ANTE LOS FISCALES
Una enfermera sostuvo que Diego Maradona se quejaba por los edemas en una pierna
Una enfermera que asistió al astro en la casa de la internación de Tigre, donde falleció hace ocho meses, declaró ante los fiscales que el propio exastro de fútbol le dijo la frase “mirá cómo tengo la pierna”.
Se trata de Tamara Débora Mansilla (38), quien actualmente trabaja como enfermera en el Hospital Militar y en un hogar del Gobierno porteño y cuidó a Maradona en una sola oportunidad, durante su segunda noche en la casa del barrio San Andrés, de Tigre, en un turno de ocho horas que realizó entre las 23 del 12 y las 7 del 13 de noviembre del año pasado.
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En su declaración –a la que Télam tuvo acceso-, Mansilla le dijo a los fiscales Cosme Iribarren, Patricio Ferrari y Laura Capra que cuando llegó, el por entonces DT de Gimnasia estaba acompañado por su hija Gianinna, su nieto y su sobrino y que le pidieron “que guarde la intimidad del paciente” y la hicieron “pasar afuera de la habitación”.
Explicó que no le suministró medicación porque en su horario no estaba indicado pero que sí lo ayudó a “acostarse en su dormitorio” y que en esas circunstancias notó que “Diego tenía el pie hinchado”.
“Él mismo se daba cuenta de eso porque también me lo mostró en el momento en que se acostó, me dijo exactamente ‘mira cómo tengo la pierna’. Estaba visiblemente hinchada”, recordó la testigo.
Mansilla explicó que lo asentó en una planilla y avisó sobre la hinchazón a la enfermera que la relevó, Dahiana Gisela Madrid, que es una de los siete imputados, también en el grupo de WhatsApp llamado “Tigre” donde se reportaban las novedades y a Mariano Perroni, el coordinador de enfermería también imputado.
“Mariano me respondió que lo iba a informar, pero desconozco qué pasó después, porque luego de ese día no volví a tener relación laboral con la empresa”, señaló.
Cuando le preguntaron si sabía de quién había sido la decisión de que ella no volviera y la razón, respondió: “No, a mí me aviso Mariano (Perroni), nunca me explicaron el por qué, pero yo estaba de acuerdo”.
“Rechazaba la atención”
“Yo no quería volver porque era una persona que rechazaba la atención, no dejaba que lo acompañe al baño, tampoco quería que lo agarre”, narró Mansilla, quien agregó que Maradona le decía: “No me toques que me fastidio”.
“No se me dio la oportunidad de brindarle la atención profesional adecuada. Yo no me sentí cómoda en mi función, tampoco me parecía bien que me quede en la cocina mientras el paciente estaba en la habitación, pero él no me permitió que me quede ahí dentro con él”, agregó.
La testigo reconoció que intercambió algunos mensajes con la psiquiatra Agustina Cosachov, una de las principales acusadas, porque Diego pedía lo que llamaba “la pastilla de las 12”, pero que como había cambiado el esquema de medicación no le tocaba.
“No me habló muy cariñosamente, me dijo que cualquiera se consideraba médica a lo que le contesté que no era médica, sino que era enfermera y por lo tanto sigo las indicaciones de su médica. A ello me respondió ‘bueno, está bien”, afirmó.
Otro enfermero que declaró en la fiscalía fue Aldo Nelson Arnez Zenteno (57), de nacionalidad boliviana, quien trabaja en los hospitales neuropsiquiátricos Moyano de Capital Federal y Estévez de Lomas de Zamora, y cuidó a Maradona durante cuatro guardias los fines de semana y un feriado.
Sobre la indicación que le dieron sobre el paciente, contó: “Lo único que me dijeron es que tenía una medicación y control por abstinencia”.
Consultado respecto a si tuvo algún inconveniente, Arnez Zenteno respondió que Maradona “siempre fue cordial” con él y que “lo único” que podría mencionar es que “el sobrino” Jonathan Espósito y “los de seguridad” le dijeron “que no lo moleste”, pero que de todas formas ellos no le impidieron hacer su trabajo porque, según dijo: “Yo estaba siempre cerca”. (Télam)