Protección Ciudadana afirmó que empezó a trabajar en las picadas en La Porteña
Desde ese barrio firmaron una nota y manifestaron públicamente su preocupación por las picadas que se efectúan todos los domingos en la rotonda del Gauchito Gil. El subsecretario de Protección Ciudadana, David Tifner, aseguró que ya están actuando en consecuencia. La intención es buscar una solución conjunta con la Dirección de Tránsito, Policía y Caminera.
Si bien aún no llegó a sus manos la nota presentada por los vecinos del paraje La Porteña, donde se quejan por las recurrentes picadas de autos que los mantienen preocupados, el titular de la subsecretaría de Protección Ciudadana del Municipio David Tifner informó que se hicieron eco del reclamo por la nota publicada ayer en este Diario. A partir de allí es que inmediatamente empezaron a gestionar una posible reunión entre la Dirección de Tránsito, la Policía e incluso piensan en la eventualidad de incorporar al Destacamento Vial, ya que estas carreras se están dando en la ruta. “Leí la noticia y conforme a eso vamos a actuar en consecuencia”, aseguró el subsecretario.
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“Ya estuve charlando estas cuestiones y estamos considerando el tema, lo vamos a hablar y ver qué se puede hacer para evitar que esto siga sucediendo”, apuntó. Además, recordó que no es la primera vez que ocurre, ya que han tenido casos en las avenidas Illia y Lunghi, donde han ejercido presencia policial a los efectos de que no continúen esas acciones que son ilegales.
De todas maneras, el funcionario indicó que hasta que no haya una legislación específica mediante la cual puedan tomar medidas más concretas, la única opción es correrlos sin garantizar que se terminen para siempre o se muden a otro sitio. “Nosotros no hacemos las leyes y no podemos mandar a un individuo preso por correr una picada”, esbozó. En este sentido, manifestó que más que realizar una contravención e infraccionarlos no pueden hacer.
Por otro lado, sostuvo que es un tema muy largo y de muy vieja data, que lamentablemente ocurre en todo el país. “Lo hemos ido solucionando con presencia policial, pero ahora se están yendo a la ruta”, dijo, por eso la intención de hablar la problemática con el Destacamento Vial también.
La preocupación del barrio
Tal como se publicó en la edición de ayer, algunos vecinos del paraje La Porteña se han reunido para dar a conocer abiertamente su intranquilidad ante la sucesión de carreras y picadas de autos que tienen lugar en inmediaciones de ese barrio hace más de un año. Según indicaron, los eventos se dan todos los domingos entre las 23.30 y 00.30 en la rotonda del Gauchito Gil, en la intersección de las avenidas Estrada, Jujuy y Ruta Provincial 30, a los que concurre muchísima gente. Han podido ver cerca de 60 autos entre participantes y público.
La problemática que detectan no solamente tiene que ver con el peligro que significa para los lugareños y transeúntes de la zona, sino que también su queja apunta a los ruidos molestos que ocasionan los vehículos, ya que la mayoría está “preparado” y con escapes liberados. De hecho, una de las vecinas que vive a unos 400 metros del lugar, señaló que a pesar de la distancia por esas noches es imposible conciliar el sueño, sobre todo para su bebé y sus otros pequeños.
Cansados de llamar al 911 sin respuesta favorable, decidieron que su queja no quedaría en los medios y presentarían una carta a la oficina de Control Urbano Vehicular de la Municipalidad con la expectativa de que su pedido no solamente sea considerado, sino que se encuentre alguna solución al respecto. En la misma, destacan su preocupación por la inseguridad vial que advierten durante esos encuentros, que “son ilegales”.
“Orientados por los agentes policiales que reciben nuestros reclamos domingo a domingo es que nos organizamos y solicitamos a ustedes, responsables del tránsito en nuestra ciudad, se coordine una acción que sea eficiente para la erradicación de estos encuentros en nuestro barrio”, escribieron los vecinos.
En el mismo texto, los que firman la nota cuentan que ya han sufrido la destrucción de una garita ubicada en dicha rotonda producto de un choque ocurrido durante esas picadas, esperando que las acciones lleguen a tiempo y no tener que lamentar algún incidente o pérdida mayor.