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Pediatría: en el abordaje temprano se previenen enfermedades del adulto
Las acciones de los profesionales se inician con el embarazo y están abocadas a ver qué factores de riesgo y protectores hay en una familia para guiar a ese niño a ser un adulto sano.
La pediatría en un gran porcentaje es prevención y teniendo en cuenta que los controles de salud son necesarios, se hace indispensable que en el abordaje temprano la prevención esté centrada en evitar la aparición de enfermedades no transmisibles, que son una causa de muerte e incapacidad muy importante, indicó la doctora Maite Cabana, médica pediatra, en diálogo con Eco Salud del Eco Multimedios.
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“El pediatra lo que más hace en su consultorio es prevención”, indicó la médica quien describió que entre las enfermedades no transmisibles se encuentran la cardiovascular, hipertensión, dislipemia (colesterol), y la obesidad “que son bastante prevalentes en la edad adulta”.
En ese punto, Cabana destacó que “se sabe que se pueden prevenir con acciones no sólo desde el niño sino también desde el embarazo”.
“El pediatra está abocado a ver qué factores de riesgo y protectores hay en esa familia para guiar a ese niño a ser un adulto sano”, indicó la pediatra, y destacó que desde el embarazo se hace la consulta prenatal para conocer la historia clínica de ese bebé.
Las edades y controles médicos con el pediatra
La relación del paciente con el médico pediatra se inicia con el embarazo pero luego se hace difícil poner un límite hasta que edad son atendidos por el profesional.
“Si vas a una guardia ya cuando cumplen 15 acá se atienden en un hospital de adultos, en otros lugares es hasta los 18, por eso debería lograrse una transición hacia un médico de adultos”, apuntó Cabana.
“En los primeros dos años de vida uno está muy encima del bebé y la familia”, momento en el que se tiene en cuenta el concepto de los primeros mil días de vida “que van desde la concepción donde se sabe que hay muchas acciones que se pueden hacer para prevenir y para garantizar el potencial de salud de ese paciente, en ese tiempo los vemos muy seguidos”, señaló la profesional.
En los primeros seis meses de vida la consulta se hace mensualmente, luego entre dos o tres meses, y a partir del segundo año cada tres meses. Después de los 3 años, los controles se realizan cada seis meses o un año, y a partir de allí en forma anual.
El calendario de vacunación fundamental para la prevención
Durante el primer año y medio de vida del bebé se encuentran la mayor cantidad de vacunas del calendario nacional, “la periodicidad es frecuente, luego hay un salto hasta los 5 años en el ingreso escolar, y después a los 11, salvo que haya un patología en el medio”, detalló Cabana.
La médica explicó que “el sistema inmune del paciente menor de dos años es más inmaduro, por eso uno tiene que estar más encima y las vacunas como método de prevención de enfermedades inmunoprevenibles son fundamentales” y destacó que “tenemos un calendario súper completo, y es rol del pediatra y de la familia que el chico tenga completas esas vacunas”.
En cuanto a la vacunación, es muy importante el rol del jardín de infantes y la escuela, donde en determinadas instancias se solicita fotocopia del calendario de las vacunas y ello “a veces sirve como gatillo para que los padres vengan a consultar porque les pidieron del colegio para ver si falta algo. Es un lugar para regular que esté todo dado, no sólo por ese niño, sino también por los compañeros y los docentes”, remarcó Cabana.
La etapa de la preadolescencia y el acompañamiento del pediatra
La preadolescencia “es una edad súper importante donde tratamos de captarlos más de lo que suelen ir, porque la idea es controlar que esté todo bien en cuestiones básicas como el sueño, la alimentación, el medio ambiente de ese niño, la familia”, sostuvo la médica.
Además, subrayó que esa etapa “es un momento en el que el cuerpo cambia mucho y el consultorio del pediatra debe ser un espacio de escucha y acompañamiento de ese chico y de esa familia” y agregó que ya en la adolescencia, “los pediatras estamos formados para acompañarlos, generar esa situación de confianza para hablar de lo que sea”.
El estrés en lo más chicos
Hay un concepto de cómo la enfermedad o la salud se van determinando por distintas cuestiones: factores de riesgos o favorecedores de salud, y allí se encuentra el medio ambiente donde está el estrés, “y está comprobado que modifica incluso hasta los genes, predispone a ciertas enfermedades o cuestiones del adulto”, describió Cabana.
Y enumeró que se puede manifestar con “ansiedad, depresión, tristeza, no funcionan cómo lo hacían antes en el colegio, con los amigos o en el deporte, ahí se investiga la cuestión medioambiental”, remarcó.
Asimismo destacó que “el deporte es un factor protector, es favorecedor para la salud, tiene múltiples beneficios para prevenir enfermedades, la socialización, que hacen a que el chico esté bien por eso es importante estimularlo”.
Respecto a la alimentación, desde que un chico empieza a comer a los 6 meses, aproximadamente, “ahí se empieza a hacer prevención”, remarcó Cabana y destacó que como todo tiende a ser ultrapocesado, “hay que volver a las bases que es lo natural: la fruta, verduras legumbres, respetando lo que come esa familia y acomodando a lo que va a comer ese chico”.