Sorprendidos con el protocolo, cabañeros pedirán a Provincia que autorice las piletas cubiertas y spas
Los complejos ya habían comenzado a vender estadías con estos servicios. No disponer de esos espacios los llevaría a recalcular las tarifas y resentiría la oferta. Consideraron que las piscinas cubiertas cuentan con ventilaciones, pero además se podrían utilizar con un aforo menor a las descubiertas que fueron autorizadas al 30 por ciento de su capacidad.
Los protocolos que el Gobierno provincial autorizó para los alojamientos causaron “sorpresa” entre los prestadores, teniendo en cuenta que ya cuentan con reservas y reprogramaciones que incluyen la oferta de pileta cubierta y spa. Además, esos servicios formaban parte de Destino en Tu Destino, el programa local de turismo interno, con iguales disposiciones que los natatorios. Ante las nuevas restricciones, desde la Asociación de Cabañas adelantaron que solicitarán que se revea la medida, teniendo en cuenta que se trata de espacios ventilados y que se podría establecer un aforo menor al del 30 por ciento que regirá para las piscinas al aire libre.
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“Causó sorpresa la no utilización de piscina cubierta, por ejemplo, cuando hasta el momento veníamos trabajando con residentes tandilenses con protocolo de natatorio, o sea que lo teníamos permitido. Nos restaba que nos llegara el protocolo para piscinas al aire libre, que es el que salió ahora con un aforo del 30 por ciento, lo cual estaba dentro de lo imaginable”, expuso Fernanda Díaz, la presidenta de la entidad, en diálogo con Eco Noticias.
En cuanto a los solariums abiertos, aclaró que “imaginábamos que iba a rondar ese porcentaje de personas permitidas por turno en las piscinas al aire libre. Nos sorprende negativamente, por supuesto, el tema de las piletas techadas”.
Ante la medida provincial, adelantó que “veremos cómo podríamos implementarlo, porque de cualquier manera esto ha sido anoche (por el martes), cuando han llegado los protocolos. Vamos a mantener un diálogo, a ver cómo lo podemos manejar”.
Situación particular
Al evaluar las instalaciones de los complejos de cabañas, la presidenta de la asociación describió que “las piletas cubiertas no son espacios cerrados, sino que tienen un montón de ventilación. Tienen techo, pero después cuentan con un montón de ventanales, puertas y demás”. Sumado a esto, propuso que se podrían habilitar “con un aforo más reducido que las piletas al aire libre”.
Y evaluó que la medida que restringe “los spas también es una complicación, porque venían funcionando. Es más, se han vendido y ahora un día de spa puede ser un regalo para las fiestas; para cumpleaños, o para diferentes alternativas”.
Además de las piletas cubiertas y spas, el protocolo para alojamientos tampoco permite la utilización de espacios comunes, como SUM, salas de estar, espacios de juego o quinchos. “En la época en que se podían usar, que en Tandil estábamos en una fase permitida, las mesas las poníamos en cruces y las personas quedaban guardando el distanciamiento social. Hay cuestiones que nosotros las podemos adaptar”, enfatizó.
Luego de analizar el impacto de estas disposiciones sobre los servicios que prestan las cabañas, confirmó que van a elevar un planteo a la Provincia. “Cuando ellos dictaminan un protocolo es pensando en generalidades y en este caso podríamos ir a una particularidad, porque no es lo mismo un hotel en determinado lugar, que tiene arriba de 500 plazas, a un complejo de cabañas que quizás tiene entre 20 y 35 ó 40 plazas como máximo”, destacó.
En tanto, expresó que “creo que reduciendo aún el aforo en la pileta cubierta y manteniendo los estándares de ventilación natural, no deberíamos tener problemas porque ya lo venimos trabajando. Así que esto es lo que nos depara de acá en estos días, poder abrir una puerta de diálogo para plantear esta situación”.
El impacto
Fernanda Díaz admitió que las limitaciones que estableció el protocolo “nos impactó, porque ya desde el momento en que el Gobernador anuncia, junto con el ministro (de Producción, Augusto) Costa, la apertura de temporada a partir del 1 de diciembre al 4 de abril, las consultas y las reservas fueron en aumento, y el que tiene dos piscinas está ofreciendo sus servicios. Son servicios de calidad y recreativos también”.
La imposibilidad de habitar piscinas cubiertas y spas los obligaría a reformular reservas y tarifas. “Tenemos que hacer un recalculando”, dijo y confirmó que esas prestaciones forman parte de una oferta de calidad que está directamente vinculada a los valores de las estadías.
“Vamos a tratar de buscarle la vuelta”, insistió y anticipó que “no se permiten piletas techadas, que sean cerradas, pero no aclara si son con ventilaciones, por ahí, le podemos encontrar, con un aforo más reducido al 30 por ciento que tienen las piletas al aire libre y contando que el lugar tiene buena ventilación, para que nos puedan permitir el servicio que ya estamos vendiendo”.
En esa línea, se mostró confiada en la apertura al diálogo y en la flexibilidad de los funcionarios. “Estamos viendo cómo podríamos, siempre estando dentro de los protocolos, siempre ajustándonos a todo lo que los organismos municipales, provinciales y nacionales nos han solicitado. Desde el 18 de marzo hemos estado acompañando y lo vamos a seguir haciendo permanentemente. Desde Cabañas no vamos a tener una intención de ir por fuera de nada”, ratificó.
Niveles óptimos
Otro tema que abordó la presidenta de la Asociación de Cabañas está relacionado con las consultas y las reservas que comenzaron a crecer desde que se confirmó que la temporada arranca la semana próxima. “Hay de todo”, dijo antes de describir las situaciones que plantean los turistas.
“Desde que el Gobernador anunció la apertura de temporada, por supuesto las consultas comenzaron, por suerte. También las reprogramaciones, porque a nosotros se nos cierra en un momento de mucha actividad turística, que estaba el fin de semana largo de marzo; marzo que en sí es bueno hasta Semana Santa; o sea que tenemos muchas personas que están reprogramando su viaje para diciembre, enero y febrero”.
Más allá de esos casos, indicó que “hay de todo. Consultas que se concretan en reservas y otras que quedan sólo en consultas. Hay una oferta muy variada de cabañas, pero todos coincidimos en que no estamos hablando de altísimos niveles de reservas, pero en comparación de lo que estábamos hace un mes y medio atrás, claro que han ido en aumento”.