Congreso de la Nación
Pronostican que será una semana compleja para LLA en el Senado
El oficialismo inicia una semana clave en el Senado, donde tiene aseguradas las derrotas con el proyecto que incrementa el presupuesto universitario y el DNU que le otorga fondos millonarios a la SIDE. Además podría sumar un tercer traspié con la iniciativa que implanta la Boleta Única de Papel (BUP) como nuevo instrumento de votación.
A las 14 del próximo jueves, el recinto volverá a reunir al pleno de la Cámara alta tal como quedó pactado en la reunión de Labor Parlamentaria que se realizó el miércoles en el despacho de la vicepresidenta y titular de la Cámara alta, Victoria Villarruel, en una semana que estuvo signada por las desprolijidades.
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Hasta ese encuentro, la incertidumbre sobre la sesión era total a razón de que las tres temáticas socavaban intereses contrapuestos entre los diversos bloques senatoriales. Por un lado, el kirchnerismo pujó en soledad el martes y el miércoles para que se sesionara por el financiamiento universitario y el decreto de la SID, y propinarle así un golpe al Ejecutivo.
La BUP fue empujada por el Gobierno y Villarruel, y sería la única victoria pírrica que podría anotarse el Ejecutivo en su haber por cuatro motivos: el primero, es que no fue un proyecto del oficialismo.
Segundo, porque desde Balcarce 50 aspiraban a una reforma electoral integral que involucre, por ejemplo, la eliminación de las PASO, ambición que fue cortada de cuajo por los dialoguistas.
Tercero, porque por las modificaciones deberá regresar a Diputados y recién ahí podrá anotarse el Ejecutivo, en tándem con Villarruel, el poroto de la victoria.
El último, es que la BUP perderá estado parlamentario en febrero del año que viene.
Además, si la votación resultara negativa no podrá tratarse hasta el año próximo, algo que sería inhabitual porque, por acuerdo un implícito, los partidos nunca cambian las reglas del juego durante un año electoral.
La BUP fue empujada por el Gobierno y Villarruel y sería la única victoria pírrica que podría anotarse el Ejecutivo en su haber por tres motivos: el primero, es que no fue un proyecto del oficialismo. Segundo, porque desde Balcarce 50 aspiraban a una reforma electoral integral que involucre, por ejemplo, la eliminación de las PASO, ambición que fue cortada de cuajo por los dialoguistas.
Tercero, porque por las modificaciones deberá regresar a Diputados y recién ahí podrá anotarse el Ejecutivo, en tándem con Villarruel, el poroto de la victoria.
Por estas razones, en calidad de aliados y para no cargar a la Casa Rosada con una triple derrota la semana pasada los presidentes de los bloques decidieron, con excepción del kirchnerismo, posponer el tratamiento en el recinto por algunos días más para intentar recolectar los votos para la BUP.
En Balcarce 50 fantaseaban con un poroteo inexistente. Según pudo saber Noticias Argentinas, el que alertó sobre esta situación fue el secretario Parlamentario, Agustín Giustinian.
Fue ahí cuando Villarruel reportó el panorama y activó, por segunda semana consecutiva, un plan de contención para evitar ir al recinto el jueves pasado.
Voces con terminales en la oficina de Villarruel sostuvieron ante NA que solo se intentó "proteger al Gobierno de una derrota y mantener los lazos sanos con los bloques dialoguistas". (NA).