Cuidados paliativos
“Se trata de mejorar la calidad de vida, tanto del paciente como de la familia”
En el marco de la promoción del Encuentro Nacional de cuidados paliativos, que se llevará a cabo en Tandil durante el mes de septiembre, Pilar Múñoz, María de los Ángeles Minatel y María Piñeiro hablaron sobre la importancia de la utilización de estas herramientas para transitar los últimos momentos de la vida.
Hay algo que iguala a todas las personas sin importar la situación económica, la nacionalidad o la orientación política, y es la muerte. Las diferencias aparecen en cómo se elige transitar ese último capítulo de presencia física en este plano. En las últimas décadas creció la implementación de los cuidados paliativos, los cuales ayudan a acompañar tanto al paciente como a la familia en una enfermedad terminal.
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La licenciada Pilar Múñoz, junto a la doctora María de los Ángeles Minatel y la licenciada María Piñeyro, dialogaron con El Eco acerca de lo beneficioso que es transitar ese paso final de la vida en compañía de los cuidados paliativos. En ese sentido, destacaron que “lo que se hace es tratar de mejorar la calidad de vida tanto del paciente como de la familia y prevenir ese sufrimiento”.
Los cuidados paliativos nacieron hace más de 80 años a nivel mundial y en las últimas dos décadas han tenido un desarrollo muy grande en Argentina. La disciplina se centra en el trabajo con personas que están gravemente enfermas, con un padecimiento que puede ser crónico o, como sucedió con el Covid, con una enfermedad que puede llevar a la muerte rápido y que trae un sufrimiento alto para el paciente y la familia.
“Tenemos herramientas como para tratar de que ese tránsito sea de la mejor manera posible. Tanto del paciente como de la familia”, destacó la doctora Minatel, que luego explicó que se hace evaluando las distintas esferas de las personas, no sólo las cuestiones físicas, que tienen que ver con el dolor y los síntomas, sino también todo lo que tiene que ver con lo emocional y espiritual. “Uno lo que hace es evaluar todas las necesidades que van surgiendo y vamos tratando de prevenir las que ya sabemos que pueden ir apareciendo más adelante”, concluyó.
Una de las claves para que sea más efectivo el trabajo de los especialistas tiene que ver con comenzar lo antes posible cuando aparece una enfermedad grave. En un principio eran considerados como los cuidados de los últimos días, pero en la actualidad el concepto cambió y tiene que ver con el sufrimiento relacionado a la salud. Según confirmaron, lo mejor es tener los pacientes cuanto antes para poder ir acompañando en un proceso que no finaliza con el fallecimiento sino que sigue con el duelo de las familias.
En ese sentido, María Piñeiro destacó la importancia de la transdisciplina, la cual tiene que ver con el equipo de profesionales que componen los cuidados paliativos. “Uno dice cuidados paliativos y la gente se asusta. Me parece que es bastante más amplio y hay un gran trabajo de transdisciplina, que no sea un psicólogo que va en paralelo”, aclaró la licenciada.
Durante el mes de septiembre, más precisamente los días 26, 27 y 28, se desarrollará en el Teatro del Fuerte, el onceavo Encuentro Nacional de cuidados paliativos. El mismo cuenta con el apoyo de la Asociación Argentina de Medicina y Cuidados Paliativos y también del Municipio, que lo declaró como evento de interés municipal. Del mismo participarán entre 400 y 450 personas, entre profesionales e integrantes de la comunidad que y quieran estar presentes en el encuentro.
El miércoles previo al evento se llevará a cabo un particular evento denominado “Death Café” o en castellano “Café de la muerte”. En el mismo se desarrollará una charla donde habrá varios disparadores que invitarán a los asistentes a pensarse como personas finitas.
La muerte y su mala prensa
“Hay quienes dicen que la muerte no salió del closet”, reflexionó Minatel antes de destacar que hay empezar a perder el miedo al concepto de la muerte. Esto es algo que lleva tiempo ya que va en contra de creencias muy arraigadas, relacionadas a la cultura y la religión, principalmente. “Lo que creemos que cuanto más se hable de más pequeños, mejor”, agregó la doctora.
Hace 50 años la familia se moría en la casa y eso hoy no existe. “Siempre la muerte tiene que estar alejada, es algo que no queremos ver”, comentaron. En ese sentido, destacaron que si pensamos que en algún momento nos puede pasar una situación cercana a la muerte es cuando disfrutamos mucho más la vida y del presente.
“La muerte es un proceso natural y sería bueno recuperarlo como tal, porque si nosotros somos tan conscientes de nuestra vida, ¿el último capítulo quién lo escribe?”, deliberó Piñeiro que luego destacó que son elecciones y que cada uno elige cómo vivirla, pero que en lo personal le parece importante ser consciente de la propia vida.
Por último, con respecto a este tema, comentaron que en el inicio del tratamiento muchas veces la familia dice que, cuando llegue el momento final, el paciente se interne y que no suceda en la casa y a medida que se transita el proceso, terminan cambiando su pensamiento.
La licenciada Muñoz comentó que es parte de su tarea el poder aliviar el sufrimiento, el cual muchas veces es desproporcional. “Es una situación dolorosa, algo de sufrimiento va a haber porque hay una vida que se está apagando, pero muchas veces hay un sufrimiento agregado que se puede aliviar con un acompañamiento adecuado”, sentenció.
En ese sentido, comentaron que se evalúa mucho a la familia para conocer determinadas cosas que a ese paciente no le permiten irse en paz. Con herramientas se puede evitar ese sufrimiento agregado y así cerrar el último capítulo en armonía. “Después las palabras son de agradecimiento y eso es parte del alivio”, sentenciaron.