Conflicto por la recolección
Lunghi reconoció errores en el conflicto con los recolectores pero tildó de “desproporcionada” la protesta
“Se admite la demora y la responsabilidad por parte nuestra en dar las herramientas de trabajo”, dijo ayer Miguel Ángel Lunghi (h), pero agregó que “creo que la medida de fuerza fue desproporcionada”. Además comentó que, al momento de parar, “el 90% de los trabajadores tenía la ropa disponible” y explicó que gran parte del problema se originó en que los proveedores se quedaron sin stock de telas y zapatillas.
Tras la normalización del servicio de recolección de residuos luego de casi 4 jornadas de huelga por parte de los trabajadores, el vicejefe de Gabinete de Tandil, Miguel Ángel Lunghi (h), realizó un mea culpa y admitió “demoras” por parte de la gestión municipal en torno a la entrega de la vestimenta correspondiente, aunque consideró que la medida de fuerza “fue desproporcionada”.
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“Se admite la demora y la responsabilidad por parte nuestra en dar las herramientas de trabajo”, dijo ayer el funcionario a “La Mañana de El Eco”, por ECO TV y la 104.1 FM.
Pero agregó que “creo que la medida de fuerza fue desproporcionada”.
“Ellos consideran que no fue una medida de fuerza, que el plazo estaba vencido y que, al estar vencido y no estar las herramientas de trabajo, no había obligación de contraprestar la tarea para la cual se los contrata”, sostuvo y señaló que “me parece muy rigurosa la interpretación”.
Aún más –añadió- cuando “el 90% de los trabajadores tenía la ropa disponible”.
En ese marco se mostró crítico de “esto de que si no está el 100% de la ropa para todos los trabajadores de los dos turnos, el mismo día, no se sale a trabajar”.
“Que la población sepa entender”
En plan de llevar tranquilidad a la comunidad de Tandil, Lunghi dijo que “damos por superado”, el conflicto que dejó a la ciudad durante casi 4 días sin servicio de recolección domiciliaria.
Y contó que mantuvo charlas diarias con el Sindicato de Trabajadores Municipales de Tandil (STMT). “Pudimos encauzarlo y el servicio se está brindando nuevamente”, comentó, aunque aclaró que “vamos a tardar en normalizar” los traslados.
“Pedimos a la población que nos disculpe y que sepa entender que no va a estar todo limpio de la noche a la mañana porque la acumulación de tantos días hace que el recorrido tarde más que en una jornada normal de trabajo”, explicó.
Consultado acerca de la entrega de la indumentaria apropiada para los recolectores, Lunghi expresó que “hoy (por ayer) estamos retirando los últimos pantalones que se confeccionan, se cosen”.
“No hay un stock de pantalones capri naranja en la ciudad de los diferentes proveedores de ropa de trabajo, sino que se cosen”, esclareció el funcionario.
Y amplió que “la tela tiene ciertas características y se adquiere con otra moneda, viene de afuera del país”.
Vale recordar que el conflicto se originó el lunes por la mañana, cuando los trabajadores se encontraron con que, comenzado el mes de junio, no contaban con la totalidad de la vestimenta de invierno requerida para realizar los recorridos, atuendo que el Municipio debía –por convenio colectivo –entregarles entre abril y mayo.
Ese día decidieron interrumpir la recolección domiciliaria hasta tanto estuviera disponible la totalidad de la indumentaria.
Por otra parte, Lunghi señaló que el Gobierno municipal se enteró de la huelga sobre la marcha, cuando el servicio se interrumpió el lunes a la mañana. “Era una medida que no había sido anoticiada”, indicó.
Atento a esto, el martes el Departamento Ejecutivo solicitó a la población no sacar los residuos hasta tanto se destrabe el conflicto y se retome la actividad.
Reconocer el error
En diálogo con El Eco Multimedios, ayer Lunghi (h) refirió que el traje de invierno está compuesto por una sudadera, un pantalón capri, un buzo de polar, guantes y zapatillas y atribuyó la falta de algunas prendas a que los proveedores “no tenían stock” de telas ni de zapatillas.
Según un acuerdo de julio de 2022, el Municipio debe entregar entre abril y mayo la indumentaria de trabajo de invierno y entre octubre y noviembre la correspondiente al verano.
“Hay una parte que podemos aceptar, y es que deberíamos haber previsto con más tiempo estas cuestiones de la tela, donde la sudadera se cose, el pantalón capri se cose”, reconoció el funcionario y reiteró que “puede haber alguna cuestión a emprolijar, a rever”.
