OPINIÓN
Llegó la hora de reducir tasas y simplificar trámites
La coyuntura actual es preocupante. La inflación, la informalidad y la falta de trabajo tienen serias consecuencias económicas, sociales y personales.
Con un desempleo rondando el 7%, una informalidad del 40%, y una inflación que se acerca al 100% anual, los resultados están a la vista: reducción del empleo privado, baja tasa de inversión e inestabilidad económica y política.
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Contribuyen a esta situación una asfixiante presión fiscal a la que se suman leyes laborales rígidas y anticuadas y un Estado cada vez más asistencialista, sostenido por una porción cada vez menor de la población. En la actualidad, sólo 2 de cada 10 argentinos en edad de trabajar tiene un empleo privado formal en relación de dependencia y casi la mitad de los argentinos reciben algún tipo de transferencia del Estado.
De más está decir que la cuestión macroeconómica excede los alcances de la gestión municipal, pero estamos convencidos que existen alternativas para estimular la actividad privada formal en el Partido de Tandil, generando políticas municipales que motoricen realmente al sector privado local.
Hay que reconocer que la economía del partido está diversificada, sin embargo, lo que nos preocupa es observar que esto sucede en gran medida por el empuje exclusivo del sector privado, más que por las acciones de fomento que se llevan a cabo desde el sector público. Los tiempos que corren demandan que el Municipio se aggiorne y brinde respuestas claras y concretas a quienes toman el riesgo de invertir y emprender, acompañándolos en la situación crítica que atraviesa la economía del país. Quien genera riqueza es el sector privado, pero el Estado puede y debe fomentar este accionar.
Lo que se debe buscar es generar un microclima que motive la creación de empleos de calidad y permita crecer tanto a los trabajadores como a las empresas. Si una micro, pequeña o mediana empresa prospera y se expande, esta expansión se reflejará también en la necesidad de contar con mayores recursos materiales y humanos para sostener sus actividades (más empleados, insumos, terciarización y profesionalización de tareas, etc). Cada una de estas instancias posibilitará, asimismo, una recaudación mayor por parte del Estado municipal sin que esto conlleve un esfuerzo aún mayor para los contribuyentes. El peso se hace más liviano cuando se suman más columnas de apoyo. En resumen, el empleo genuino y formal genera condiciones favorables para seguir creando e impulsando más trabajo, en una suerte de círculo virtuoso que afecta -en mayor o menor medida y dependiendo de la escala- a todo el entramado social. A modo de ejercicio, ¿cuántos empleos se generan en torno a un microemprendedor que pasa de tener un showroom en su casa a contar con un local abierto a la calle? ¿Y de un comerciante gastronómico que pasa de la modalidad take-away a contar con salón comedor? ¿Y qué pasa si un empresario cuya actividad genera 100 puestos de trabajo decide instalarse o, por el contrario, retirarse de Tandil? ¿Cómo impactará esa decisión en la sociedad en general?
Desde el equipo de Acción Tandilense abordamos el estudio de las Ordenanzas Impositiva y Fiscal con el objetivo de tener un diagnóstico acerca de cuáles son las principales fuentes de ingresos municipales por fuera de la coparticipación, poniendo el foco en cómo se puede hacer más ágil e impulsar la tarea de quienes emprenden, arriesgan y generan trabajo y valor agregado todos los días en nuestra ciudad.
¿Qué conclusión sacamos de todo esto? Que llegó la hora de reducir tasas y simplificar trámites.
Proponemos simplificar y desburocratizar la relación de los vecinos y las empresas con el municipio, eliminando tasas y trámites burocráticos innecesarios. Sobre todo al inicio del ciclo productivo, ya que muchos emprendedores no cuentan con los medios para afrontar la burocracia y el costo inicial, además del giro normal del negocio por arrancar.
Como bien sabemos, una Tasa municipal es una contribución económica que pagan las personas y empresas, por recibir ciertos servicios a cambio. Es importante recordar que una tasa debe regirse por el criterio de razonabilidad y que debe guardar proporción con la actividad por la que el Municipio la exige. En resumidas cuentas, si una tasa no tiene contraprestación municipal específica, se transforma en un impuesto. Además, una tasa municipal debe ser justa, simple, clara y sencilla.
