Tras la denuncia de pasajeros, reforzarán los controles en micros por la capacidad permitida
El secretario de Gobierno, Miguel Lunghi (h) se refirió a la situación detectada los por los pasajeros en una de las unidades. Dijo que llegó a la Dirección de Inspección para que se verifique el cumplimiento de las recomendaciones.
Las denuncias que llegaron a esta Redacción por el incumplimiento de las recomendaciones para prevenir el Covid-19 en el transporte público urbano de esta ciudad también se presentaron ante la Dirección General de Inspección y Habilitaciones de la Municipalidad, reforzará los controles para garantizar el cumplimiento de las disposiciones sanitarias en el marco de la pandemia, especialmente en el horario de mayor uso.
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Como se informó en estas páginas, los usuarios cuestionaron el número de personas que viaja en ciertos horarios, considerados “pico”, en los trayectos por diversos barrios.
En diálogo con El Eco de Tandil, el secretario de Gobierno, Miguel Lunghi (h), ratificó que el viernes tomaron conocimiento de la inquietud expresada por los usuarios del servicio y resaltó que el inspector abocado a esas tareas reforzó los controles para que se garantice el cumplimiento del factor ocupacional en las unidades.
En simultáneo, transmitió el planteo al presidente de la Cámara de Transporte, Daniel Albanese, que “tomó cartas en el asunto e informó sobre el inconveniente” detectado en una unidad y en un horario identificado.
Uso del servicio
En ese sentido, analizó que, en medio de la Fase 5 de distanciamiento social preventivo y obligatorio y la ampliación de las actividades económicas permitidas, “cada vez más gente está utilizando el transporte” en comparación con la primer a etapa de la pandemia.
En la actualidad, las seis líneas deben cumplir con una frecuencia de 20 minutos los días de semana y de media hora los sábados, con salidas desde las cabeceras a de 5.30 a 14.00, de 16 a 18 y de 20 a 22.
Lunghi (h) adelantó que es necesario analizar esta situación para que el servicio esté disponible y se evite la concentración de personas en los horarios de mayor demanda.
Por otra parte, se mantiene la disposición de no prestar el servicio los domingos y feriados para continuar desalentando el movimiento de personas en Tandil.
Capacidad
Con servicio esencial, el Servicio de Transporte Público Urbano de Pasajeros nunca dejó de funcionar en esta ciudad, por eso no cuenta con un protocolo específico para actuar en esta pandemia como sí ocurre con otras actividades.
Sin embargo, la Secretaría de Gobierno y la Cámara de Transporte acordaron que las unidades viajarán con un número máximo de pasajeros igual al de la cantidad de asientos que tenga cada colectivo.
“Lo que hicimos nosotros fue ver la capacidad máxima de las unidades y la frecuencia se modificó en función de la emergencia sanitaria que sancionó el Concejo Deliberante en marzo pasado”, explicó el secretario de Gobierno.
En ese sentido también se mantiene la desinfección de las unidades, en una tarea que inicialmente se realizaba en el playón de estacionamiento de la Estación de Trenes y que en la actualidad se cumple a diario con productos que entrega la Dirección de Bromatología a las empresas de transporte de la ciudad.
Asimismo, el chofer está protegido con un nylon transparente para evitar contacto con los pasajeros, que deben ingresar con tapa boca o barbijo colocado en cumplimiento con las recomendaciones sanitarias vigentes.
Bajo este esquema, la Dirección General de Inspección y Habilitaciones está a cargo de controlar el cumplimiento de las disposiciones que resguardan la salud pública, al igual que los inspectores de la Cámara de Transporte.
Incluso, indicó que recibieron denuncias de usuarios por colectivos que no se detuvieron en las paradas por tener los asientos ocupados.
El caso
Uno de los planteos se enfocó en una situación que ocurrió el viernes pasado, cerca de 9.45, en la unidad 14 de la Línea Azul “Transporte General Rodríguez”. Según contó una vecina, su hijo tomó el colectivo en la zona de La Movediza, cuando circulaba con un número permitido de pasajeros.
Sin embargo, refirió que el chofer continuó subiendo pasajeros que aguardaban en las distintas paradas hasta que el micro estaba repleto. Esta situación provocó que se ocuparan todos los asientos de la unidad y que además viajaran muchas personas paradas, en el pasillo, sin posibilidad de respetar el distanciamiento social que pregonan las autoridades municipales.
Alertada por su hijo de la situación, le pidió que tomara fotografías para tener pruebas de la denuncia y que luego descendiera de la unidad con el objetivo de evitar los riesgos que podría implicar el hacinamiento en el contexto de la pandemia.
Indignada por esta situación, la mujer planteó la falta de controles y lamentó la gran cantidad de gente que se expone a posibles contagios ante el hipotético caso de que pudiera subir alguien con síntomas de Covid-19.