“Ahora nosotros ya sabemos que tenemos otro plazo perentorio, que es para el verano, otra fecha fijada en el acta que dice que en octubre tenemos que entregar la ropa”, recordó y añadió que “no nos puede volver a ocurrir que estemos en la última semana buscando las diferentes indumentarias para poder responder con la herramienta de trabajo a los trabajadores”.
Lunghi (h) se explayó además sobre las dificultades para conseguir ciertos materiales, que -según dijo- exceden a la gestión comunal.
En ese sentido, explicó que “hay cuestiones que no dependen solo del Municipio” porque, a veces, “al proveedor se le complica conseguir la tela pertinente”.
“No es que no hay pantalones o sudaderas de ese color en stock en la ciudad o en otro lado; es que se hacen a medida”, aclaró.
Y especificó que “los pantalones capri son una vestimenta especial que utilizan los recolectores porque por debajo de la misma utilizan calzas en invierno. Y el color tiene que ver con que cada uno de los vehículos veamos claramente que ahí hay un trabajador de la recolección”.
“Corren, saltan, van, vienen, tiran la basura… es una tarea compleja; tienen que estar bien identificados y ser bien llamativa la vestimenta para que todos los podamos visualizar”, completó.
Al referirse a cómo se resolvió finalmente la compra de todo el atuendo, el vicejefe de Gabinete local señaló que “las órdenes de compra estaban remitidas al proveedor, el proveedor fue entregando pero no todo junto, sino por cantidades que iba produciendo”.
“En el caso de las zapatillas –añadió-, se hicieron recambios de calzados de un stock que tenemos nosotros de otra numeración por los números pertinentes, para terminar de saldar” lo que faltaba y contó que, como “no había stock en la ciudad de Tandil, se viajó a la ciudad de Mar del Plata, dentro de la cadena que trabajamos nosotros, y se trajeron los números pertinentes”.
El funcionario estimó finalmente que son “son entre 102 y 105” los recolectores de residuos la ciudad, repartidos entre los turnos matutino y vespertino.
“La cantidad fluctúa mucho porque hay licencias, es un sector con mucha ART producto de la tarea que desarrolla”, cerró.
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Denuncian que se entregaron prendas en mal estado
Ayer, tras recibir la vestimenta adeudada por el Municipio, los trabajadores de la recolección domiciliaria denunciaron a través de la publicación de un video que algunas de las prendas entregadas se encuentran en mal estado.
En un video realizado por uno de los recolectores, se puede observar un pantalón de chofer confeccionado con tela casi transparente y descosido en la parte trasera.
En diálogo con El Eco de Tandil, Luciano Disipio, uno de los delegados de los trabajadores del sector, consideró que “esto es una vergüenza”.
“Es la ropa que nos dieron, que supuestamente es importada”, dijo Disipio y agregó que “esta es la ropa de invierno, a mí me preocupa más el verano: tengo miedo de que nos denuncien por exhibicionistas”.
“Nosotros no pretendemos que sea de marca, pero sí acorde al trabajo”, señaló el delegado y contó que ya se comunicó por esta situación con el Sindicato que los nuclea –el STMT-, cuyas autoridades les sugirieron que no usaran el atuendo que no se encuentra en buenas condiciones “porque es una vergüenza”, reiteró.
De todas maneras, descartó que los recolectores vayan a llevar a cabo por esto otra medida de fuerza, por lo que los recorridos se realizarán con regularidad en los próximos días, tal como viene sucediendo desde la mañana de ayer.
En sintonía con las palabras de Miguel Lunghi (h), Disipio también comentó que “va a llevar un tiempo hasta normalizarse, por lo menos hasta el miércoles de la semana que viene”.
Y consideró que “esto se podría haber evitado, ellos saben que tienen que cumplir con la ropa. La última muda nos la dieron en noviembre pasado; creo que pasaron unos cuantos meses”.
Según Disipio, “sabiendo que se vencía el plazo, igual no tenían preparada la ropa”, ya que “la orden de compra la hicieron el 28 de mayo”, cuando el vencimiento estaba pautado para el 31 de ese mes.
“Pasa que no se esperaban esto”, manifestó el delegado y acotó: “pero estamos cansados. Ellos para exigir siempre están pero también tienen que cumplir con lo que corresponde”.