Alberto Fernández regresó al país y evaluó como “muy productiva” a su recorrida
El apoyo de líderes europeos para la reestructuración de las deudas con el Club de París y el Fondo Monetario Internacional, y el encuentro en Roma con la directora del FMI, Kristalina Georgieva, fue lo más importante que se trajo el presidente de su gira.
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La idea del Presidente, cuando inició ese recorrido, era ratificar adeptos a sus propuestas de refinanciamiento de deudas, más allá de las fronteras de Argentina.
Esos puntos refirieron a la extensión de los plazos de pago del país, como el vencimiento del 31 de mayo con el Club de París, por 2.400 millones de dólares; y otro en septiembre con el FMI por 1.900 millones.
También la solicitud al FMI del aplazamiento de la sobretasa del dos por ciento que le cobra a los países que toman más deuda que la cuota que pagan, algo que en el caso argentino significa una erogación de 952 millones de dólares extras para este año.
En el Palacio de Sao Bento, residencia oficial de Portugal, y durante un encuentro con el primer ministro António Costa, se avanzó un poco más al conseguir el apoyo por parte del mandatario local, quien prometió “sensibilizar al organismo”, en referencia al FMI.
Fernández está seducido por hacer una “salida a la portuguesa” de la crisis, es decir “un ordenamiento de las cuentas del gasto público con un rol expansivo de la política fiscal”, señaló un miembro de la delegación.
En el caso de Portugal, esto se produjo a través de aumentos de salarios públicos y jubilaciones con el claro propósito de reactivar la economía.
El jueves, en una reunión más protocolar, el Presidente visitó al papa Francisco, para hablar de temas en general y de vacunación, con el propósito de “escuchar con atención” a alguien con quien comparte “una mirada común” y que le dio “buenos consejos”, expresó un referente de la comitiva presidencial.
El viernes, Fernández se encontró por primera vez con Georgieva, una reunión de importancia por tratarse de “una persona muy influyente en el mundo”, apuntó un colaborador cercano del Presidente.
La búsqueda en la suma de apoyos continuará la semana siguiente, cuando Fernández se comunique con la canciller alemana Angela Merkel, quien no pudo recibirlo en esta gira debido a las medidas de confinamiento en ese país por la pandemia de coronavirus.
Poco antes de subirse al avión de regreso a Buenos Aires, Fernández se entrevistó en un hotel de Villa Borghese de la capital italiana con el exsecretario de Estado de Estados Unidos y enviado especial de ese país para el Clima, John Kerry, quien le encomendó al mandatario argentino “liderar y ordenar” a gran parte de América Latina en ese tema.
La coyuntura
Más allá de haber estado seis días fuera del país, Fernández no desatendió cuestiones coyunturales de la Argentina, especialmente el plan de vacunación contra el coronavirus, para que “no pare”, tras la confirmación el martes último de la llegada de cuatro millones de dosis de AstraZeneca hacia fines de mayo.
O también se dedicó a seguir de cerca a la inflación, justo cuando se conoció en la noche romana del jueves el índice del 4,1 por ciento en abril, y que consideran en el Gobierno “un tema central”, tras los aumentos en combustibles surgidos a partir de “inversiones necesarias a hacer en estos meses”.
Además, siguió de cerca el impacto de la suba de precios en el contexto de la pandemia de coronavirus y la implementación de los controles que “ayudan” a mitigarlos, describió otro miembro de la comitiva.
El Presidente también puso la mirada sobre las elecciones de medio término, que Fernández encarará como presidente del PJ y “garante” de la unidad del Frente de Todos, dentro de un espacio con “matices” pero con “un mismo objetivo”: afianzar un proyecto. (Télam)