Pidieron la prisión preventiva para los acusados por el homicidio de Bustamante
Ayer, el fiscal elevó el pedido al juzgado de Garantías, que tendrá cinco días para resolver. El paso procesal lleva a considerar que la investigación está prácticamente concluida. Aun no se resolvió la situación procesal del liberado Emanuel Ramírez.
Ayer se completó otro capítulo judicial en el expediente que sustancia la investigación por el crimen de Jorge Bustamante. El ministerio público concluyó con las imputaciones de los dos acusados del homicidio y elevó el pedido de prisión preventiva. Ahora el Juzgado de Garantías 2 tiene cinco días para resolver.
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Como se vino detallando, la pesquisa por el crimen de Jorge Bustamante fue cerrándose con positivas sensaciones para los investigadores, que más allá del ruido mediático y controvertidas versiones cruzadas, lograron recopilar prueba contundente en pos de endilgar las responsabilidades penales de los dos implicados en el resonante suceso delictivo, Nahuel Morales y Ángel Tami.
Ayer, el fiscal Gustavo Morey elevó a consideración de la jueza de Garantías, Stella Maris Aracil, el pedido de prisión preventiva para los nombrados, acusados de “Homicidio criminis causa”, y subsidiariamente de “homicidio en ocasión de robo”.
Desde hoy la jueza cuenta con cinco días hábiles para expedirse sobre el pedido para ambos detenidos, en tanto que sigue sin resolverse la situación procesal de Emanuel Ramírez, oportunamente liberado aunque aún sigue procesado en la instrucción penal preparatoria, al aguardo de su sobreseimiento a partir de las pruebas que obran a su favor sobre la inocencia en el terrible suceso delictivo.
Tal se vino informando, el fiscal dispuso la falta de mérito para con Ramírez, decisión que, como se esperaba, no contó con obstáculos de parte de la jueza de Garantías, quien oportunamente ordenó la inmediata liberación del involucrado.
Como se había informado, Ramírez gritó su inocencia desde el instante que la policía irrumpió en su domicilio con fines de detención, a partir de la confesión de Morales, a consejo de su defensor particular Claudio Castaño.
Precisamente sobre el letrado apuntaron las acusaciones de Ramírez y su familia, confiando en que había quedado “pegado” en el caso por obra y gracia del controvertido abogado, que a título de una venganza por una relación íntima que terminó en malos términos, le hizo decir lo que dijo a su pupilo.
Los acusados
Sobre la imputación de Morales y Tami, ambos confesaron su participación aunque se reprocharon roles distintos en el homicidio. Independientemente de las declaraciones interesadas de ambos detenidos, la pesquisa cuenta con un testigo “clave” que permitió arribar a las acusaciones.
A propósito del futuro procesal de los dos seriamente involucrados en el crimen, la acusación se abocó decididamente a cambiar la carátula del expediente, hasta ayer considerado el caso como un “homicidio en ocasión de robo”.
Con el volumen de prueba en contra de los sindicados como responsables del crimen, el hecho fue caratulado por la acusación como “homicidio criminis causa”, figura delictual que prevé una pena en expectativa de la prisión perpetua.
Cabe consignar que homicidio crimis causa establece una gravedad penal sensiblemente superior a la de un homicidio en ocasión de robo. Y el delito deviene de considerar “la conexidad” entre el primer hecho -el robo-, con la facilitación, ocultamiento y así lograr la impunidad –mediante el homicidio-.
Las confesiones
Como se informó, tanto Morales como Tami, a sus tiempos y sus formas, confesaron su participación en el hecho. Cada uno, claro está, endilgándole al otro la responsabilidad material del homicidio de Bustamante.
Las exposiciones y sus respectivas diferencias no interesan mucho a los investigadores, y la veracidad de sus dichos eventualmente podrían dilucidarse en un futuro debate de un juicio (por las características del caso podría llegar a un juicio por jurados).