El padre de Micaela amplió su denuncia
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Tal se anticipó en estas páginas, ayer estaba previsto un nuevo encuentro en la fiscalía temática de violencia de género con el padre de Micaela Alba, quien se había presentado en la Justicia en pos de investigar si existió una responsabilidad penal en el drástico final de su hija.
En la nueva entrevista, formalmente considerada como una ampliación de lo que había sido su denuncia, se prolongó por horas, en las que el hombre expuso sobre la historia de Micaela, sus días, su vida, antes, durante y después de la relación con la expareja a la cual ella señaló en sus posteos en las redes sociales antes de suicidarse.
De lo que trascendió de su exposición que hace a la vida privada de la familia y su relación con la joven madre fallecida, el progenitor reconoció etapas en la vida de su hija surcadas por trastornos psicológicos, que merecieron la intervención de profesionales e incluso una internación en un centro de salud mental.
Se aludió, a más precisiones sobre un presunto diagnóstico de una personalidad borderline que, al decir de clasificaciones psiquiátricas más relevantes obrantes en bibliografías, a grandes rasgos se alude a un paciente que presenta un patrón con síntomas tales como dificultad para manejar las emociones y el pensamiento. Impulsividad y conductas temerarias. Relaciones interpersonales inestables.
Cabe consignar que dicha definición deberá ser acreditada en el expediente incipiente que instruye la fiscalía en cuestión, para lo cual, entre otras diligencias, se solicitó precisamente todo lo concerniente a la historia clínica de la joven. A la vez, se citaría a los especialistas que oportunamente la trataron en pos de ahondar más en dicho cuadro y, a partir de allí, sumar elementos que permitan avanzar en la causa tendiente a dilucidar si existió la posibilidad de que haya padecido una instigación al suicidio de parte de quien señaló la propia joven en sus redes sociales antes de quitarse la vida.
Por otro lado, el padre también ahondó sobre el material que oportunamente secuestró la policía, acerca de cartas, una gillette y demás que la joven habría recibido de parte del señalado.
Por otro lado, también se convocará a las hermanas de Micaela para que presten su testimonio en lo que se definió como una plena etapa instructiva, en la que aún no se resolvió nada en torno a si el caso y sus pruebas ameritan avanzar o descartar la hipótesis del delito sospechado, acerca de una instigación al suicidio, por el cual no pesa ninguna acusación ni imputación al respecto, más allá de la exposición pública que se hizo sobre los protagonistas.