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Prevención cardiovascular: la importancia de escuchar la música del corazón
La arritmia es una alteración del ritmo cardíaco que se presenta con palpitaciones, falta de aire y dolor de pecho. Cómo prevenir y mantenerse sano.
La alteración del ritmo cardíaco se presenta con palpitaciones, uno de los síntomas más comunes. También puede producir falta de aire, dolor de pecho, pero en la inmensa mayoría, no producir síntomas.
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El ritmo cardíaco es regular cuando maneja una frecuencia que va de los 60 a los 100 latidos por minuto. Cuando desciende o aumenta por encima de esos dos parámetros, se habla de una arritmia cardíaca.
Si se hace una analogía del ritmo cardíaco con una melodía, las arritmias serían notas que rompen esa melodía.
“La música tiene un ritmo, básicamente sería romper el ritmo de la música que estamos escuchando”, describió el doctor Nicolás Vecchio, médico cardiólogo electrofisiólogo.
“El síntoma más común son las palpitaciones, sentir los latidos del corazón. Como el ritmo es regular, cuando el corazón baja demasiado su frecuencia cardíaca, o es irregular, entonces uno puede sentir los latidos del corazón, eso es una palpitación”, detalló el especialista, al tiempo que agregó que “también puede producir falta de aire, dolor de pecho aunque, en la inmensa mayoría de las veces, no producir síntomas”.
Ante este último escenario, se plantea cómo se llega entonces a la consulta médica. Y allí aparece el “hallazgo ocasional por un estudio prequirúrgico, un preocupacional, un apto físico, en ese momento con el electrocardiograma se puede encontrar una arritmia. Otro escenario es el de los pacientes que ya tienen enfermedad cardíaca y que se busca repetidamente si existen arritmias cardíacas. Ante determinadas patologías uno tiene que, insistentemente, buscar aunque el paciente no lo sienta”, explicó Vecchio.
El especialista puntualizó que habitualmente la inmensa mayoría de las arritmias son intermitentes o “lo que se dice paroxísticas”, es decir, que no están todo el tiempo.
“Es muy común que los pacientes sientan un síntoma, llegan a una guardia, ya se sienten mejor y el electro les da normal, y les dicen ‘no tenés nada’. Para esos casos existen estudios más largos como el holter, un electrocardiograma de tres canales que dura uno, dos o tres días para ver si en esos días aparece alguna arritmia. Se conecta al paciente como si fueran los mismos electrodos que los de los electrocardiogramas. En vez de ser 12 son 3, o 5. Las baterías duran hasta una semana. Está todo el tiempo registrando”.
Ese dispositivo lo lleva todo el tiempo la persona, según la indicación profesional.
También “existen unos aparatos muy chicos que se llaman holter implantables de larga duración, como si fuera un pendrive. Se coloca debajo de la piel, dura unos cinco años y registra la actividad eléctrica. Es para el caso, por ejemplo, de un paciente que tiene un desmayo cada seis meses. Le dejas algo que dure mucho tiempo para poder registrarla”.
Vecchio indicó que más del 90 por ciento de los registros que hay en la Argentina y a nivel mundial muestran que “las arritmias son benignas y muchas veces no requieren tratamiento, sólo seguimiento. Y por qué una persona tiene una arritmia entonces si es benigna”, se preguntó.
“Generalmente tiene que ver con los hábitos: el estrés, la alimentación, la falta de sueño, los factores de riesgos cardiovasculares mismos aumentan la incidencia de arritmias, que en su mayoría son benignas”, detalló
Pero subrayó que “aun así, hay que hacer una batería de estudios para discriminar a los pacientes que no tienen una arritmia benigna y pueden traer consecuencias a largo plazo. En ese tipo de arritmias se busca hacer tratamiento. El principal es el farmacológico para mitigar los síntomas y además para prevenir posibles complicaciones a largo plazo”.
Existen también las arritmias sostenidas “como es la fibrilación auricular. Es la principal arritmia que genera consultas en una guardia, es una de las principales consultas de cardiología en una guardia”, detalló el cardiólogo y explicó que “si no se trata puede desarrollar dos problemas: insuficiencias cardíacas, y es una de las principales causas de ACV”.
El rol del estrés en la alteración del ritmo cardíaco
El estrés en uno de los factores de riesgo hoy en día más presente y más difícil de controlar, puntualizó Vecchio, que recomendó: “si no podes evitar el estrés, sí podes comer bien, hacer actividad física, dormir bien, para disminuir el impacto en el organismo".
"Genera directamente arritmias por cambios neurohormonales que se dan en el organismo”, destacó.
Y remarcó que “asimismo genera enfermedad cardiovascular que también genera arritmias. Y desórdenes gastrointestinales y metabólicos que también pueden generarlas. Es una causa muy frecuente. Hay que tratarlo, para que los pacientes justamente no sigan con esos síntomas”.
Técnica de ablación, de muy rápida recuperación
Las arritmias se tratan con medicamentos, pero hay algunas que no responden al mismo, indicó el especialista.
“Hay otras (arritmias) que uno ya sabe que la medicación no va a generar ningún cambio. Ante esa situación disponemos de una ablación: es acceder al corazón de manera percutánea, mínimamente invasiva, como si uno se fuera a poner una vía con un suero, y a través de esa vía se accede al corazón para buscar eléctricamente donde está la arritmia y cauterizarla. Es como si uno va y quema la arritmia con un electrobisturí”. Es una técnica médica que “cada vez se hace con mayor frecuencia, tiene muy rápida recuperación. El paciente se interna y se va de alta el mismo día. Tiene una tasa de éxito cada vez mayor”, aventuró.
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