática.
“El tema estuvo clausurado durante más de una década en Argentina; llegó el momento de debatir desde el Estado qué hacemos con un tema de salud”, reflexionó el legislador nacional.
Los legisladores
En primer lugar compartió el mensaje que transmitió Macri, que en materia legislativa dijo que además de las iniciativas que propiciará el propio Ejecutivo, “habrá espacios” para el debate de propuestas planteadas por los diputados y senadores. “Dijo claramente que era nuestro turno; que se había logrado aprobar gran parte de las herramientas necesarias para la gestión y que era necesario seguir consolidando el desafío de lograr mayorías en el Congreso”, dijo sobre lo expuesto por el jefe de Estado.
Luego se enfocó en el tema del aborto, sobre el cual el Presidente tiene su postura pero aseguró que “no se la iba a imponer a nadie”, por eso aspiró a que “diéramos un debate levantado, con miradas trasversales a los distintos partidos y dijo que iba a estar feliz si veía a dos legisladores de Cambiemos discutiendo posturas distintas, con altura, con respeto”.
Pese a su postura, según Fernández, Macri se mostró en sintonía con la necesidad de dar discusión y generar legislación en la materia. “Lo que no quiere es obturar el debate”, precisó.
El encuentro, en términos generales, fue bien recepcionado por los integrantes de la bancada oficialista, en una nueva experiencia de intercambio que implementó la gestión de Mauricio Macri. “Me pareció absolutamente saludable”, subrayó el exsenador provincial.
Posicionamiento
A la hora de exponer un posicionamiento, Fernández se ubicó “en contra del aborto y en favor de la despenalización”, por lo que sugirió establecer un régimen legal que lo permita y que sea una decisión individual.
En ese sentido consideró que “en Argentina no son las mismas condiciones para una mujer pobre a una mujer con recursos”, por eso trazó como fundamental que la ley “no se limite a esta cuestión” sino también que avance en profundizar la “educación sexual y facilitar los métodos anticonceptivos”.
No obstante, “como hombre democrático”, reconoció que sus convicciones “no tienen que ser obligatorias para el resto”, a la vez que marcó una “diferenciación clara” entre el Estado y las creencias religiosas e insistió con la necesidad de establecer una discusión.
En ese marco, aseguró que profundiza sus conocimientos en torno a la temática, especialmente enfocado en la legislación vigente en países como Italia, Portugal, España, Ecuador, Chile, México, entre otros, para sumar la experiencia internacional en su visión
“No será el kirchnerismo el
que defina los tiempos” de
tratamiento del proyecto
En cuanto a las alternativas para promover el tratamiento del proyecto de ley en el recinto, el diputado consideró que la sesión que se plantea para el 8 de marzo resulta muy pronto para abordar el tema con la profundidad que requiere.
“Un debate serio y responsable requiere mucho más tiempo y el transcurso del tema por las distintas comisiones”, aseguró Fernández, que argumentó su postura al señalar que el expediente “estuvo parado doce años; el kirchnerismo no permitió este debate y no será el kirchnerismo el que defina los tiempos”.
En ese sentido apuntó a que el Congreso consulte la voz de los especialistas, de los representantes de los distintos credos, de las ONG que trabajan en la materia, para enriquecer la discusión.
Y deslizó incluso la posibilidad de convocar a una consulta popular para que la sociedad en su conjunto se exprese sobre esta cuestión.
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