Mientras sigue la liquidación, La Capital ya luce los carteles de alquiler del céntrico local
El interior del tradicional local tandilense se muestra más despejado. La liquidación al 50 por ciento de la totalidad de la mercadería atrajo a gran cantidad de clientes. En los últimos días, los carteles anticipan la decisión de los propietarios de rentar el inmueble.
A poco más de diez días de concretarse el cierre definitivo del local, La Capital ya no evidencia el esplendor de otras épocas. El actual contexto económico, marcado por la caída del consumo y la presión impositiva, llevaron a los socios a poner fin a la actividad luego de 95 años de trayectoria en el rubro, y la decisión causó gran preocupación en la ciudad.
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Una semana después de aquel anuncio, la leyenda escrita sobre el vidrio que informaba la “liquidación final por cierre” cambió en los últimos días por carteles que indican que el salón se encuentra en alquiler.
“Alquilan en común importante salón de 578 metros cuadrados”, reza el letrero que además incorpora los datos de las inmobiliarias a cargo del negocio.
A la par de los comentarios sobre el impacto de la medida, la liquidación del stock generó un incesante flujo de público que hizo largas colas -inclusive en la vereda- para adquirir los productos a la mitad de precio.
La oportunidad para aprovechar ofertas generó gran interés entre los tandilenses que en pocos días arrasaron con parte de la mercadería puesta a la venta y aún quedan algunos artículos disponibles.
En las vidrieras, en tanto, permanecen en exposición las estanterías, maniquíes y demás elementos utilizados por años a la espera de algún interesado que los adquiera.
“Se llevan todo”
“Se vendió todo. Estaba hasta el techo de mercadería pero se llevan todo y hay cola en la caja durante todo el día”, resumió a El Eco de Tandil el propietario de la tienda, Manuel Castresana, mientras una importante cantidad de clientes recorría el salón en busca de las ofertas aún disponibles.
“Al finalizar el día se nota pero todavía quedan muchos guardapolvos, calzado, ropa interior”, repasó.
El responsable de La Capital, que fue adquirida por su padre en la década del ’80, contó que los clientes, además de aprovechar la liquidación, comparten anécdotas y expresan su pena por la determinación que marcará el fin de la tradicional tienda, con especial preocupación por la fuente laboral.
“No se podía sostener más, no era viable; nos estaba costando pagar los sueldos y fue preferible terminar ahora y no en tres o cuatro años sin poder pagar lo que corresponde”, justificó.
“En alquiler”
En esta nueva etapa, y mientras llega el 31 de marzo, día en el que el local cerrará sus puertas definitivamente, los propietarios comenzaron con la búsqueda de un interesado que pretenda instalar un nuevo emprendimiento en la neurálgica esquina de San Martín y 9 de Julio.
“El local está en alquiler”, anunció Castresana, mientras señalaba los carteles que aparecen en las enormes vidrieras que recorren el comercio y que anuncian el propósito de los responsables de la firma. Según reconoció, esa era la idea inicial y no poner a la venta el inmueble como en algún momento se especuló.
“Es una linda esquina”, destacó, por lo que estimó que “se alquilará rápido”, aunque admitió que la situación actual complejiza el escenario. “Esperamos que venga alguien rápido porque lo necesitamos”, dijo.
“No hay negocio inmobiliario”
A propósito de la medida, el secretario de Desarrollo Económico Local, Raúl Moyano, hizo referencia a este escenario en una entrevista con El Eco de Tandil que se publicó en la edición del lunes, en la cual adelantó que descartó la posible venta del inmueble.
Al abordar el contexto, marcado por la caída del consumo y el impacto en la actividad económica, el funcionario citó el caso de La Capital: “Hace dos años que no tiene rentabilidad y por eso lo cierran”, dijo, y agregó que “el local quedará en alquiler y así obtendrán más rédito; no hay ningún negocio inmobiliario por detrás”.