Arreándolas a plena luz de día y por la calle, se robaron 13 vacas preñadas de un campo en De La Canal
A media mañana y como si fueran suyas, tres hombres a caballo las trasladaron por los caminos rurales de la zona. Hay dos identificados pero ningún detenido. En distintos momentos y lugares fueron encontrando algunos animales y ya suman 11. Hace tiempo que el abigeato en esa localidad mantiene a los lugareños en vilo, pero los vecinos le hacen frente unidos.
El hecho ocurrió en la mañana del martes, aunque no se sabe exactamente a qué hora los cuatreros tomaron posesión de la hacienda del establecimiento. Luego de romper los alambrados, tres hombres a caballo se llevaron 13 vacas de raza Hereford preñadas del campo San Eusebio, en la localidad de De La Canal.
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Al ser un campo grande, no es posible notar desde el casco si hay algo irregular o no, por lo que ni el encargado, ni el puestero, ni su dueña se percataron de la ausencia del ganado. De hecho se enteraron de lo acontecido gracias a la Patrulla Rural, que recibió la denuncia por ocho vacas sueltas. Incluso algunos vecinos dela estación vieron que tres jinetes iban arreando los animales por la vía, desde el pueblo hacia Tandil, pero no les resultó extraño porque es algo relativamente usual en las zonas rurales.
La dueña y administradora del establecimiento, Florencia Repetto, se mostró indignada con el hecho, ya que tienen ese campo de toda la vida y nunca les había ocurrido algo así. “Estoy agotada”, admitió, tras recorrer dos días la ciudad para encontrar sus animales. Hace más de seis años que ayuda a sus padres con la administración del lugar, que era de sus abuelos anteriormente, y aunque vive en Buenos Aires viaja frecuentemente. “El campo nunca se queda solo, pero ahora ¿cómo hacemos para vivir tranquilos?”, se lamentó.
La cronología
El abigeato, los bandidos rurales, el cuatrerismo, es algo que nunca ha dejado de existir en zonas productoras de animales, sin embargo, desde hace un tiempo que volvió a ser frecuente, al menos en la localidad de De La Canal.
A las 21 del martes Florencia recibió el llamado de Tomás Cesio, responsable regional de Senasa, quien le avisaba que habían encontrado ocho vacas suyas en cercanías a la feria de la Sociedad Rural. Esto fue posible porque un vecino de esa zona llamó a la Policía Rural al advertir los animales, lograron encerrarlos y cuando llegó Cesio tomó el número de las caravanas para chequear en los registros de la entidad local y constató que pertenecían a San Eusebio.
Como era de noche no podían buscarlas, inmediatamente se pusieron a recorrer los perímetros del campo hasta que encontraron un alambrado caído, roto, pisoteado. Según detalló luego la Policía, habían hachado los postes para derribarlo y el ganado había salido por el campo del vecino.
Al otro día se acercaron al predio donde estaban las encontradas, corroboraron que sean suyas y gestionaron el transporte para volverlas a su lugar. El mismo hombre que dio aviso de esas ocho, había notado que a la redonda había más, pero ya no estaban. Sin embargo, mientras se iniciaba el traslado recibieron el llamado de alguien que vio un noveno animal en cercanías al Aeroclub, así que después de numerosos trámites la buscaron y fue cargada con el resto. Finalmente a las 20.30 del miércoles habían recuperado parte de la hacienda.
“Lo primero que hice fue hacer la denuncia y me puse a buscar mis vacas por Tandil junto a la Patrulla Rural, trabajamos sin parar”, contó la damnificada.
Los rastrillajes continuaron ayer con recorrida de las vías en áreas no muy lejanas al pueblo de De La Canal. Cerca del mediodía hallaron una más y la guiaron hasta la querencia, mientras que al anochecer encontraron otra, pero como ya estaba oscuro y empezaban a caer unas gotas, pasó la noche en un campo vecino.
Testimonios e identificación
“Todos los vecinos ayudaron mucho y se comprometieron con la causa”, contó Repetto. Muchos brindaron su testimonio ante el comisario Aguirre, responsable de la Patrulla, durante el miércoles. Los oficiales estuvieron hasta tarde conversando con la gente e intentando esclarecer el delito.
Uno de los testigos vio a los muchachos con los caballos temprano ese día, sin imaginarse que sería para cometer el abigeato. Otro declaró haberlos visto arreando las vacas, pero podría haberse tratado de cualquier peón rural trasladando sus animales, entonces no le llamó la atención. Otros, por la zona del barrio La Unión aproximadamente, aseguraron que los cuatreros anduvieron por ahí, pero que el ganado se le salió de control y empezaron a desparramarse. Ayer se sumó el último testimonio y fue muy importante. “Algunos reconocieron a las personas”, reveló la mujer asaltada. De esta manera lograron identificar a dos de los ladrones, aunque hasta el momento no hay ningún demorado, ni detenido.
“Esto no pasaba antes, todo empezó hace un par de años”, aseveró Florencia Repetto, quien destacó que fue gracias a la colaboración del pueblo que logró avanzar con todo. “Estamos unidos y sin miedo”, dijo, manifestándose emocionada por la solidaridad.
Según se conoció, desde hace ya un tiempo varios campos de la zona vienen siendo víctimas de este tipo de delitos. Generalmente ocurridos con ovejas o animales más chicos, lo que resulta más difícil de constatar, de hecho ninguno de los casos ha tenido un resultado positivo. Aparentemente, se trataría de las mismas personas que procedieron a cometer el abigeato en esta oportunidad, ya que cuentan con antecedentes.
“Estoy conmovida con la ayuda de todos pero el pueblo necesita volver a tener paz”, dijo esperanzada en que las dos vacas que faltan puedan ser encontradas y los responsables también.