Presentaron en el edificio del Rectorado las firmas juntadas para que Nicolás Brown continúe con sus estudios en la Unicen
Nicolás Brown, el joven de 25 años con síndrome de down que lucha por continuar estudiando la Licenciatura en Turismo en la Facultad de Humanas de la Unicen, presentó este martes junto a su madre, en el edificio del Rectorado, las 630 firmas que juntaron durante nueve días en el Campus.
En el marco del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, declarado en 1992 por la Asamblea General de las Naciones Unidas mediante la resolución 47/3, Nicolás Brown, el joven con síndrome de down que lucha por continuar estudiando en la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, y Patricia, su madre, hicieron entrega de una nota y de las firmas que juntaron durante nueve días en el Campus en el edificio del Rectorado.
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Cada 3 de diciembre, a fin de promover los derechos y el bienestar de las personas con discapacidades en todos los ámbitos de la sociedad y el desarrollo, se conmemora el Día Internacional de las Personas con Discapacidad. Por tal motivo fue que Nicolás y Patricia decidieron acercarse hasta la mesa de entrada del inmueble ubicado en la esquina de Pinto y Chacabuco.
“Estamos haciendo entrega de las 630 firmas que se juntaron de estudiantes de la Universidad en los nueve días que duró la proclama, la cual se inició porque hay una falta de respuestas y una ausencia de trabajo”, declaró Patricia en diálogo con El Eco Multimedios.
Tal como había señalado a este medio semanas atrás, remarcó una vez más que “se hizo hincapié en la estigmatización de mi hijo y no en la persona, en el estudiante y las reales necesidades que él tiene”.
En este martes, un día tan particular y especial, tomaron una medida para que efectivamente quede el sentado el expediente y los firmantes adheridos a la campaña sean tenidos en cuenta, ya que “fueron firmas genuinas y la proclama fue acompañada por el colectivo de alumnos”.
Cabe recordar que Nicolás ingresó a la Unicen en el 2016, cuando optó por estudiar la Licenciatura en Turismo en la Facultad de Humanas. Desde aquel día, según expuso su mamá, no han tenido una propuesta clara y coherente de un trabajo integrado y real. Nicolás ha perdido cursadas y compañeros “porque la Universidad no contempla lo que el artículo 24 de la convención de derechos de personas con discapacidad establece: los ajustes razonables”.
Enfatizó Patricia que Nicolás se siente muy bien con la carrera y muy a gusto con la facultad y sus compañeros, pero que solo estaría faltando la educación inclusiva.
Semanas atrás, ante la falta de acciones concretas advertidas desde su parte y al no saber a dónde recurrir, optaron por acudir a la Defensoría del Pueblo. No obstante, desde que la noticia trascendió y la iniciativa de la colecta de firmas se viralizó, varios organismos decidieron acompañar la demanda, como la Asociación Síndrome de Down República Argentina, el Grupo 24 de Educación Inclusiva e, incluso, algunas organizaciones internacionales.
Advirtió que en caso de no tener respuestas luego de esta acción que llevaron adelante, “estamos en gestiones con otros organismos de educación, de derechos humanos, y con el Inadi. Hay otro tipo de acciones, porque literalmente acá hay un hecho de discriminación. La Universidad es pública, es para todos.
El caso
Nicolás Brown nació en Buenos Aires hace 25 años. Tiempo atrás se mudó con su familia a Tandil y en 2016, luego de finalizar la secundaria, se dispuso a estudiar la Licenciatura en Turismo en la Facultad de Humanas de la Universidad Nacional del Centro.
Al cabo de un par de años en la carrera, Nicolás notó que la institución no le adaptaba los contenidos y que sus posibilidades de continuar estudiando se esfumaban. Por tal razón, con su madre como respaldo, inició una colecta de firmas para visibilizar el caso.
Patricia, su mamá, exclamó indignada en diálogo con este medio que la Universidad no le garantiza los ajustes razonables a la educación aludiendo que no pueden quitar contenido. Sin embargo, ella remarcó que en realidad lo que piden es que adecuen los temas.
La colecta de firmas que iniciaron hace algunas semanas, a la cual adhirieron alumnos y profesores de las diferentes facultades, tuvo como fin visibilizar lo que estaba aconteciendo y ejercer presión sobre las autoridades.
De hecho, tras tomar público conocimiento el caso, Mabel Pacheco, secretaria Académica de la Unicen, tomó la palabra y aseveró que “la Universidad se hizo cargo y se trabajó desde las estrategias de ingreso. Hemos tenido reuniones de trabajo interdisciplinario con la Secretaría Académica del Rectorado, la Secretaría de Bienestar Estudiantil, la Secretaría Legal y Técnica, y la Secretaría de Extensión, donde también hay una comisión de discapacidad”.
Incluso, desde la propia Facultad de Humanas elevaron un comunicado citando las acciones que se llevaron a cabo para facilitar el pasó de Brown por el establecimiento: “Para favorecer su recorrido académico, diversas fueron las acciones desarrolladas: Se trabajó en forma mancomunada desde la Secretaría Académica con el Consejo de Carrera de Turismo; se mantuvo el contacto permanente con los sucesivos Acompañantes Terapéuticos (cuatro desde el 2016 al 2019); al iniciar las cursadas de primer año y durante las mismas se realizaron encuentros con los profesores, con el asesoramiento de una docente especialista, referente de la Comisión de Discapacidad de la Unicen; al avanzar las cursadas se diseñaron con los equipos docentes los ajustes que hemos considerado y acordados como razonables a fin de acompañar el proceso de enseñanza y evaluación. Esto consta en más de 150 correos intercambiados y acuerdos que quedaron registrados en actas”.
“No tuvimos diálogo”
Tras la polémica y el revuelo que se armó en torno a la juntada de firmas que organizaron Nicolás Brown y su mamá, y las declaraciones cruzadas entre ellos y la Universidad, se preveía que se juntarían a dialogar para limar asperezas.
Sin embargo, la propia Patricia aseguró que no han recibido ningún llamado y que las acciones mencionadas por el establecimiento nunca existieron. “La Universidad dice ‘no podemos quitar contenido’. Y qué bueno que manifiesta todas las adaptaciones que hace, pero por lo menos en el caso de Nicolás Brown no están plasmadas”, exclamó.
Asimismo, señaló que las adecuaciones pertinentes “no han sido sostenidas” y que sí advirtieron la buena voluntad de varios docentes pero que “desde arriba inhabilitaban esas acciones”.