UNA MASCOTA MURIÓ ELECTROCUTADA
Vecinos que sufrieron graves trastornos tras el temporal exigen respuestas del Municipio
Desde que se terminó la obra de pavimentación de la avenida Américo Reynoso comenzaron a sufrir inundaciones. Los frentistas padecieron una verdadera odisea desde la antevíspera por la noche cuando entró agua en las casas, generando pérdidas de muebles, electrodomésticos, colchones, herramientas eléctricas y todo tipo de objetos. Uno de los vecinos sufrió la muerte de su perro electrocutado al tocar una puerta que tomó corriente al entrar en contacto con el lavarropas, que estaba sumergido en agua.
Las casas de los vecinos de Américo Reynoso al 2400 (exQuintana) y del pasaje 16 a la misma altura del barrio Arco Iris se inundaron y los frentistas exigen respuestas del Municipio. Aseguran que antes de que se realizara la obra de asfalto no sucedía, por lo cual la obra estaría mal hecha.
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Mónica Alburquerque, vecina del pasaje 16 del barrio Arco Iris al 2400 explicó que el problema lo tienen desde mitad del año pasado que se hizo un entubamiento nuevo sobre la avenida Quintana al 2400 cuando pavimentaron. “Yo hace 20 años que vivo acá y jamás habíamos tenido un problema de agua, han llovido 110 milímetros en 24 horas y nosotros nunca tuvimos inconvenientes. A la gente de Quintana siempre les entró un poco de agua pero no con la magnitud que entra ahora a partir de la obra nueva”, afirmó.
Recordó que la primera inundación que sufrieron fue el 8 de enero cuando “no dio abasto el desagüe, desbordó el agua, y desde el fondo de Quintana se vino toda el agua para acá, rompió los paredones, arrasó con lo que había en nuestra casa y en la de algunas otras personas también, más allá de que afectadas fueron varias”.
En esa oportunidad, tuvieron una reunión con el Intendente a la que asistieron los propietarios damnificados, y los funcionarios “se comprometieron seriamente en solucionar el problema, más allá que al otro día estaban sacando basura del desagüe y destapando eso que era algo para el momento nada más. Pero se habían comprometido, creímos, seriamente en arreglar la obra. Sin embargo, no sucedió, y después de cuatro meses vuelve a pasarnos lo mismo”.
Y aclaró que “no fueron las inclemencias del tiempo, cayeron 35 milímetros de lluvia otra vez”.
“Arrasó con lo poco que nos había quedado”
“Nosotros hicimos el paredón de vuelta de la mejor manera para que no nos volviera a pasar, pero nos encontramos con otro paredón de los vecinos lindantes que se nos desplomó. Arrasó con lo poco que nos había quedado porque perdimos muchísimas cosas. Mi marido fue a llevar el lavarropas y secarropas a arreglar que es lo que nos había quedado. Perdimos las hidro lavadoras las otras veces, heladera, heladeras portátiles, herramientas de mano”, indicó.
Su marido, Raúl Cabrera contó que en el galpón entraron prácticamente 80 centímetros de agua, por lo cual “se arruinaron todas las herramientas”.
“Nos hubiera gustado ver al intendente con botas de goma”
Alburquerque expuso que “habíamos cambiado el somier, habíamos logrado pintar la casa y ahora otra vez todo manchado, afrontar otra vez gastos de cosas que se mojaron, y no puede ser que suceda esto porque es la gente que elegimos para que nos represente. Si es como ellos dicen que hay un problema con la empresa que hizo la obra, supuestamente uno los ha elegido para que sean los que tomen cartas en el asunto, nosotros nos encargamos de tener los impuestos al día”.
“Nosotros no nos hicimos la casa arriba de un arroyo”, argumentó.
Su esposo, planteó que si bien no son técnicos, el problema está “a simple vista” ya que “antes había una zanja que tenía 1,40 por 2 de ancho, ese caudal de agua que iba por esa cuneta no puede entrar nunca en dos tubos de 70 centímetros, ahí está el problema. Entonces va por el asfalto, desborda y se mete en las casas, el agua busca el lugar más bajo”.
La vecina confió que “nos hubiera gustado ver al Intendente con botas de goma caminando la zona y no solamente que venga a caminar cuando se está haciendo el asfalto”.
Raúl Cabrera contó que se acercó ayer el director de Servicios Claudio Fuentes que “reconoció que había problemas con la obra de asfalto, y dijo que de los paredones y la limpieza se iba a hacer cargo el Municipio, pero anteriormente arreglamos todo a pulmón. Después tuvimos una pequeña contribución que no alcanzo ni para los ladrillos, por todas las pérdidas que tuvimos”.
“Hicieron unas cunetas precarias, supuestamente tienen que bajar en la punta de Quintana y Chaperrouge y darle salida al canal que va a la ruta”, sostuvo.
Su mujer, contó que en la inundación anterior “cuando vino la asistente social dejamos asentado que no necesitábamos asistencialismo, cuando constató los daños ocasionados pensamos que era para costearlos pero no fue así. El Municipio nos dio una cifra mínima de asistencialismo, un 20 por ciento de todo lo que gastamos. Pero a los cuatro meses sucede lo mismo y es una indignación por una obra que alguien hizo mal y que nosotros pagamos, por eso estamos empecinados esta vez en exigir respuestas desde las soluciones del problema”.
“Hoy no pude trabajar, porque estuve todo el día limpiando. Debo agradecer a los concejales Silvia Nosei y Rogelio Iparraguirre que se interiorizaron de lo que nos estaba pasando esa noche y que bien lo podría haber hecho alguien del Municipio”, manifestó.
Mascota electrocutada
Laura Barillaro es vecina de Reynoso al 2400 y también sufrió la inundación. Lo más lamentable para ellos fue la pérdida de su perra que se electrocutó. “Nos mató la perra la corriente. Tengo el lavarropas que estaba enchufado pero apagado dentro de un gabinete y pasó la perra, tocó la puerta y la mató, porque tomó corriente al estar todo lleno de agua alrededor. Mi hijo quiso salir y la puerta del patio lo pateó porque también agarró corriente. Por suerte no la abrió y salió por la ventana”, contó.
“Perdimos de todo, la heladera, que nos trajo una el Municipio, lavarropas, colchón, somier, sofá, en toda la casa entró el agua. Nosotros no estábamos. A nadie le gusta llegar a su casa y tener todo tapado de agua, mugre. Me llamaron por teléfono para avisarme que estaba todo inundado”, explicó.
Y sostuvo que “dicen que van a hacer algo para que no volvamos a inundar, pero ya lo habían prometido antes. Esperemos que lo solucionen pronto porque así no se puede vivir”.