La campaña de soja genera expectativas e incorpora tecnología en los tratamientos

La Bolsa de Cereales de Buenos Aires informó la semana pasada que la soja ha recuperado área, luego de que la falta de humedad durante la siembra de girasol y maíz temprano impidiera cumplir con los planteos iniciales, en el centro del área agrícola.

El estado actual del cultivo y las tendencias fueron analizadas en un diálogo con Rafael Olivella, coordinador técnico de las regiones zona centro y Buenos Aires de la firma Stoller, quien por su labor tiene una amplia visión.

“La campaña venía un poquito retrasada por cuestiones de que el (fenómeno del) Niño que todos estábamos esperando venía un poco tímido, con más vergüenza de lo normal” señaló inicialmente el especialista.

Añadió que “en la zona núcleo central, las siembras normales de mediados de octubre, donde buscamos los máximos potenciales, se vieron demoradas. Recién empezaron a caer las lluvias en los primeros días de noviembre, lo que llevó a que tengamos un retraso”.

Olivella comentó que “recién se está empezando a calentar la siembra, casi con un mes de diferimiento, producto de la falta de humedad y de condiciones óptimas para sembrar”. 

Acotó que “algo parecido le pudo haber pasado al maíz, que arrancó tibiamente y después tuvieron que frenarlo. No fue el caso de la soja, porque directamente no arrancaron la siembra a la espera de condiciones más propicias”.

Actualmente “se registra plena actividad de siembra en la zona Centro, núcleo (como Marcos Juárez, Arequito, y en centro-norte de la provincia Buenos Aires), que estaba bastante parada hasta la semana pasada”.

Los efectos

Consultado acerca del impacto que podría generar ese retraso en la siembra, el profesional señaló que “hay una pérdida de rendimiento importante en la medida que vamos perdiendo la fecha óptima de siembra, por una cuestión de que tenemos ciclos, si la semilla ya la tenemos definida. Si perdemos 15 a 20 días en variedades de soja de ciclo corto, el costo de pérdida es importante. Eso lo podemos llegar a corregir con alguna cuestión de manejo, como espaciamiento o acortamiento de distancia entre surcos. Son medidas que vamos haciendo como para tratar de corregir alguna pérdida de rendimiento, que ya la tenemos asumida”.

Olivella marcó que hay técnicas de manejo y herramientas que pueden ir acompañando ante esta situación.

En tal sentido mencionó la tendencia hacia programas basados en manejo con productos fisiológicos “que van a ir ayudando a mitigar algunos problemas que vamos teniendo, como puede ser el atraso en la fecha de siembra. Además, esos atrasos nos van por ahí complicando el manejo de los barbechos, la falta de lluvia hace que empiecen a aparecer aparejados problemas de fitotoxicidad por herbicidas que se van activando con estas lluvias”.

Puso como ejemplo de tales herramientas al programa “Soja Fuerte” que lanzó este año su empresa, que “permite acompañar y ayudar con un estímulo a la semilla ante estos problemas que vamos a estar encontrando en los lotes, por una cuestión de que no se degradaron los herbicidas”.

Tendencia

Consultado acerca de la tendencia entre los productores a incorporar tecnología mediante programas como el mencionado, Rafael Olivella dijo que “desde la empresa tenemos sectorizados a los diferentes tipos de productores. Están aquellos que son los analíticos, que están haciendo la punta de lanza y son los que suelen tener incorporado este tipo de tecnología. Después tenemos los voluntariosos, que están en un menor grado de adopción de tecnología; y luego el que denominamos chacarero, que va haciendo lo que puede y obviamente es el que menos tecnología está sumando o al que más le cuesta verla”.

Indicó que “los problemas que estamos teniendo con malezas y herbicidas, día a día están haciendo que este tipo de tecnología que proponemos empiece a ser vista con otros ojos”.

Es que “si de esto hubiéramos estado hablando diez o cinco años atrás, sería como si habláramos casi en chino. Hoy las condiciones y el avance de la tecnología empezaron a hacer ruido y empezaron a haber más actores en el medio. El hecho que se sumen otras firmas también a hablar de la problemática nos fortalece como empresa y a Stoller -como número uno en bioestimulantes y manejo nutricional de los cultivos- nos hace muy bien. Nos hace más fácil hablar de manejo tecnológico y fisiológico con productores y asesores”.

Más tecnología

Un tema que no fue dejado de lado es el avance del concepto de tecnología, que hasta hace un tiempo se lo vinculaba fundamentalmente con la maquinaria y su equipamiento.

“Ese cambio tecnológico y esa incorporación de tecnología a nivel de maquinaria y todo lo que viene -mapas de suelo, mapas de rendimiento, etc.- nos llevó a que cada vez prestemos más atención. Hoy prácticamente el parque de maquinaria viene con mucha tecnología arriba que -bien usada- es lo indicado. Hoy podemos hacer una agricultura por ambientes, acompañada con productos fisiológicos como es el Stimulate, un Bio Forge Advance y un Sett, que son tres productos fisiológicos. El primero estamos posicionando en soja para tratamiento de semillas y mejorar su implantación. El segundo mitiga el costo metabólico que nos va a generar el uso de herbicidas para un cierre de lote, mientras que el tercero optimiza la parte reproductiva”, se planteó.

Avance de las malezas

Rafael Olivella analizó en otro momento el avance de malezas, señalando que la resistencia a los herbicidas “viene dada por el continuo uso de los mismos sistemas o principios activos. Desde la empresa no nos metemos en el manejo de herbicidas, pero lo que sí hacemos con nuestro programa es mitigar el impacto generado por aplicaciones de herbicidas y cuando empezamos a ver escapes, ya que muchas veces las condiciones de barbecho hacen que las malezas demoren también su actividad y la llegada de las lluvias afectan”.

Un factor también mencionado es que “la producción de soja en Argentina se hace en un 70 por ciento sobre lotes alquilados y a veces esos alquileres de campo llegan sobre la marcha, por lo que no sabemos qué historia tienen”.

Sintetizó en materia de malezas que son diversos los factores que impactan, que se traducen “en pérdidas de rendimiento. Un buen programa permite maximizarlo y tener una buena calidad de cosecha”, sentenció.

Finalmente, Rafael Olivella auguró a los productores “que el Niño se siga presentando y que tengamos un buen cierre de campaña, con el perfil cargado de humedad”.