ROSARIO
Exhumaron por segunda vez el cuerpo de un joven asesinado
El cuerpo de Franco Casco (23), un joven desaparecido y asesinado en Rosario en octubre del 2014 y que por cuya muerte permanecen detenidos 18 policías, fue exhumado por segunda vez para ser sometido a un nuevo examen de ADN, ya que los investigadores aún no lograron determinar científicamente que se trate del cadáver de la víctima, informó el abogado de la familia.
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La exhumación del cadáver del joven la realizó personal del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) en el cementerio de Florencio Varela y los restos fueron trasladados a la morgue de la Corte Suprema de Justicia, donde serán analizados.
“Se produjeron un par de exámenes que dieron negativos, hubo problemas en la cadena de custodia y preservación de las muestras de sangre de la mamá y del papá”, dijo a Télam el abogado Salvador Vera, representante de la familia de Casco.
Por esa razón, “se generó la necesidad de exhumar los restos” para realizar nuevamente la prueba de cotejo de ADN, continuó.
El pedido fue realizado por el fiscal del caso y ordenado por el juez federal 3 de Rosario, Carlos Vera Barros, y se trata de la segunda exhumación efectuada durante la investigación.
Identificación “científica”
El abogado explicó que la querella no cree que el cuerpo haya sido cambiado, como se especuló en algún momento de la investigación, sino que el nuevo examen responde a una orden de la Cámara de Apelaciones que lo requirió para “proceder a la identificación científica” del cuerpo.
Franco Casco fue visto por última vez el 6 de octubre de 2014 cuando fue a tomar un tren en la estación de Rosario para regresar a Retiro luego de visitar a familiares que posee en esta ciudad santafesina.
El joven no llegó a destino y la familia realizó la denuncia de búsqueda de paradero, hasta que su cuerpo apareció en las aguas del río Paraná el 30 de octubre de ese año.
Según la investigación, el joven fue detenido por personal de la seccional séptima de Rosario por razones que aún se desconocen y fue golpeado, torturado y asesinado en esa dependencia policial, para luego ser arrojado muerto al río.
El 2 de octubre de 2017 el juez Vera Barros procesó a 30 miembros de la fuerza de seguridad santafesina por desaparición forzada seguida de muerte y tormentos, en algunos casos como autor y en otros como partícipes, y también por encubrimiento.
Entre ellos estaba el jefe y los integrantes de la seccional 7ma de policía, donde Casco habría ingresado la noche del 6 de octubre, y en cuyas actas figuraba su egreso.
El 3 de mayo de 2018 la Cámara de Apelaciones local confirmó el procesamiento con prisión preventiva para 18 policías y dictó falta de mérito para los restantes involucrados en el caso, entre ellos personal del Instituto Médico Legal que participó de la primer autopsia al cuerpo.
“La instrucción (de la causa) está agotada hace bastante tiempo, estábamos a la espera de poder concretar esta medida para poder estar en condiciones, a partir de la identificación científica, de solicitar la elevación a juicio”, explicó Vera a esta agencia. (Télam)