Nuevo conflicto entre recolectores y Gobierno por dar marcha atrás con el reciente acuerdo
En octubre comenzaría a regir el valor de 0,82 pesos por kilo de residuos recolectados, en base al sistema de plus por productividad alcanzado en junio. A una semana de pactarlo, el Municipio aseguró que no podrían cumplirlo. Los trabajadores se manifestaron en el Municipio. El Sindicato ratificó que el convenio es ilegal y perjudica al personal.
Ayer por la mañana, el grupo de recolectores de residuos del turno mañana se manifestó con bombos y aplausos en el interior del Municipio, para reclamar la falta de cumplimiento del pacto alcanzado entre las partes la semana pasada.
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Según explicó Enzo Gómez, uno de los delegados, se mantiene el mismo acuerdo, pero se complicó el valor por kilo en el turno mañana “que tiene casi toda la ciudad”. “El miércoles (30 de septiembre) pedimos que se modifique un punto fundamental y el trabajo siguió normalmente”, señaló.
En esa oportunidad les dijeron que el viernes iban a contar con el contrato documentado para firmar, sin embargo se enteraron que antes pasó por la mano del Sindicato de Trabajadores. Esto derivó en una reunión que mantuvieron el lunes durante casi tres horas con el Jefe de Gabinete, Oscar Teruggi, en la que se les informó que no sería posible alcanzar los montos prometidos.
La intención en este último trato, era que aquel plus que habían determinado en junio por kilo de residuos, pasara de 0,65 a 0,82 pesos a partir de octubre. “Después de confirmar que así sería, vuelven para atrás y nadie sabe explicar el motivo”, se quejó.
“No supieron explicar por qué, por eso fuimos en primer lugar hasta el Sindicato y luego vinimos a la Municipalidad, porque se tiran la pelota uno a otro”, explicó.
El objetivo de la manifestación en el interior del Municipio era lograr un nuevo encuentro con el Ejecutivo para que les brinde una solución, ya que aseguraron que “esto no va a buen puerto” y mientras tanto se mantendrán sin brindar el servicio. “Queremos que cumplan con lo que nos prometieron de alcanzar los 82 centavos por kilo y listo”, precisó.
Un acuerdo confuso
Tal como detalló el otro delgado de los trabajadores, Luciano Disipio, el lunes les informaron que la promesa recibida el pasado miércoles 30 de septiembre no iba a poder ser cumplida. A su parecer, los motivos no vienen al caso, sino que el problema real se centra en que cuando se llegó a este arreglo, hace tres meses, les “dijeron algo y ahora vienen con otra cosa totalmente diferente”.
Con esto se refirió al acta que firmaron con el Ejecutivo a fines de junio, luego de un mes de conflicto, con cambios en los beneficios que empezó a regir desde julio.
Allí se dejó de lado el sistema de horas extra, manteniendo las dos bonificaciones que ya tenían, una no remunerativa y otra por criticidad que es concepto remuneratorio y aumentará de un 22 a un 30 por ciento dentro de la categoría 1. Además, dejó de existir lo que llamaban “recorridos adicionales o caídos” y pasaron al sistema de compensación y productividad, con un valor por tonelada de residuo.
La semana pasada los trabajadores advirtieron que algunas liquidaciones salariales estaban siendo mal realizadas, o al menos se prestaban a confusión, ya que el monto total del plus va a una fondo común de donde cobran todos por igual, pero este mes hubo diferencias.
A raíz de eso, los trabajadores apelaron y ante la falta de respuesta interrumpieron las recolecciones, logrando una reunión enseguida con el Secretario de Obras Públicas, Luciano Lafosse, en la que se convino subir el valor del kilaje a 0,82 desde octubre”.
“No es un aumento de sueldo”, aseguró Disipio, remarcando que “fue muy confuso el acuerdo”, ya que al momento de cobrar se encontraron con otras alternativas que no estaban figuradas en la propuesta que aceptaron.
“Ahora nos dicen que no les dan los números, es para salir del paso porque nos siguen mintiendo”, señaló respecto del Ejecutivo.
Inconveniente e ilegal
Por otro lado, compendió la consideración del Sindicato, que desde un principio manifestó su desacuerdo con el tipo de convenio, esperando que luego de la respuesta que les brinde el Municipio los reciba.
En este sentido, desde la postura del Sindicato de Trabajadores Municipales de Tandil, David Marconi, recordó lo que sostuvieron desde el primer momento y “ahora queda en evidencia”.
“No es legal ni conveniente la productividad para los trabajadores del Estado. Por otra parte, como también lo dijimos, el acuerdo alcanzado perjudica a los trabajadores”, asentó, ante este nuevo inconveniente.
Desde su convicción, expresó que cualquier sistema de productividad, independientemente de la referencia o valor que se tome, no es bueno. “Los trabajadores del Estado prestamos servicios”, aseveró, dejando en claro que no pueden avalar la ilegalidad y el perjuicio a los recolectores, en este caso.