Madre de niña que vive en el Hogar Fantasía de Colores afirmó que los castigos eran algo habitual
Aseguró que la situación de violencia que se ve en el video se daba con frecuencia, al igual que dejarlos sin desayunar o sin comer a modo de penitencia. Y sostuvo que la trabajadora denunciada no es la única que maltrataba a los menores.
La madre de una niña que reside temporalmente en el Hogar Fantasía de Colores aseguró que el maltrato era una práctica cotidiana en el lugar. Aseguró que la situación que se ve en el video que se viralizó días atrás sucedía con frecuencia de acuerdo al relato de su hija.
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En diálogo con El Eco de Tandil explicó que su hija le contó que muchas veces los dejaban sin desayunar o sin cenar a modo de castigo y que presenció muchas veces agresiones físicas hacia sus compañeras.
“Les daban empujones, y era normal eso de agarrar a los chicos y apretarlos en el piso hasta que se les pasaran los nervios, subirse arriba de ellos como se ve el video. Si el chico lograba zafarse los agarraban de los pelos. Era normal que eso pasara cuando los chicos estaban alterados o nerviosos, no solamente la mujer que denunciaron, todas se manejaban así, con castigos”, sostuvo.
Además, esos castigos también los aplicaban con las más pequeñas de 2 y 3 años. “La mamá de una de las más chiquitas dice que su nena se quejaba de que le pegaban”, contó. Incluso indicó que hubo casos en los cuales a los nenes chicos les ponían la sillita contra la pared y los dejaban llorando horas como castigo.
Su hija le contó que a la nena del video “la castigaban mucho, porque se ponía nerviosa y cerraba la puerta fuerte, o pegaba patadas a la puerta, así que siempre tenía problemas con las asistentes de ahí”.
“Yo intente tener contacto con otros padres pero no nos dejan tener contacto con las otras visitas. Intenté conseguir los números para armar un grupo de whatssapp y estar más informados porque no sabíamos nada de esto, pero no pude tener contacto con ninguno”, lamentó.
Y cuestionó que al ingresar al lugar a visitar a su hija le quitan el celular y tampoco tienen algún número de teléfono donde llamar al Hogar.
“Los días que no son de visita la sacan afuera para que me salude y no me dejan ni 5 minutos para preguntarle cómo está. En la hora de visita que es una hora nada más siempre hay alguien merodeando así que no me puede contar mucho. Después de que paso este problema estuvo llorando, no quiso hablar mucho del tema y después se fue soltando y me dijo que ahí les dijeron que las cosas no son tan graves como al gente dice, como que les han querido lavar la cabeza después de que salió el video”, explicó.
Además, lamentó que “llevan a mi hija al hospital y no me avisan, yo pedí que me avisaran el horario para poder estar. Pero no lo hicieron. Mi hija me contaba que le decían ‘a tu mama le avisamos y no le habrá llegado el mensaje’ pero es mentira”.
También la cambiaron de escuela sin avisarle o consultarle.
“En vacaciones no me permitieron llevarla a ningún lado, ni acompañarlos donde ellos iban, me dijeron que sí pero nunca me avisaron”, afirmó.
En cuanto a las situaciones de violencia, aseguró que “para ellos esas situaciones eran normales, por eso los nenes que aparecen en el video están jugando, están acostumbrados”.
“Yo fui a reclamar cuando vi el video, me dijeron que no podía ver a mi hija porque no era día de visita, cerraron todas las ventanas. Tuve que amenazarlos con que iba a llamar a la policía y a los medios y me dejaron verla 5 minutos. Ese día no me quiso contar mucho, lloraba, estaba nerviosa. Sé que más padres fueron también”, contó.
Y sostuvo que “me gustaría que hubiera reuniones de padres porque no nos conocemos, al menos una vez al mes, para ver con quienes comparten nuestros hijos todos los días, a mí nunca me presentaron a nadie, o que pongan cámaras”.
Prácticas que se parecen a la cárcel
Por su lado, la coordinadora de la Mesa Interinstitucional contra la Violencia Familiar y de Género Yanina Venier explicó que la semana próxima se van a reunir para tratar estas situaciones.
Y buscarán indagar la situación de los hogares, qué personal tienen, en qué condiciones laborales y que capacitación reciben y cómo están conformados los equipos de profesionales de los hogares que varios son municipales.
“Hay una responsabilidad del Estado que es indelegable y si pensamos que es una trabajadora la culpable de todos los males es un error, sin duda hubo un accionar reprochable, repudiable de violencia, pero esa violencia no es sólo ese acto”, recalcó.
Y agregó que “la medida de abrigo que hace que un niño este en un hogar es transitoria pero se supone que en ese tiempo tiene que haber un objetivo de re vinculación de reconstrucción de vínculos familiares”.
Cuestionó que “el fiscal dijo que era una situación excepción y que era un hogar modelo, lo cual es una apreciación irresponsable, en principio hay que indagar si es así o no, los familiares dicen que hay prácticas cotidianas de castigos que se asemejan a una cárcel, las visitas tan estrictitas, sacarles los dispositivos de seguridad, amenazas de duchas frías, los encierran en habitaciones, irse a dormir sin comer, una serie de prácticas que van en contra de lo que debería ser un hogar de resguardo de los derechos del niños”.
“Esto no se debe cerrar en la acción penal contra la empleada sino que sirva para analizar el dispositivo del hogar. Los niños no llegan a decir lo que viven porque lo naturalizan. La Defensoría hizo una inspección ocular del hogar, se presentó un informe con declaraciones de los familiares y se inicia una investigación por violencia institucional”, indicó.