A 15 meses del primer caso, el mundo vive las olas de un coronavirus que no da tregua
Mientras América Latina entra en la fase más crítica de la segunda ola de la pandemia, en Europa ya se habla de una tercera, Estados Unidos se prepara para un cuarto pico y, en Asia, sorprende el contraste entre países que sufren una cuarta ola y otros que empiezan a volver a la normalidad como China.
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Lejos de atenuarse la propagación del coronavirus y la de sus nuevas variantes con la puesta en marcha de los distintos planes de vacunación a lo largo y ancho del planeta, la tendencia alcista de contagios se agudiza y hoy son más de 130 millones las personas que contrajeron la enfermedad.
Desde que se conoció el primer caso en diciembre de 2019, cuando China alertó sobre la situación, la pandemia de la Covid-19 se cobró la vida de más de 2,8 millones de personas.
Hoy, el gigante asiático no registra casi casos de transmisión local en su parte continental y es uno de los países que más cerca se encuentra de recuperar su vieja rutina.
Su capital, Beijing, comenzó a mediados de marzo a relajar las restricciones impuestas para contener el coronavirus y además de eliminar los testeos a viajeros provenientes de áreas nacionales de bajo riesgo y reanudar los medios de transporte entre la capital y otras ciudades, implementó un pasaporte para vuelos internacionales.
En cambio, Pakistán y Filipinas se vieron obligados a imponer bloqueos y restricciones para contener la nueva ola de la pandemia que avanza sin cesar y que, en la capital filipina, Manila, amenaza con colapsar el sistema hospitalario, por lo que 24 millones de habitantes fueron confinados.
En medio de un importante repunte de los contagios durante las últimas semanas, India reportó casos diarios cercanos a los 90 mil, cifras que se asemejan a las de septiembre pasado y que podrían conducir a nuevas medidas.
Italia, con más de la mitad de las 20 regiones del país en zona de máximo riesgo epidemiológico, se encaminó a un cierre total de los desplazamientos internos no justificados del sábado al lunes, con el fin de restringir los viajes durante Semana Santa.
Transitando su peor momento desde el inicio de la pandemia, Francia, anunció el miércoles último la extensión por cuatro semanas de las medidas de confinamiento y cierre de las escuelas.
A cuatro meses de iniciada la campaña de vacunación masiva y pese al esfuerzo del Gobierno que a mediados de marzo endureció las medidas de seguridad en las zonas más afectadas del país, de febrero a esta parte los contagios de la Covid-19 se duplicaron.
Su vecina España, que también se enfrenta a cifras altas de contagios, ya aplicó el uso del barbijo obligatorio en todo momento en el espacio público.
En un estadio más relajado y con más de la mitad de la población con anticuerpos, el Reino Unido dio un paso más en el desconfinamiento y desde el martes pasado se habilitaron las instalaciones deportivas al aire libre, las reuniones y celebraciones de fiestas de casamiento.
América Latina, en crisis
La región de América Latina, por su parte, vive uno de los tiempos más oscuros de la pandemia con el colapso sanitario en Brasil ante las nuevas variantes, más contagiosas.
Mientras el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, pide a los gobernadores eliminar las cuarentenas, las estadísticas arrojaron que marzo fue el peor mes desde que comenzó la pandemia, con más de 60 mil fallecimientos, lo que elevó el total a 321.515 decesos, marca en la que solo es superado por Estados Unidos.
Los estragos causados por la mutación brasileña se extendieron por Paraguay, que terminará su cuarentena estricta hoy; Uruguay, donde el Gobierno adoptó medidas como los cierres de free shop en la frontera con Brasil y de los centros termales en el litoral; y Perú, donde se extendió el estado de emergencia durante todo abril y se recomendó el uso doble del barbijo.
En la misma línea, con 16 de los 19 millones de habitantes confinados, Chile vive su segunda ola de contagios. (Télam)