A continuación detallamos algunos ejemplos que sirven como muestra de las necesidades de cambio de la Ordenanza Fiscal en pos de colaborar con el progreso de los vecinos y de Tandil. Ya al inicio de la Ordenanza vigente (Capítulo II) surge una oportunidad de reducción de trámites y simplificación de procesos: la Tasa por servicios especiales de limpieza e higiene. De esta manera, se pueden resumir los artículos 8, 9 y 10 en uno solo de “control de plagas y desinfecciones”, limitando el cobro del servicio a casas particulares, comercios e industrias de menos y de más de 300 m2, así como derogar el cobro de análisis por digestión enzimática para triquinosis, el cual es de nulo impacto para los ingresos (por su precio y por la cantidad de muestras analizadas por año), pero de alto impacto para la salud de toda la población. Otro ejemplo concreto se encuentra en el Capítulo V: Derecho de Publicidad y Propaganda. Debemos derogar el cobro de publicidad en cabinas telefónicas, entendiendo la obsolescencia del mismo. Modificar por completo el artículo 15, equiparando todas las zonas del partido, y reduciendo la clasificación de cartelería de menos o más de 5 mts2. A su vez, el artículo 16 debería ser derogado, ya que no hay una contraprestación directa por el sellado de volantes promocionales, afiches, programas, etc.
Entendemos e inferimos que lo recaudado por estos artículos representa un porcentaje marginal de los ingresos, pero sobre todo, no contribuyen a dinamizar al sector productivo de la ciudad ni a la visibilidad de los micro-emprendimientos.
También encontramos el Capítulo VII PERMISO PARA USOS Y SERVICIOS EN MATADEROS MUNICIPALES, que debe ser derogado por no existir un matadero municipal. Más allá de lo mencionado, quizás el ejemplo más emblemático sea el del capítulo lll: TASA POR HABILITACIÓN DE COMERCIOS E INDUSTRIAS. Este capítulo debería transformarse en el faro de todos los inversores y emprendedores que quieran instalarse en nuestro Partido.
Creemos que hay que buscar promover la inversión y la creación de puestos de trabajo en el sector privado, estimulando la apertura de nuevos comercios y PyMES en Tandil, a través de la gratuidad de la habilitación. Esto debe ser sin importar el rubro o tamaño de empresa, desarrollando de manera sustentable el distrito brindando nuevas y más oportunidades de trabajo y mejorando las condiciones de empleo.
También debemos pensar para los microemprendedores la formalización de sus empresas a través del pago de una MONOTASA, buscando simplificar los procesos y facilitar los pagos. La informalidad perjudica tanto al erario público como al emprendedor que queda por fuera de la ley.
Los mencionados son sólo algunos ejemplos de las cientos de páginas de tasas y trámites que los vecinos deben realizar. Los porcentajes, alícuotas, cobros y gastos son votados por el Concejo Deliberante a propuesta del Departamento Ejecutivo y la situación actual demanda un estudio pormenorizado para realizar los cambios necesarios que la sociedad reclama en estos tiempos. Si nosotros pudimos identificarlos desde el llano, quienes integran el cuerpo deliberativo cuentan con todas las herramientas para hacerlo. Como fuerzas representativas electas tienen la obligación moral para llevarlo a cabo. Los tiempos que corren -y los que vendrán- demandan simplicidad, agilidad, calidad de servicio y por sobre todas las cosas, empatía.
Por todo ello es que desde Acción Tandilense solicitamos que el Honorable Concejo Deliberante constituya una Comisión que se aboque a reducir tasas municipales y agilizar trámites innecesarios que perjudican la iniciativa privada. Son varios los municipios que han entendido la complejidad del momento y han iniciado este camino de alivio fiscal y desburocratización.
Si queremos que Tandil siga teniendo un lugar destacado dentro de las ciudades con mayor crecimiento del país es urgente que comencemos a tomar este tipo de medidas. El Municipio debe liderar el proceso y marcar el rumbo de un inteligente y perseverante apoyo al sector privado eliminando obstáculos a quienes comienzan actividades y emprendimientos, acompañando a las empresas que desean instalarse en Tandil y alivianando la carga a las empresas que apuestan desde hace años a la ciudad.
Sabemos que es posible. Sólo hace falta que el sector público haga el esfuerzo que este difícil momento demanda y demuestre estar a la altura de las circunstancias.
* El autor es Presidente de Acción Tandilense