EEUU
El gobernador de Florida redobló su batalla contra Disney con la mira en las primarias republicanas
Ron DeSantis, amenazó esta semana con construir una cárcel o un parque temático estatal. En una nueva etapa de su batalla contra el gigante del entretenimiento
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, amenazó esta semana con construir una cárcel o un parque temático estatal en el distrito especial de Disney, cuyo control recuperó tras medio siglo de gobierno de la firma, en una nueva etapa de su batalla contra el gigante del entretenimiento, con la que diversos analistas consideran busca posicionarse en las primarias republicanas a la Casa Blanca.
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"Quizás deberíamos crear un parque estatal o intentar hacer más parques de diversiones. Alguien incluso dijo: 'tal vez necesitan otra prisión estatal'. Quiero decir, ¿quién sabe? Creo que las posibilidades son infinitas", dijo DeSantis el lunes en una rueda de prensa en la que expuso el plan de acción de la nueva junta directiva que nombró para recuperar el control sobre el mayor empleador privado del estado sureño.
Entre los cambios anunciados, destacan una reorganización del personal administrativo y la reafirmación de la "autoridad superior" del órgano sobre esta zona de 100 kilómetros cuadrados, medida que revocaría el acuerdo alcanzado en febrero entre la junta saliente y la compañía, que parecía dejar al organismo sin poder para controlarla.
También se contempla un aumento de impuestos para pagar la multimillonaria deuda del distrito que, de eliminarse, permitiría al gobierno estatal dictar su disolución, tal como pretendía inicialmente DeSantis.
Los anuncios forman parte de la disputa desatada el año pasado entre el político republicano y Disney, luego de que la empresa decidiera -tras una gran campaña de presión- oponerse a una ley estatal que prohíbe enseñar temas sobre orientación sexual e identidad de género en las escuelas públicas.
En represalia, el gobernador firmó en abril de 2022 una ley para suprimir el distrito especial de Disney, que el estado sureño había dado a la firma en 1967 para que ésta instalara su parque en Orlando.
No obstante, la norma obligaba al gobierno estatal a asumir la deuda local, por lo que su implementación quedó suspendida y, como alternativa, DeSantis firmó una nueva ley en febrero que le dio el control de la junta directiva del área, dirigida por la compañía durante 55 años como un municipio en el que cobraba impuestos y garantizaba servicios públicos esenciales.
La lucha
La iniciativa contra Disney se enmarca en la guerra cultural contra la "ideología woke" (un término despectivo usado por la derecha estadounidense para referirse a los movimientos progresistas) librada por el gobernador floridano, al que muchos ven como un potencial candidato a la Casa Blanca en 2024.
"Disney se transforma en un enemigo muy visible que permite a DeSantis posicionarse como el defensor de los valores de la familia frente a una corporación que no respeta esas cosas", dijo a Télam Juan Negri, director de Ciencia Política y Estudios Internacionales en la Universidad Torcuato Di Tella.
El académico recordó que, históricamente, la firma fue más cercana al Partido Republicano y tuvo políticas pobres hacia las minorías. También tenía buenos vínculos con DeSantis, quien se casó allí en 2009 y recibió fondos de Disney durante su primera campaña a gobernador en 2018.
Sin embargo, en los últimos años, la empresa empezó a hacer gestos muy visibles de "corrección política", afirmó Negri, como el hecho de que actualmente alrededor de la mitad de los personajes de sus películas de animación sean personas LGBTIQ+ o pertenecientes a minorías étnicas.
"Estamos hablando de la principal compañía de entretenimiento del mundo. Eso pone a DeSantis en una posición muy activa, es como una lucha contra un actor muy poderoso", sentenció. (Télam)