El 13 de marzo
A 10 años de la elección de Francisco, el Papa que trabaja por "una Iglesia pobre para los pobres"
Jorge Mario Bergoglio cumple 10 años de su pontificado. Desde el lugar, impulsó la reforma de la Curia en la que visibilizó a los refugiados y desplazados. El jesuita argentino, promovió la paz y la fraternidad alrededor del mundo. Pero también la lucha contra los abusos y mayor transparencia financiera en las cuentas de la Santa Sede
El 13 de marzo se cumplen 10 años de la elección del jesuita argentino Jorge Mario Bergoglio como el papa Francisco, fecha de inicio de un pontificado que impulsa una reforma de la Curia para lograr una "Iglesia pobre para los pobres" y visibiliza las crisis de refugiados y desplazados, al tiempo que se convirtió en una de las mayores voces contra el cambio climático y edificó su tarea pastoral sobre la "misericordia" y la "alegría del evangelio" para promover la fraternidad y la paz a nivel mundial.
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La misma noche de su elección, desde el balcón de la Basílica de San Pedro, Francisco dio la primera muestra de la cercanía con los fieles que mostraría desde entonces y, en un gesto inédito, pidió que fuera "el pueblo" allí presente quien lo bendijera.
En sus primeras palabras, ante una Plaza San Pedro colmada, reivindicó entonces su origen latinoamericano y reconoció que sus "hermanos cardenales" habían llegado "casi al fin del mundo" para cumplir la tarea de dar al mundo un nuevo obispo de Roma, título principal de los Papas.
"Cómo me gustaría una Iglesia pobre para los pobres", planteó Francisco tres días después de ser elegido como el primer Papa latinoamericano entre los 266 pontífices de la historia de la Iglesia, en un fuerte llamado a la conversión de la Curia tras los escándalos financieros que habían derivado en la renuncia de su antecesor, Benedicto XVI.
La reforma de la Iglesia que prometió en sus primeras horas como Papa fue el eje central de sus primeros años en el cargo, y en 2013 creó un consejo de cardenales para que lo asesorara en la redacción de una nueva Constitución Apostólica con la que dar las herramientas jurídicas y de organigrama a su proyecto de evangelización.
Nueve años después, el 19 de marzo de 2022, Francisco promulgó finalmente "Prediquen el Evangelio", la Carta Magna con la que le elevó a Dicasterio (ministerio) al trabajo de Evangelización dentro de una serie de cambios con los que busca "hacer más eficaz" la labor de las oficinas vaticanas y en la que incorporó con rango constitucional muchos de sus decretos en temas como lucha contra los abusos o por mayor transparencia financiera en las cuentas de la Santa Sede.
"La nueva Constitución es un punto de partida para las reformas, no de llegada", describió a Télam el cardenal hondureño Óscar Rodríguez Madariaga, coordinador entre 2013 y 2022 del consejo asesor papal.
A lo largo de sus primeros 10 años como Papa, la reforma de la Curia de Francisco estuvo también centrada en una renovación del Colegio cardenalicio, a través de la elección de purpurados jóvenes y de países no tradicionales, y que redundó en un cuerpo menos europeocéntrico y más atento a las periferias. Ante caso de muerte o renuncia del Papa, son los cardenales que al momento tengan menos de 80 años los encargados de reunirse en cónclave a designar a un sucesor.
En ese marco, tras haber creado 122 cardenales en ocho consistorios, hasta inicios de marzo el 60% de los purpurados con menos de 80 años fueron designados por Francisco. El cambio fue notorio: en 1920 el 90% del total provenían de Italia y el resto de Europa y desde 2022 los nacidos allí representan apenas una cifra por arriba del 40%.
Si sus reformas y la elección de los cardenales marcan el ritmo del pontificado desde el Vaticano, sus viajes fuera de Roma son otra de las formas con la que Francisco lleva adelante su magisterio y con los que expresa preocupaciones puntuales o líneas de trabajo.
En ese marco fue paradigmático su primer viaje como Papa, en julio de 2013, a la isla italiana de Lampedusa, y con el que puso en el centro del debate una problemática que continúa hasta hoy como es la crisis de refugiados y las responsabilidades de recepción de inmigrantes por parte las potencias.
Entre los 40 viajes que realizó fuera de Italia, el que hizo en septiembre de 2015 a Cuba y a Estados Unidos es uno de los de mayor impacto, ya que supuso la coronación de la actividad diplomática de la Santa Sede para lograr el histórico deshielo entre ambos países y durante el que dio un discurso en el Congreso estadounidense en el que se refirió a temas como la inmigración, la pena de muerte y la tenencia de armas. (Tèlam)