Traumatología en el deporte: los mensajes que hay que escuchar del cuerpo y como tener una mejor recuperación

La traumatología en el deporte tiende a que, en general, el deportista pare lo menos posible. Una persona con un desgarro, por ejemplo, no va a estar compitiendo en siete días, ya que ese tipo de lesión tarde entre tres y cuatro semanas en curarse, “pero no significa que va a estar ese tiempo sin actividad, sino en un proceso de recuperación en movimiento”, indicó el doctor Carlos Ruffa, traumatólogo y especialista en traumatología del deporte. 

En ese proceso de recuperación interviene “el kinesiólogo, actividad en el gimnasio, si corre lo dejamos salir a caminar a la semana o le aconsejamos que haga mucha elongación: el deportista se rehabilita en movimiento”, recalcó el especialista, quien puntualizó que “se para el menor tiempo posible y una vez que esté curado va a recuperar de a poco el nivel en el que estaba cuando se lesionó”.

En cuanto a las personas que no vienen haciendo actividad física, Ruffa recomendó que “es conveniente realizar un chequeo con su médico de confianza para que tenga un panorama de cómo está antes de lanzarse a hacer o retomar una actividad deportiva”. Allí entra la prescripción de análisis de sangre, control con el cardiólogo “para iniciar la actividad con seguridad”.

El especialista explicó que una de las consecuencias de no realizar chequeos “es la más temida, la muerte súbita, pero se puede prevenir si previamente se hacen los chequeos”, y describió que “el permiso lo da el cardiólogo quien le dice a la persona en qué condiciones está de hacer actividad física y hasta dónde”, y esos controles permiten descartar factores de riesgo para llevar adelante una actividad con seguridad.

Ante la consulta de si todas las personas pueden hacer actividad física, Ruffa remarcó que sí, aunque diferenció que “a veces no podemos hacer lo que queremos o lo que nos gustaría”, y ejemplificó que “si una persona es sedentaria, se encuentra con sobrepeso hay que acomodar la actividad física a nuestro momento”.

“Inicialmente no es ideal una actividad con impacto, puede hacer ciclismo, spinning, natación, yoga, pilates, caminar, ello como inicio de actividad”, precisó. En ese sentido, el especialista en traumatología del deporte indicó “que es una forma de prevenir lesiones ocasionadas por el deporte. Siempre se puede hacer actividad física pero hay que acomodarla al momento de la persona”.

Las lesiones más comunes en algunas prácticas deportivas

Ruffa indicó que una de las actividades más extendidas en nuestra ciudad es el running, ya sea por la cantidad de competencias a nivel local, provincial y nacional, y allí “aparecen lesiones por sobre entrenamiento, esguinces, desgarros musculares, contracturas, que son las lesiones más frecuentes”. 

Y remarcó que “siempre es bueno tener un diagnóstico porque las lesiones tienen diferentes grados” por lo que describió que “una lesión leve no trae mayores consecuencias, distinto si es moderada o grave, y no tratándola como corresponde puede dejar una secuela”. Como ejemplo, el especialista explicó que “un esguince mal curado deja un tobillo inestable, ante mínimos traumatismos se vuelve a esguinzar”. 

Además señaló que últimamente hay mucho desarrollo de las actividades del fútbol en césped común y sintético, el auge del paddle con césped sintético, “hay más gente haciendo actividades y quien está más predispuesto a una lesión es aquella persona con mucho tiempo sin actividad física e inicia una disciplina”.

Cada deporte tiene sus lesiones más frecuentes. En el fútbol “las lesiones de tobillos, desgarros musculares y lesiones de rodillas, y en el hockey también, teniendo en cuenta que un terreno sintético demanda una mejor condición física”.

Los pacientes demandan hacer actividad rápidamente

Los deportistas que están en competencia y sufren una lesión en la que hay que realizar una cirugía, en general, son pacientes jóvenes y que están en buen estado de salud, explicó Ruffa, a quien le “termina gustando” que el paciente lo “apure para realizar actividades, aunque los tiempos biológicos hay que respetarlos para evitar una nueva lesión. Nos deja contentos cuando el mismo paciente pregunta que puede hacer en medio de la recuperación”.

El especialista se refirió además al nivel de conocimiento con el que llega una persona al consultorio. “Hoy en día la mayoría de las personas ya tienen un panorama de lo que les está pasando y plantean directamente qué hacer. A veces se pueden hacer y otras no y se lo explico. Pero maneja una información respecto a esa lesión, y eso a mí me parece genial, que la persona pregunte qué opciones de tratamiento, está bueno”.

La importancia de escuchar al cuerpo 

Una de las instancias más importantes es tomar el tiempo y atender “lo que dice el cuerpo”, escucharlo. 

En este sentido, Ruffa indicó que lo habla mucho con los chicos que practican deporte fuerte, de alto rendimiento.

“Para eso tienen que tener un plan de entrenamiento muy exigente, gimnasio, correr, alimentación, descanso, hidratación. A mayor nivel de exigencia hay que estar en más detalles, por eso les digo que tienen que  prestarle atención a su cuerpo”, de acuerdo a cada día de entrenamiento. 

“El ser humano es cíclico, no todos los días estamos iguales de un montón de factores, y es importante a la hora de entrenar evaluar cómo me encuentro”. 

El estrés como problema y parte de la solución 

Cuando se realiza una actividad física, el estrés puede predisponer a una lesión porque la persona está baja de energía, con la cabeza a mil, aunque, por otro lado, la respuesta a bajar esa carga está en la misma actividad física. 

Ruffa indicó que “si uno sabe que está estresado realizar actividad hace que uno descargue el estrés. Uno de los beneficios de la actividad deportiva es la aparición de endorfinas y hormonas que se activan cuando uno realiza lo que le causa placer, es una forma de descargar parte de ese estrés”, remarcó. 

El especialista en traumatología del deporte e integrante del Instituto de Otorrinolaringología Tandil destacó que hay que tener en cuenta “que los seres humanos tenemos mayor expectativa de vida, por ello la importancia de hacer actividad física, no importa cual, y nunca es tarde para empezar. Eso hace que nosotros cuando estemos en nuestra adultez mayor no tengamos que depender, nos va a dar independencia desde lo físico. En eso radica la importancia de la actividad física”, concluyó.    

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