Pastos secos
Vecinos de Suárez García al 2000 mostraron inquietud ante un incendio que casi alcanzó a los hogares
El Barrio de los Docentes sufrió una quema de pastizales en la tarde del jueves con un foco ígneo que fue creciendo producto de la sequía y el viento hasta llegar a las casas. Los vecinos reaccionaron rápidamente y, junto al trabajo de los bomberos, pudieron apaciguar las llamas y salvar sus hogares.
La calle Suárez García fue escenario de momentos de tensión y angustia durante la jornada del jueves luego de que un terreno baldío con pastizales altos se incendiará. Fueron cuatro cuadras las que alcanzó el foco ígneo que, producto del viento y los pastos secos, se fue extendiendo a medida que pasaron los minutos. En diálogo con El Eco Multimedios, Irina Taraborelli, vecina frentista de esa cuadra, detalló lo que sucedió en el llamado Barrio de los Docentes.
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Lo que parecía ser un simple incendio de pastos secos, que habitualmente son fáciles de controlar, por cuestiones de la naturaleza casi se transforman en un hecho de gravedad. Los vecinos de la calle Suárez García, desde el 2100 al 2400, pasaron momentos de zozobra ante un fuego que no se aminoró fácilmente y que casi llegó a tomar contacto con las viviendas de los frentistas.
“En el día de ayer, que todo parecía tranquilo, en horas de la mañana empezó a prender fuego”, comenzó explicando Irina Taraborelli. Luego añadió que las causas del inicio del incendio son desconocidas pero que el estado de sequedad de pastizales, que a su vez estaban muy altos, fueron un importante aliciente para la propagación del mismo. “No fue dificil que todo esto empezara a arder”, señaló.
“Es un terreno privado que es muy grande y que tiene pastizales altos, de más de dos metros”, explicó Taraborelli en diálogo con “Tandil Despierta” (104.1 Tandil FM y Eco TV). Al mismo tiempo, la propietaria de unas de las viviendas en cuestión aseguró que las situaciones de fuego no son ajenas al barrio ya que en el pasado verano tuvieron que pasar por situaciones muy complicadas con un par de incendios que hubo.
Para controlar la situación se hizo presente una dotación de bomberos. Mientras desarrollaban su tarea en la zona donde estaba con mayor intensidad el foco del incendio y los vecinos se pasaban tranquilidad por el grupo de WhatsApp, el viento empezó a complicar la situación y a propagar las llamas para otras zonas aledañas.
“Con las cenizas nada más empezaron a arder los terrenos de nuestra manzana que están sin habitar”, explicó Taraborelli que luego desarrolló su situación como frentista de Suárez García al 2200: “Tengo de un lateral una vivienda y una oficina y del otro lateral tengo un terreno que está sin habitar que tenía los pastos muy altos, más de 1.50 metros. Esto al estar todo seco, ardió a los segundos”.
En ese sentido se mostró gratificada por el accionar de los vecinos presentes en la escena ya que reaccionaron rápidamente con baldes y mangueras para apaciguar el fuego. “La verdad que debo agradecer a todos los vecinos del barrio porque hoy no estoy con mi casa incendiada”, señaló y luego explicó que en el lateral que daba al fuego, tenía un cerco que le hacía de reparo y todo eso ardió al instante por supuesto.
Taraborelli llegó justo al lugar y se sumó al trabajo de los vecinos para rescatar sus viviendas. Con un incansable accionar pudieron hacer retroceder el fuego, tanto el lindero a su casa como al del terreno de al lado y otros dos que todavía están sin habitar en el barrio asentado en cercanías a la Ruta 30.
El barrio
Las viviendas ubicadas en Suárez García al 2000 nacieron a partir de la creación de la Asociación Civil Docentes en Tandil por la promoción cultural y la solidaridad. A partir de su creación, los docentes pudieron acceder a sus hogares luego de adquirir un terreno que se subdividió en un trabajo en conjunto con el Municipio. Luego cada propietario eligió el método para construir su hogar.
Sobre el barrio, Taraborelli explicó que son solamente cuatro cuadras y que tienen al frente todo un terreno que corta las calles. También indicó que hay un zanjón que divide el terreno de la calle que es por donde drena el agua cuando llueve en mucha cantidad.
“Después está ese terreno que es privado, que nosotros varias veces hemos ido a solicitar que ese terreno se emprolije porque claramente cuando los pastos están altos, el incendio corre más rápido y es más difícil de controlar”, indicó la vecina en diálogo con este medio.
A su vez, sobre la ubicación geográfica del barrio señaló una dificultad que queda expuesta en casos como este. “Las cosas se complican porque cuando los bomberos se quedan sin agua tienen que ir hasta el Parque Industrial creo a cargar el camión y entre eso que van a cargar agua, nosotros quedamos desprotegidos”, aseguró.
Como consecuencia de este episodio, donde las llamas casi alcanzan a sus viviendas, los vecinos reflexionaron como accionar de cara a un verano que puede presentarse complicado. La primera conclusión que sacaron fue la necesidad de tener una boca de carga de agua más cerca porque “tanto nosotros, como los vecinos de Cerro Leones, vamos a estar complicados”.
Por otro lado, también se juntaron como Asociación para concretar una reunión con los dueños del terreno en cuestión. Respecto a esto, Taraborelli contó a este diario que hablaron con la propietaria y quedaron en seguir viendo de qué manera se pueden prevenir estos incendios que en esta ocasión provocaron un importante susto a los vecinos.
“El terreno está y sabemos que en verano la situación va a continuar”, indicó y luego agregó: “No es la primera vez que hay fuego al frente, sí es la primera vez que cruza y salimos todos desesperados a apagar”. Por esa razón también se involucró en las conversaciones a bomberos y Defensa Civil. “Quedamos todas las partes de poner la voluntad en conjunto y trabajar en la prevención”, culminó.