POR EL CRIMEN DE UNA MAESTRA JARDINERA
Confirmaron las condenas a una mae umbanda y a sus cómplices
La justicia santiagueña confirmó la condena a prisión perpetua de cuatro hombres y una “mae” umbanda por el crimen de la maestra jardinera Leda Raimundi Corral, quien fue secuestrada, acuchillada y descuartizada en el 2012 en un camino vecinal de la localidad de Villa Robles, a 12 kilómetros de la capital santiagueña.
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En su fallo, la Cámara de Apelaciones en lo Penal confirmó la prisión perpetua dictada el 26 de octubre del 2016 al remisero y expareja de la víctima, Mario Rojas (41); a la “mae” Lucrecia del Valle Ledesma (42); a la pareja de ésta Guillermo Pereyra (31); su hijo estudiante de abogacía Luis Ledesma (22); y a un amigo de la familia, Gabriel Brandán (22).
Todos fueron encontrados culpables del delito de “homicidio triplemente calificado por el concurso premeditado de dos o más personas, por alevosía y ensañamiento”.
En el mismo juicio oral, realizado en los Tribunales de Santiago del Estero, fueron absueltos Marcelo Cortez y Zulema Anríquez, que habían llegado al debate acusados de “encubrimiento”.
El fallo fue dictado por el tribunal presidido por Julio David Alegre e integrado además por María Eugenia Carabajal y Eduardo Achaval.
El alegato
La fiscal Norma Morán había pedido en su alegato la pena de prisión perpetua para los cinco acusados, tras indicar que la docente Raimundi Corral (38), madre de dos niñas, fue abordada el 15 de junio del 2012 en cercanías del Santiago del Estero Golf Club, donde fue sorprendida y golpeada por los acusados, tras mantener relaciones sexuales con su novio, el remisero Rojas, en el interior de un auto afectado a la empresa Madre de Ciudades.
De acuerdo a los peritos, la mujer presentaba dos cortes en el parietal izquierdo, gran cantidad de incisiones en el rostro y otras partes del cuerpo y le habían arrancado el cuero cabelludo.
Además, junto al cadáver se hallaron las prendas de vestir de la maestra y otros efectos personales.
En el mismo proceso judicial, también se logró determinar que cuando estaban en pareja, la maestra denunció a Rojas en diversas oportunidades por maltrato físico, por lo que pesaba sobre él una orden de restricción perimetral.
Durante el juicio se logró establecer que el remisero “actuó de entregador” y que los restantes imputados “planificaron el crimen durante quince días antes de cometerlo” y que ejercieron “una violencia desmedida sobre la víctima”.
Previo a la lectura de la sentencia, el remisero Rojas pidió “perdón” a los familiares de la maestra jardinera, al igual que Brandán y Pereyra que se consideraron “inocentes”, mientras que la “mae” Ledesma y su hijo Luis que prefirieron guardar silencio como durante todo el proceso judicial. (Télam)