Lactancia materna, hoy y siempre
La pandemia por Covid-19 despertó una preocupación mundial. La angustia atraviesa en especial a distintos grupos de población, que buscan despejar sus dudas sobre cómo proceder ante el virus. Este también es el caso de las mujeres embarazadas y de aquellas que están amamantando a sus bebés. Seguramente muchas se preguntarán si pueden seguir amamantando a sus bebés en caso de contraer el nuevo coronavirus. La respuesta es sí, siempre que sus condiciones de salud lo permitan.
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El contacto cercano y la lactancia materna temprana y exclusiva ayudan al bebé a desarrollarse. Una mujer con Covid-19 debe recibir apoyo para amamantar de manera segura, tener en brazos al recién nacido, piel con piel, y compartir la habitación con su bebé. Para proteger y prevenir que el bebé resulte infectado, deben lavarse las manos antes de amamantar o extraerse la leche, antes de tocar al bebe, y antes y después de utilizar el barbijo que les cubra completamente su boca y nariz. Asimismo, si tose o estornuda debe hacerlo cubriéndose con el pliegue del codo o con un pañuelo que luego desechará en la basura inmediatamente y volverá a higienizarse las manos. Las superficies que toque deberán ser limpiadas y desinfectadas.
Como sabemos, los beneficios de la lactancia materna desde la primera hora de vida son realmente insuperables. Se trata de la intervención preventiva más efectiva que existe para evitar muertes de menores de 5 años. Además, tiene beneficios para el desarrollo intelectual del bebé, para el ambiente, la economía y ayuda a que las madres reduzcan el riesgo de tener cáncer de mamas o de ovarios, al igual que diabetes tipo 2.
La Semana Mundial de la Lactancia Materna, que se celebra cada año del 1 al 7 de agosto, brinda una oportunidad para enfatizar estos beneficios y continuar promoviendo la necesidad de que todos los involucrados hagan su parte para que la mujer efectivamente pueda amamantar a su bebé durante los primeros 2 años de vida, tal como lo recomienda la Organización Mundial de la Salud.
¿A qué nos referimos con que cada uno haga su parte? A que los gobiernos establezcan las normas necesarias para fomentar la lactancia, garantizar las licencias por maternidad recomendadas y velar por el cumplimiento de las leyes para proteger la lactancia materna; a que todos los empleadores incorporen políticas que apoyen a las empleadas que amamantan, ofreciendo condiciones para facilitar la lactancia, como un espacio privado y cómodo, y flexibilidad en los horarios para amamantar o extraerse leche; y a que los compañeros de trabajo faciliten esta actividad de la mujer.
También es muy importante que las parejas alienten y ayuden a la madre para que pueda amamantar y hagan su parte de las tareas domésticas para que la mujer pueda dedicarse a la lactancia cuando sea necesario. Asimismo, es fundamental que las mujeres puedan conocer sus derechos respecto de la lactancia, los beneficios de la leche materna y la política de sus empleadores para poder sostener el amamantamiento.
Es clave que la sociedad en su conjunto esté sensibilizada sobre los beneficios de la lactancia para facilitar su continuidad y ayudar a evitar violaciones al Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la leche materna, es decir, impedir que se promuevan las fórmulas infantiles por encima de la leche materna, entre varias otras acciones. Por eso, el papel del Estado en el cumplimiento del Código -que ha sido adoptado por Argentina- es fundamental para que las mujeres puedan acceder a la correcta información y tomar, en consecuencia, las mejores decisiones para sus bebés y para ellas.
* Representante de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud en Argentina.