TRABAJO DE LA UNSAM
Mayor aval social a los discursos del odio, de acuerdo a una encuesta de la Unsam
La propagación de los discursos de odio experimentó en los últimos años una mayor adhesión entre los más jóvenes y los adultos mayores, según una investigación.
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El trabajo del Laboratorio de Estudios sobre Democracia y Autoritarismos (Leda), la Escuela IDAES y el Programa Pascal de la Universidad Nacional de San Martín (Unsam) se desarrolló en base a una encuesta efectuada el mes pasado sobre 840 habitantes del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
El aval social a los discursos del odio (DDO) aumentó este año un siete por ciento con respecto al 2020 y al 2021 y ese porcentaje trepó incluso a un 38 en el rango etario de personas de entre 25 y 40 años consultadas, de acuerdo con el informe que acreditó también que la red social Twitter ocupa el primer lugar del podio en cuanto a difusión de mensajes racistas, prejuiciosos y deshumanizadores.
El estudio reveló además que los llamados “trabajadores inestables” son los más propensos a difundir DDO: allí se inscribió el 41,2 por ciento de los encuestados, seguido por un 34,8 de trabajadores precarizados y un 31 por ciento de personas inactivas o desocupadas.
En cambio, quienes cuentan con un empleo estable “tienen menos disposición a promover discursos de odio” e, incluso, son los primeros que desaprueban y critican de manera decidida esas manifestaciones de odio (49,5 por ciento).
Sin embargo, la encuesta sacó a la luz un punto clave: “Sólo el 23,3 por ciento” encuadraba en la categoría de “trabajador estable”, detallaron los investigadores de la Unsam.
Situación laboral
En primer término, el relevamiento mostró que “los mayores niveles de precarización laboral se dan, por un lado, entre los más jóvenes (53 por ciento)” y, por el otro, en el rango de “adultos mayores (46)”.
Pero también, casi el 50 por ciento del segmento que va de los 56 a los 74 años, dijo estar inactivo o desocupado.
Otro dato curioso de la encuesta estuvo dado por las “expresiones de adhesión y/o apoyo” de personas que sufren inestabilidad laboral y que, sin embargo, empatizan o defienden “principios ideológicos de flexibilización del mundo del trabajo”, inscriptos en el pensamiento neoliberal.
Incluso, “quienes están más precarizados tienden a volcarse a opciones de derecha en el plano político-partidario”, señaló la investigación, que también advirtió un “aumento” en la intención de voto “hacia el espectro político vinculado a posiciones de derecha y extrema derecha para las elecciones presidenciales del 2023”, en comparación con los comicios legislativos del 2021.
Se denomina DDO a “cualquier discurso pronunciado en la esfera pública que procure promover, incitar o legitimar la discriminación, la deshumanización y/o la violencia hacia una persona o un grupo de personas en función de la pertenencia de las mismas a un grupo religioso, étnico, nacional, político, racial, de género o cualquier otra identidad social”.
Al analizar las redes sociales, la encuesta confirmó que los mayores niveles de DDO se canalizan a través de Twitter (34,7 por ciento), luego por Facebook (33,9) y, por último, TikTok (32,9 por ciento).
Por último, la encuesta mostró la “adhesión alarmante” de más del 20 por ciento de los más jóvenes consultados a la posibilidad de un golpe de Estado. (Télam)